Sí tenemos derecho a tomar fotos y videos de la policía

Sí tenemos derecho a tomar fotos y videos de la policía

En un video que se ha vuelto viral en Internet se ve a Beatriz Páez grabando con su celular la actividad de oficiales del US Marshals Service que realizaban un arresto en una calle de South Gate, una población en el área metropolitana de Los Ángeles.

De repente, uno de esos oficiales se acerca a la mujer, le arrebata con violencia el teléfono y lo destruye azotándolo contra el suelo, presumiblemente para impedirle seguir grabando la actividad policial y para eliminar lo ya registrado en el teléfono. Todo fue captado por otra persona que, a su vez, grabó todo el incidente desde el otro lado de la calle. El video se divulgó en Youtube y causó conmoción.De acuerdo a la televisora CBS, el US Marshals Service ya investiga el incidente en el que uno de sus agentes destruyó el celular de Páez, y todo ha desatado ya un intenso debate sobre la constante propensión de policías a tratar de impedir ser grabados mientras realizan actividades en la vía pública.

De acuerdo a la American Civil Liberties Union, grabar la actividad de policías y otras autoridades en lugares públicos sería perfectamente legal y parte de los derechos consagrados en la Primera Enmienda de la Constitución. Incluso, esa organización defensora de los derechos civiles y las libertades individuales señala que fallos de cortes federales han refrendado el derecho de las personas a grabar lo que sucede en la vía pública, incluido en los exteriores de edificios públicos. Limitar o vulnerar ese derecho, como también lo es destruir los contenidos digitales de teléfonos o cámaras, sería ilegítimo y los oficiales o autoridades que lo realicen podrían estar sujetos a sanciones.

Ciertamente, hay algunas excepciones y regulaciones que conviene conocer: por ejemplo, el derecho a filmar no se aplica necesariamente a espacios privados y en ciertos casos grabar el audio de conversaciones potencialmente privadas en estados donde para ello se exige el consentimiento de las dos partes implicadas no sería permitido, si bien por lo general lo que los policías hablan en la calle durante un operativo no sería, según la ACLU, susceptible de ser reconocido como conversaciones privadas.

Pero en general, es claro que aunque disguste a muchos oficiales, las personas que graban en la vía pública la actividad policial no hacen sino ejercer sus derechos constitucionales, una realidad ante la cual las fuerzas del orden, como lo relató el periódico Los Angeles Times están o deberían estar plenamente conscientes e informadas, sobre todo por el amplio auge y presencia de teléfonos y otros equipos móviles provistos de cámaras.

En este sentido, un capitán de la policía de South Gate, de una corporación diferente a la del oficial que le arrebató el celular a Páez, dijo al LA Times que ahora los oficiales del orden simplemente tienen que comprender que viven en un entorno diferente donde hay un escrutinio continuo a su actividad gracias a la proliferación de videos y de equipos para tomarlo.

Pero para afianzar la vigencia de los derechos de las personas a grabar en la vía pública y garantizar esa transparencia, algunos estados han querido especificar en sus leyes locales lo que está implícito en la Primera Enmienda. Pero, aunque conveniente, es un proceso largo y tortuoso, además de que no es homogéneo a escala nacional.

Por ejemplo, el Senado de California aprobó ya una ley que especifica los derechos de las personas al grabar actividades policiales en la vía pública y en Oregon se avanza en una ley que garantiza esa posibilidad siempre que no se interfiera con el ejercicio de la ley, de acuerdo al LA Times. Y en Nueva York se interpuso en 2014 una demanda federal en contra de autoridades que arrestaron a personas que grababan la actividad de policías, indicó el periódico The New York Times.

Por lo pronto, de acuerdo a la cadena NBC, Páez y sus abogados planean demandar tanto al oficial que le arrebató el celular como al US Marshals Service en general. Páez añadió que temió por su vida cuando el oficial se le acercó y, después, le quitó y destruyó su celular.

Y para que no queden dudas la ACLU, con apoyo de estrellas del cine y de la música, creó un divertido y muy informativo video animado donde explica con música, humor y datos legales el derecho de las personas a tomar fotos y videos en la vía pública. No se lo pierda.