Bolivia: presionan a Áñez para llamar a elecciones y crece la violencia

LA PAZ.- Las grietas bolivianas se abren en distintas direcciones. Además de la división entre el líder exiliado y la dirigencia que lo sustituyó, y de los enfrentamientos entre los seguidores de Evo Morales y las fuerzas de seguridad, se añadió en las últimas horas la presión del líder opositor Luis Fernando Camacho a la presidenta Jeanine Áñez.

En un inesperado ultimátum en el seno de la oposición que relevó a Evo en el poder del país, Camacho le dio a Áñez hasta mañana para que convoque a elecciones para el 19 de enero próximo, mientras la crisis continuaba ayer en las calles con al menos tres muertos en los choques que se dieron durante el bloqueo de una planta de combustible.

Camacho, el líder civil que fogoneó como nadie la salida de Evo del poder, planteó que las elecciones sean el 19 de enero próximo, y le dio un plazo "hasta este jueves" para que el gobierno las convoque.

El activista de la región de Santa Cruz pidió respetar la Constitución y la decisión de los cabildos ciudadanos de "tener un proceso eleccionario hasta el 19 de enero de 2020, dando un plazo hasta el jueves para que podamos tener todos un tribunal electoral que refleje el sentimiento del pueblo boliviano".

"Necesitamos garantizar al pueblo boliviano un proceso eleccionario limpio y transparente, pero sobre todo, inmediato", señaló Camacho. Sus demandas y las de otros líderes civiles coincidieron con las gestiones que lleva adelante la Iglesia Católica para acercar posiciones entre los partidos políticos y actores sociales para convocar a nuevas elecciones.

Al mismo tiempo, la OEA debatirá en la jornada de hoy una resolución llamando también al gobierno interino a convocar "urgentemente" a elecciones. Y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) confirmó el envío de una misión para revisar la situación de los derechos humanos en el marco de la crisis, que ya dejó por lo menos 24 muertos y más de 700 heridos.

Los llamados a cerrar la transición con la convocatoria a elecciones se dieron mientras continuaban los choques entre seguidores de Evo que claman por su regreso y restitución en el poder y las fuerzas de seguridad, leales a las flamantes autoridades en distintas zonas.

El foco de tensión se trasladó ayer a la planta de hidrocarburos de Senkata, en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, donde las fuerzas de seguridad rompieron un bloqueo de los partidarios de Evo. Militares y policías le abrieron paso a una fila de camiones cargados de combustible en un operativo que dejó al menos tres muertos y cerca 30 heridos.

Ambos cuerpos usaron helicópteros y carros blindados para proteger el convoy de camiones de combustible, según mostraron imágenes de televisión, donde se vio también a la policía lanzando gases lacrimógenos para mantener a raya a algunos vecinos que intentaron detener la salida de la caravana.

La falta de nafta había virtualmente paralizado el transporte público, por lo que el gobierno interino de la exsenadora Áñez evaluó la posibilidad de importar combustible desde Chile, según declaró a la prensa el ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora.

El gobierno y la alcaldía de La Paz también comenzaron a trabajar para paliar el desabastecimiento de alimentos, ya que las rutas de acceso a la ciudad seguían bloqueadas. "Tenemos la instrucción de nuestra presidenta de trabajar todo el día para poder lograr el reabastecimiento. Estamos listos para distribuir y normalizar todo el abastecimiento", dijo Zamora.

El Movimiento al Socialismo (MAS), que tiene mayoría en el Congreso, decidió suspender ayer la sesión de la Asamblea Legislativa que tenía prevista anoche en aras de ayudar a "la pacificación del país". La sesión debía tratar el llamado a elecciones y la renuncia del expresidente, que según la Constitución debe ser aceptada por ese cuerpo.

"La décima tercera sesión ordinaria de la Asamblea Legislativa será suspendida a efectos de crear y contribuir a la generación de un ambiente propicio para el diálogo y la consiguiente pacificación del país", señaló un comunicado. La senadora Eva Copa, del MAS, llamó más tarde a una sesión del Senado para encarar un anteproyecto de ley que anularía las polémicas elecciones del 20 de octubre.

Evo renunció el 10 de noviembre luego de que las fuerzas de seguridad le retiraron su apoyo en medio de las fuertes manifestaciones en su contra por acusaciones de fraude.

En una entrevista con la agencia DPA, Evo dijo ayer desde México que no volverá a presentarse a elecciones y que no desmovilizará a sus bases hasta que no haya garantías de seguridad y castigo por las muertes de manifestantes.

Agencias AFP, AP y DPA