Boca vs. San Lorenzo: el juego de las diferencias entre Diego Martínez vs. Rubén Insua, el “intervencionismo” frente a los “once de memoria”
Se trata de una final anticipada para dos equipos que, de clasificarse en el Top 4, luego podrían potenciar sus candidaturas en los mano a mano de la Copa de la Liga. Boca y San Lorenzo tienen, desde sus conductores, estilos diferentes que intentarán imponer para seguir con chances de ser campeón en el primer semestre de 2024. Diego Martínez (45 años) tiene mucha experiencia como DT pero está dando sus primeros pasos en el Xeneize. Rubén Darío Insua (62) ya sabe lo que es ser campeón en el Ciclón. Este sábado se verán en la Bombonera en un choque decisivo que puede influir en el corto plazo local pero también tener consecuencia en el arranque de los objetivos internacionales: la próxima semana comenzarán las Copas Libertadores y Sudamericana.
Desde sus decisiones en la semana y movimientos en los partidos, Martínez tiene un estilo intervencionista, ya sea desde el sistema táctico con la elección de los nombres a utilizar. Insua es más sencillo. Hasta hace poco casi no había cerrado las prácticas y casi siempre confirmaba el equipo dos días antes. Durante los desarrollos, uno se tiene que controlar para que luego no le de “vergüenza” verse en la TV, el otro se viste siempre de negro y casi no gesticula. Acaso, sus mayores mensajes los manda con el rostro.
“Me apasiona dirigir, lo vivo así. Quizás por mi pasado docente como profesor de educación física, trato de entenderlo como un proceso pedagógico. Me da vergüenza cuando me veo los gestos desde el banco, mis hijos me cargan; no me gusta nada cuando me veo y a veces trato de controlarme para no estar tan expuesto pero me sale, me gusta el proceso de ayudar desde algún lado aunque a veces hacemos más lío de lo que lo podemos ayudar a los jugadores, pero lo siento así y disfruto del recorrido que tuvimos con mi cuerpo técnico, desde el ascenso”, dijo Martínez en la conferencia de prensa que mantuvo con Insua en la previa organizada por la Liga Profesional de Fútbol.
El DT de Boca no se deja condicionar por el entorno. Frank Fabra es el lateral izquierdo preferido del presidente Riquelme, pero es su tercera alternativa para esa posición, por detrás de Lautaro Blanco (muy buen refuerzo) y Marcelo Saracchi. Ubicó al juvenil Jabes Saralegui por primera vez como titular ante River. Hubo partidos en donde el 5 surgido de las inferiores Mauricio Benítez fue prioridad por encima de Campuzano. Si tiene que poner a Langoni por encima de Merentiel como compañero de Cavani, lo hace. Benedetto casi no entra o ingresa poco. Cambia los sistemas y si tiene que agregar un defensor central (Anselmino) para marcar a los varios delanteros de Racing, lo hace. Si ve a Blondel con pasta para ser titular, no se queda en que de afuera hablen de “doble 4″ si lo hace convivir con Advíncula. Ahora tiene ganas de mantener a Brey en el arco más allá de que Javier García ya esté recuperado de su lesión.
Cambiaron mucho los nombres del primer equipo titular de Diego Martínez ante Platense, en Vicente López, con respecto al actual. “Estamos en un proceso nuevo con los futbolistas y nos tocó una preparación corta, por eso muchas cosas las vamos descubriendo compitiendo, también había chicos que estaban con la selección. Para un entrenador, en esa búsqueda que es constante en cuanto al modelo de juego ideal y al juego, a lo que uno tiene en la cabeza, no termina nunca. Sí tenés una idea, un mapa y un horizonte hacia donde ir, pero la competencia y el día a día te puede ir haciendo ver otras cosas”, explicó el DT xeneize y agregó: “Nosotros no nos atacamos a ningún esquema, a ningún dibujo, pero más allá del cambio de nombres las formas no fueron diferentes. No paramos de buscar lo mejor, en el día que ellos nos conozcan a nosotros y nosotros a ellos. Eso sí: cuando vas encontrando funcionamiento y resultados, las variaciones se hacen menos”.
Martínez le dio una mayor fluidez ofensiva al medio campo, más movilidad, verticalidad y juego asociado que permite, a diferencia de los últimos ciclos de Almirón, Ibarra y Battaglia, que los delanteros de Boca tengan más chances de gol, incluso que los volantes o laterales pisen más el área rival. Todavía es un equipo en formación y con muchas cosas por corregir, pero colectivamente fluye de otra manera.
