La práctica ancestral que podría mitigar conflicto de súper telescopio en Hawaii
La construcción del mayor y más poderoso telescopio óptico del mundo en terrenos del monte Mauna Kea, en Hawaii, ha generado una singular controversia que mezcla la tradición y las creencias ancestrales de un pueblo con el desarrollo científico y la legislación contemporánea.
Una vez terminado, el nuevo telescopio, cuyo costo está previsto en $1,400 millones, revelará como nunca antes nuevos secretos del universo y sus 30 metros de diámetro proveerán imágenes 12 veces más nítidas que el telescopio espacial Hubble, de acuerdo a información difundida por el periódico Honolulu Star Advertiser. Será, al parecer, todo un hito científico, una ansiada herramienta potencialmente transformadora de la astrofísica.
Pero no todos lo ven del mismo modo.
El telescopio de 30 metros, como se le conoce, es construido en terrenos del Mauna Kea que son considerados sagrados por los nativos hawaiianos y, por ello, comunidades y activistas se han opuesto a la construcción. Las alturas del Mauna Kea son el lugar, según su tradición, de sus orígenes ancestrales y del comienzo de su cosmogonía. Por ello, a su juicio, la actividad humana y la construcción de una gran instalación allí simplemente no tienen cabida.
Así, en abril pasado las cosas llegaron a un momento crítico cuando un grupo de personas contraria a la construcción del telescopio bloqueó los accesos al lugar e impidió el acceso al sitio a trabajadores. De acuerdo a información reproducida por el US News & World Report, 31 personas fueron arrestadas en esa protesta y, dado que se les imputaron cargos por ello, los acusados deberán ir a juicio.
Pero lo singular del caso ha motivado que, dado que la motivación de la protesta era de origen religioso y por la preservación de un patrimonio ancestral, varios de los acusados solicitaran no ser juzgados con los procedimientos legales usuales sino mediante una práctica tradicional conocida como ho’oponopono, según indicó la televisora KITV.
El ho’oponopono es un mecanismo de resolución de conflictos usado tradicionalmente entre familias nativas hawaiianas para lograr la reconciliación y la superación de diferencias. La fiscalía encargada del caso habría aceptado en principio esa petición, si bien no se trataría de la práctica ancestral tal cual sino a una mediación que incluiría elementos del ho’oponopono.
En todo caso, sería una solución intermedia que recogería elementos tradicionales para tratar un caso que en sí mismo está enraizado en la defensa de una cosmovisión comunitaria ancestral del embate de la modernidad. De los 31 arrestados originalmente solo 21 se acogerán a esta variedad de ho’oponopono para encarar cargos por obstrucción (a los otros 10 se les levantaron ya las acusaciones) y será hasta el 6 de agosto que las partes podrán acordar cómo se realizará el procedimiento.
Con todo, la construcción del telescopio de 30 metros se ha reiniciado tras un periodo de consultas y de búsqueda de diálogo y entendimiento con la población de Hawaii, sobre todo con quienes defienden el carácter sagrado y venerable de los terrenos donde se construye el telescopio, según indicó un comunicado de la organización internacional encargada de su desarrollo.
Está aún por verse cómo se desarrollará y concluirá el proceso a los manifestantes y es previsible que las protestas continúen. Pero quizá, cuando el telescopio esté finalmente terminado y en operación, los científicos y los habitantes originarios del sitio podrán reunirse a ver las estrellas para, juntos, cada uno desde su perspectiva, contemplar la maravilla del universo.