Los lugares de EEUU con mayor riesgo de ataque de tiburón… y cómo prevenirlo

En días recientes varios casos de ataques de tiburones y de nuevos avistamientos de escualos en playas y zonas costeras del país donde hay frecuente actividad de bañistas, han desatado inquietud y captado la atención de los medios. Los tiburones y sus embestidas han estado por décadas en el imaginario colectivo –con las famosas películas de la serie ‘Jaws’ y sus continuadoras en un papel central- aunque en realidad los ataques a seres humanos son más bien raros y esporádicos.

Pero uno solo basta para causar conmoción y actividad mediática. Un caso reciente es el del niño de 10 años Lucas Vertulio, quien fue mordido el 7 de junio por un tiburón mientras nadaba con sus hermanos en Cocoa Beach, Florida, a unas 190 millas de Miami.

Además de la consternación por ese hecho (el niño fue severamente herido en una pierna), el avistamiento posterior de numerosos tiburones en esa misma área ha puesto a muchos, simplemente, con la intención de quedarse secos en la playa.Otro caso dramático fue el del adolescente Hunter Treschl, de 16 años, quien mientras nadaba con un primo frente a una playa de Carolina del Norte fue atacado por un tiburón el 14 de junio. La embestida fue tan terrible que el joven perdió su brazo izquierdo. Unos minutos antes en esa misma playa una niña de 13 años fue también atacada por un tiburón y quedó mutilada, lo que ha motivó a las autoridades de esa localidad, Oak Island, a evacuar en ese momento la playa.

Si uno quiere disfrutar del mar y la playa pero teme, con toda la baja probabilidad de que eso suceda, ser víctima del ataque de un escualo, hay quien recomienda conocer de antemano los lugares donde, al menos estadísticamente, ese riesgo es mayor y tener en cuenta algunos consejos para tratar de prevenir convertirse en bocado de ese poderoso depredador.

Sophie Forbes en Yahoo Travel comenta que, para empezar, la llamada ‘capital mundial de los ataques de tiburón’ es la playa New Smyrna en Florida, donde se han contabilizado 238, aunque ninguno ha sido fatal y los perpetradores serían, al parecer, tiburones toro bebés o pequeños, pero no por ello sin punzantes dientes.

En Estados Unidos otras playas notorias por ser campo de acción de tiburones son las de la isla de Maui, Hawaii, con 55 ataques registrados (tiburones tigre gustan de ir allí a devorar tortugas, y a veces lo aderezan con una porción de humano), las de Vandenberg, California, una playa gustada por los surfistas donde tan solo entre 2005 y 2014 se han registrado 31 incidentes, 3 de ellos con resultado mortal, y las de Carolina del Sur, donde desde 2005 han acontecido 55 ataques, uno de ellos mortal.

Pero si bien es cierto que uno puede acudir a esas playas y jamás ser atacado por un tiburón (lo que es lo normal) y que eso puede suceder también en lugares sin una incidencia estadística tan alta, el punto es establecer si es posible prevenir ser víctima de una situación así. Ante ello Forbes aconseja, por ejemplo, nadar, hacer surf o practicar snorkel en grupo, pues los tiburones tienden a atacar a los individuos aislados; evitar nadar durante la noche, al amanecer o al atardecer, cuando los tiburones son más activos y difíciles de ver; y no entrar al agua si se está sangrando o se tiene una herida abierta, pues la sangre puede atraer a los escualos.

Con todo, hay que decir, como señala la propia Forbes, que es más probable morir por el golpe de un rayo (1 probabilidad entre 10 millones) que por el ataque de un tiburón (1 entre 300 millones). Así que en la inmensa mayoría de los casos uno puede simplemente nadar tranquilo.

En todo caso, aunque la imagen de una terrible múltiple hilera de dientes a punto de atrapar al bañista es en realidad rara, sigue teniendo sin duda su fascinación y su poder atemorizante.