El peso de los indocumentados en la fuerza laboral de EEUU

Uno de los efectos de la pasada gran recesión ha sido una transformación en la estructura del empleo de los trabajadores indocumentados en Estados Unidos. Según un estudio del Centro Pew, en tiempos recientes se ha registrado una tendencia relevante: más indocumentados trabajan ahora en el área de servicios y menos en la construcción y otros trabajos manuales, si bien estos empleos siguen constituyendo una parte medular de ello.

Según el Centro Pew entre 2007 y 2012, antes y después de la recesión, no cambió significativamente la cantidad de indocumentados trabajando en la economía de Estados Unidos, pero sí su distribución. Entre esos años se registraron 475,000 menos empleos en la construcción y la producción –presumiblemente a causa de la crisis de vivienda y otras mermas económicas nacionales- pero en cambio se sumaron 180,000 empleos de personas indocumentadas en áreas profesionales y de administración.

Los indocumentados son vitales para la agricultura, donde representan el 26% de todos los trabajadores. (AP)
Los indocumentados son vitales para la agricultura, donde representan el 26% de todos los trabajadores. (AP)

En 2012, el Centro Pew halló mediante análisis de datos oficiales del Censo que 33% de los indocumentados laboraron ese año en servicios, cifra que es solo del 13% entre los trabajadores nacidos en el país. Y en la construcción labora el 15% de los indocumentados, y el 14% lo hace en tareas de producción o reparación, cifras que son solo 5% y 9% respectivamente entre los nacidos en Estados Unidos. Los datos son consistentes con la noción de que los indocumentados ocupan primordialmente empleos de baja remuneración y alta labor manual, que ocupan en mucha menor proporción los estadounidenses.

En total, los indocumentados representaron en 2012 el 5.1% de todos los trabajadores del país, sumando 8.1 millones de personas. Pero en ciertos ramos, indica el Centro Pew, su peso específico es mucho mayor: 26% de quienes laboran en la agricultura, 17% en la limpieza y el mantenimiento, 14% en la construcción y 11% en la preparación y servicio de comida.

Y la distribución de esa mano de obra varía por estado. Por ejemplo, en Nevada los indocumentados son el 10.2% de todos los empleados (el doble que el índice nacional), y en California y Texas, dos de los estados más poblados del país, son el 9.4% y 8.9% de la fuerza laboral total, respectivamente.

La reforma migratoria es clave para dar al país y a los indocumentados la calidad que les corresponde.(AP)
La reforma migratoria es clave para dar al país y a los indocumentados la calidad que les corresponde.(AP)

Y en lo relacionado a empresas específicas, los negocios y servicios atraen a la mayor cantidad de trabajadores indocumentados, un 22%, seguidos de la industria del entretenimiento y la hospitalidad (que incluye hoteles, restaurantes y centros de diversión) 18%, la construcción 16%, la manufactura 13%, las ventas el 12%, la educación y servicios de salud y administración el 12%, la agricultura y minería el 5% y el transporte y los servicios básicos el 3%.

Así, es claro que la economía de Estados Unidos requiere de modo sustantivo de la mano de obra indocumentada, que en muchos casos se encuentra expuesta a abusos, merma de derechos y paga escasa, por lo que más allá de la batalla ideológica y política al respecto, la contribución de los trabajadores sin papeles a la economía nacional y la necesidad sustantiva que el país tiene de ellos resultan evidentes, como lo es también el imperativo de que estos trabajadores gocen de salarios dignos y puedan ejercer a cabalidad sus derechos y obligaciones.