¿Existen los cazafantasmas?

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Por: Natalia Iscaro

Creer o no creer... Aún cuando la mente y la razón puedan resistirse a creer en los fantasmas, nuestra intuición hace de las suyas. Una escuela donde una maestra largamente fallecida se pasea por los pasillos, o un decimonónico hotel abandonado cuyo personal aún aparece para servir a los huéspedes, o bien personas fallecidas que prestan visitas ocasionales a los vivos. Las historias son miles, y ya no es necesario que lleguen a nuestros oídos a través de conocidos: basta encender la televisión para repasar algunas de estas historias, a cual más deslumbrante.

En el caso de Paranormal Witness, una exitosa serie que recupera las vivencias de quienes han experimentado hechos sobrenaturales. Así, cada episodio intercala los testimonios de estas personas narradas por ellos mismos, y lo intercala con representaciones de actores que reviven cada instante del hecho, y añaden dramatismo al relato.

Desde niñas con amigas imaginarias que las invitan a lanzarse por la ventana, hasta recién casados que se mudan a un departamento donde nada parece ser demasiado normal, todos los hechos relatados desafían cualquier explicación lógica. Y esta serie no ha sido la única, a lo largo del tiempo, muchas otras han puesto sobre el tapete misterios sin solución, que a los espectadores los atraen tanto como los espantan.

La ciencia al rescate

Pues bien, ¿qué pueden hacer quienes se ven enfrentados a una situación paranormal? Para distinguir la realidad de la fantasía, la ciencia ha prestado sus herramientas a los cazafantasmas, que existen y hoy aprovechan las nuevas tecnologías para tomar sus casos y realizar sus investigaciones. Según ellos, existen aparatos para detectar a los fantasmas, muchos de los cuales son utilizados para los más exigentes equipos de seguridad. Entre ellos se destacan videocámaras analógicas y digitales nocturnas con rayos infrarrojos, videocámaras de imágenes térmicas, micrófonos amplificados o parabólicos, monitores ambientales y atmosféricos, detectores de movimientos y sismógrafos.

Uno de los instrumentos más utilizados es una unidad conocida como detector EMF, que detecta las fluctuaciones en los niveles de energía magnéticos, eléctricos y radiales. Muchos investigadores han sostenido que lecturas anómalas en estos niveles pueden ser un síntoma de un fantasma presente, pero no todos están de acuerdo.

No nos consta que los fantasmas caminen entre nosotros, pero lo que es cierto los cazafantasmas sí existen, y que la mayoría de ellos se dedica intensamente a documentar los fenómenos paranormales e intentar encontrar explicaciones para ellos.


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