El profesor que más abunda en las universidades de Estados Unidos

En buena medida, el mundo de los profesores de universidad en Estados Unidos es mayoritariamente masculino y de raza blanca, con proporciones menores, aunque fluctuantes, de académicos de otros grupos raciales y de profesoras, de acuerdo a datos recientes extraídos del Centro Nacional de Estadísticas Educativas, del Departamento de Educación.

La revista Mother Jones extrajo datos de ese estudio y comparó qué tantos profesores por grupo étnico/racial y por género (hombres y mujeres) integran los claustros universitarios de algunas de las principales instituciones de educación superior de Estados Unidos. Todo a la luz de las demandas de los estudiantes que se levantaron contra las prácticas racistas en la Universidad de Missouri, cuyas protestas han tenido eco en otras instituciones, y que piden ampliar el número de profesores de color.

Estudiantes de UCLA se manifiestan en apoyo a la lucha contra el racismo de los alumnos de la Universidad de Missouri. (AP)
Estudiantes de UCLA se manifiestan en apoyo a la lucha contra el racismo de los alumnos de la Universidad de Missouri. (AP)

Por ejemplo de acuerdo al portal FiveThirthyEight, los estudiantes de la Universidad de Missouri pidieron un alza de 10% en la cantidad de profesores y empleados administrativos afroamericanos para el año escolar 2017-2018, lo que equivale a que se contrate a 400 personas con ese perfil. Así, en esa universidad sólo el 3.2% de los profesores son afroamericanos, una cantidad muy reducida si se compara con el 15.2% de la población estadounidense que se identifica como afroamericana o como afroamericana de más de una raza, de acuerdo a cifras del Censo. Además, 61% de todos los profesores en la Universidad de Missouri son varones.

Esa universidad no es en ningún caso el extremo de falta de diversidad en sus cuadros académicos. De acuerdo a Mother Jones, en una selección de las principales universidades estadounidenses resultó que Darmouth, Vanderbilt, Duke, la Universidad de Wisconsin, Cornell, la Universidad de Minnesota, la Universidad de Florida y la Universidad de Texas superan a la de Missouri por el peso de su población de profesores de raza blanca: en ellas el porcentaje de ese grupo de académicos es el 76% del total, y en Missouri es de 75.8%. Darmouth y Vanderbilt son aún menos diversas, con más del 80% de los profesores de raza blanca.

En comparación, universidades como Harvard, Yale, UCLA, la Universidad de Michigan, Stanford y Rutgers tienen cantidades de profesores blancos de entre 67% y 62% que se acercan a la proporción de personas de esa raza en la población estadounidense (que es poco más de 62.1%).

Y hay situaciones singulares. Por ejemplo, UCLA tiene 22.2% de profesores de origen asiático, mientras que los profesores hispanos, que están infrarrepresentados tanto como los afroamericanos, tienen sus mejores números en la Universidad de Texas (6.3%) o la Universidad de Florida (5.5%), aunque son pocos en comparación con la población general de origen hispano, que es de un 17.4%.

Estudiantes en Yale protestan contra la insensibilidad en cuestiones raciales en las universidades Ivy League. (AP)
Estudiantes en Yale protestan contra la insensibilidad en cuestiones raciales en las universidades Ivy League. (AP)

En el caso del género el asunto es contrastado. Princeton, Harvard, la Universidad de Florida, Cornell, Texas A&M y Stanford tienen todas 66% o más de profesores, mientras que en la Universidad de Colorado las profesoras son el 52%, la única de la muestra en que hay una mayoría femenina. Le siguen Rutgers y Vanderbilt con 44% de académicas.

Ciertamente, estos datos muestran solo una pequeña proporción de universidades. Y a escala nacional las cosas podrían ser aún más agudas. Por ejemplo, datos del propio Centro Nacional de Estadísticas Educativas indican que en 2013 el 79% de los profesores de instituciones que otorgan un grado universitartio era de raza blanca y solo el 6% era afroamericano, el 5% hispano y el 10% asiático o del área del Pacífico. En cambio, la proporción entre hombres y mujeres a escala nacional sería más pareja, con un 48.8% de profesoras, lo que revela aún una mayoría masculina pero no tan aguda como en algunas de las universidades de la muestra anteriormente descrita.

En todo caso, es claro que ampliar la diversidad en los claustros universitarios es clave, como lo es también la formación de más mujeres y de universitarios de los grupos raciales menos representados (en especial afroamericanos e hispanos), pues sin una fuente sustancial de egresados será complicado ampliar la diversidad del profesorado universitario en Estados Unidos.