Querer a tus vecinos es bueno para tu corazón, literalmente

Un nuevo estudio publicado en la Revista de Epidemiología y salud comunitaria, realizado por la Universidad de Michigan, revela que querer a nuestros vecinos puede resultar beneficioso para la salud de nuestro corazón. En otras palabras, tener buenos vecinos y sentirnos conectados con otras personas en nuestra comunidad local puede ayudarnos a disminuir los riesgos de padecer infartos cardiacos.

Las enfermedades cardiacas y vasculares (vasos sanguíneos) son la principal causa de muerte a nivel mundial, causando alrededor de 15 millones de muertes en el año 2010 según el último estudio de la Carga Mundial de Morbilidad.

Anteriores investigaciones sobre la salud cardiaca y la relación con los vecinos se habían enfocado en los impactos negativos tales como violencia, ruido, deficiente calidad del aire, vandalismo y uso de drogas entre otros, sin embargo en este reciente estudio se tomaron en cuenta los factores positivos y beneficiosos que las relaciones vecinales pueden llevar a la salud de los miembros de la comunidad.

Para la realización del estudio se recabó información de 5 mil 276 personas de más de 50 años de edad sin antecedentes de enfermedades cardiacas, que forman parte de un estudio ininterrumpido sobre salud y jubilación en los Estados Unidos.

Se monitorizó especialmente la salud cardiovascular del grupo de personas de 70 años de edad en promedio, casadas y del sexo femenino, durante cuatro años a partir de 2006, lapso en el que 148 participantes sufrieron ataques al corazón.

Al inicio de la investigación, los participantes respondieron una encuesta, con puntuación máxima de siete puntos, en la que debían reflejar qué tanto se sentían parte de su vecindario, si contaban con sus vecinos en caso de apuros, si confiaban en sus vecinos y si encontraban amistosa la actitud de estos.

Al observar los resultados al término del estudio, el equipo de investigadores encontró que las personas que mejores opiniones y relaciones tenían con sus vecinos mostraban menos riesgo de padecer ataques cardiacos durante los cuatro años en que se llevó a cabo el estudio.

Las personas que calificaban completamente positivo al cuestionario, es decir que tenían la puntuación de siete de siete puntos, presentaron una reducción de riesgo a padecer un ataque cardiaco en un 67% en comparación con gente que solo obtuvo un punto de siete, siendo esta diferencia bastante significativa, diferencia casi tan importante como la relacionada con los riesgos de padecer ataques al corazón entre personas fumadoras y no fumadoras.

Según los investigadores el mecanismo que hace la diferencia entre el riesgo de padecer un ataque cardiaco de acuerdo a nuestra relación con los vecinos es desconocido, sin embargo señalan que el relacionarnos con los vecinos puede alentar algunas actividades físicas que podemos realizar en conjunto como por ejemplo caminar, algo que puede ayudar a mejorar las funciones cardiovasculares.

A pesar de que las cifras resultan alentadoras, el estudio no es completamente concluyente ya que para la realización de la investigación no se pudo tener acceso a datos importantes que puedan representar riesgos para padecer ataques cardiacos, como por ejemplo los antecedentes familiares de enfermedades cardiacas e infartos, entre otros.

Los investigadores comentan que deberán realizarse nuevos estudios para encontrar los mecanismos que se activan en el organismo cuando tenemos una buena relación vecinal y que otorgan los beneficios para la salud cardiovascular.

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