San Lorenzo se manejó, por lo general en el ciclo Insua, con los once de memoria o con pequeños retoques. “Siempre el partido más importante es el próximo. Estamos ilusionados con la Copa Libertadores, seguimos en carrera en la Copa Argentina, le vamos a dar la misma trascendencia a los tres torneos”, dijo el Gallego.
Ahora Insua le dio espacio a la línea de 4, pero casi siempre jugó 3-4-3. Reconstruyó a San Lorenzo dándole confianza a los jugadores ubicándolos en sus puestos naturales y encontrándole otros puestos a futbolistas que no estaban en un buen nivel. Muchos emigraron y llegaron otros. Está pasando por un momento de crisis interna con los dirigentes, que le reclaman la no utilización de los refuerzos arribados en el último mercado de pases. Después de tres libros de pases logró tener una debilidad: Cristian Ferreira. Sostiene a los jugadores incluso ante el murmullo de los simpatizantes, pero hasta un punto: a uno de sus más respaldados (la Roca Sánchez) le llegó la hora del reemplazo. Pero está en la búsqueda y, en momentos complejos, tampoco les cierra la puerta a las pruebas: en más de un partido hizo convivir a tres centrodelanteros: Tarragona, Bareiro y Herazo.
En los dos partidos que se enfrentaron como técnico, Diego Martínez (con Tigre en 2022 y Huracán en 2023) le ganaba por 1-0 al San Lorenzo de Insua pero finalizaron 1-1. “¿Tienen en cuenta ese dato?”, fue la pregunta que generó un disparador que va más allá de los colores y que refleja un choque de estilos en la forma de desempeñarse.
Desopilante momento en la #ConferenciaLPF: ¿Se acuerdan Insúa y Martínez de los encuentros entre ellos? Mmm... pic.twitter.com/bhbKfdiqxI
— Liga Profesional de Fútbol (@LigaAFA) March 28, 2024
-No me acordaba de ese dato, pero el pasado no se puede modificar. El futuro sí. Los otros partidos ya terminaron, ahora lo importante es que se viene un clásico trascendente, que la gente pueda ver un buen espectáculo, a nosotros el único resultado que nos sirve es ganar, trabajamos toda la semana para llegar al 100%; después el fútbol nunca se sabe qué puede pasar, es impredecible aunque por lo general gana el que mejor juega, es así (Insua).
-Yo sí me acuerdo de esos dos partidos… (Martínez)
-Yo también (interrumpe Insua) pero no lo quise decir (Insua)
Eso despertó sonrisas pero luego el Gallego siguió: “Con Huracán se tiraban, hacían tiempo; se caía el arquero, se caía el defensor, los delanteros, jaja”, dijo mientras le hacía un gesto de complicidad a un Diego Martínez al que no le gustó mucho esa descripción pero que marca un poco las formaciones y estilos de unos y otros como entrenadores. “Yo sí me acuerdo pero entiendo que son historias distintas, como dice Rubén”, retomó Martínez: “Los dos vamos a querer ganar y ojalá salga un buen espectáculo”.
Si algo pone de malhumor a Martínez es cuando lo tildan de defensivo. Por el contrario, Insua hasta parece divertirse cuando escucha el mote que le pusieron y explica una y otra vez (y las que sean necesarias) cuestiones futbolísticas. Uno de sus latiguillos es: “Si San Lorenzo jugara como yo quisiera, tendríamos menos puntos”. Al DT de Boca le cayó muy mal cuando Martín Demichelis habló de él pos superclásico: “Si yo termino jugando con 7 defensores no estaría respetando la historia de River”. Sin embargo… Martínez también supo meterse en el juego periodístico de la diferencia de estilos y gustos tras un partido en el que, dirigiendo a Tigre, empató 2-2 ante el Sarmiento de Israel Damonte: “Somos dos equipos con dos modelos de juego totalmente distintos, dos búsquedas totalmente distintas. Se enfrentaron las antítesis de lo que sentimos por el fútbol y sabíamos que la única forma en la que nos podían lastimar era con pelota parada (ambos llegaron por esa vía)”, había dicho en octubre de 2022.
Insua se refirió a los estilos de juego y las diferencias que pueden existir entre Martínez y él: “Cada entrenador juega generalmente de acuerdo a las características de los jugadores primero y después viene el pensamiento del entrenador. Cuando podés aglutinar ambas cosas, es el ideal. La búsqueda del ideal por lo general la tienen los grandes clubes que tienen presupuestos muy altos y que se pueden dar algunos gustos que la mayoría no… o los técnicos de las selecciones, que tienen la posibilidad de elegir lo mejor de cada país. Después hay determinados momentos de la temporada donde el equipo puede jugar en plenitud, elegir determinado sistema táctico… Pero los sistemas tácticos nunca te resuelven el problema porque sino jugarían todos de la misma manera…”. Esta última frase dice mucho del pensamiento de Insua.
Y sigue: “La técnica del jugador es lo más importante, cuanto más y mejores jugadores tenés, más fácil es ganar. Hay una multiplicidad de factores, por eso el fútbol es tan apasionante. Después está el gusto de cada uno. ¿Cuál es el estilo? La Argentina fue tres veces campeón del mundo con tres entrenadores que jugaban muy distinto y la gente al final festejó eso, no le importó si jugaba con tres o cuatro atrás. En el 86 era tan alta la autoestima nuestra que la selección sale campeón del mundo con Bilardo jugando con tres defensores y a los tres días arrancó aquel torneo local con 20 equipos y ninguno jugó con línea de 3. Ni siquiera los entrenadores locales copiaban al DT de ese país que había sido campeón del mundo. Por lo tanto, el tema de los estilos, depende de cada uno”.
Sobre el tema, Martínez también dio su punto de vista, acercando (un poco) las posiciones: “Coincido con Rubén que como DT te tenés que adaptar a las características de tus futbolistas, a veces darle importancia a la historia e idiosincrasia del club y que si tiene tiempo de trabajo termina siendo un equipo reconocible con un estilo y con una forma y ahí creo que se puede reconocer un estilo. Si nos parecemos con Rubén (Insua) no es algo que me parezca bien que yo conteste, pero sí con el tiempo siento que los equipos terminan teniendo una identidad reconocible”.
Martínez e Insua pueden tener algunos puntos en común, pero no se parecen en las formas o los estilos que buscan para sus equipos. Aún estando a dos metros de distancia en una conferencia, están más lejos que cerca. Pero no es un detalle menor celebrar que dos entrenadores den una charla conjunta sobre un partido que se está por jugar. Y más si se trata de un clásico decisivo. ¿Cuándo fue la última vez que sucedió? Después estarán los gustos de los hinchas y el público neutral para inclinarse más por uno que por otro, pero valen todas las opiniones y fórmulas. Incluso un correcto Diego Martínez, que pudo sentirse algo ‘tocado’ por la ‘chicana futbolera’ de Insua por el último enfrentamiento con Huracán, estuvo muy bien con la frase: “Si nos parecemos con Rubén (Insua) no es algo que me parezca bien que yo conteste”.
El Gallego Insua siempre fue un gran defensor de la Liga Profesional Argentina: “Somos el fútbol campeón del mundo y el campeón de América… Tenemos al mejor jugador de la historia del fútbol mundial que es Messi. Acá la gente es muy pasional, futbolera. Si está el presidente de la Nación anunciando medidas económicas y al mismo tiempo ponés un partido Boca-San Lorenzo, la gente va a mirar Boca-San Lorenzo. Acá es muy difícil ganar y los equipos argentinos son muy competitivos en todos los torneos que juegan”.
Cuando se apaga la luz del fútbol también muestran distintas formas de ser. “Estoy durmiendo demasiado poco, mis hermanas ya están preocupadas, ja”, había dicho Diego Martínez a principios de marzo en una entrevista con La Oral Deportiva. Y agregó: “Cuando me voy a dormir el mejor chupete es imaginarme un entrenamiento que voy a hacer el otro día, con las tareas, los cambios, las rotaciones y el plan del partido. A veces me llevo la libreta para anotar si se me ocurre algo y quiero que no se me pase”.
Este miércoles le preguntaron a Rubén Insua si podía disfrutar con lo competitivo y difícil que es el fútbol argentino, con las presiones que hay: “Durante los partidos podés estar un poco nervioso, pero sí. Yo duermo tranquilo”.
Las probables formaciones
Boca formaría 4-4-2 con Leandro Brey; Luis Advíncula, Cristian Lema, Marcos Rojo y Lautaro Blanco; Lucas Blondel, Equi Fernández, Cristian Medina y Kevin Zenón; Luca Langoni y Edinson Cavani.
San Lorenzo jugaría 4-4-2 con Facundo Altamirano; Gonzalo Luján, Jhohan Romaña, Gastón Campi y Malcom Braida; Agustín Giay, Francisco Perruzzi, Elián Irala y Cristian Ferreira; Iván Leguizamón y Adam Bareiro.