Lo que sucede cuando un transgénero tiene que usar el baño equivocado

Michael Hughes en un baño de mujeres. (Twitter/MichaelHughes1)
Michael Hughes en un baño de mujeres. (Twitter/MichaelHughes1)

La escena tiene su intensidad. Una joven o una señora entran al baño de mujeres en un restaurante, un hospital, una oficina, un aeropuerto, y se topan, frente a frente, con un hombre barbado, tatuado, musculoso y con sombrero de vaquero. La sensación no parece agradable y ellas probablemente se sienten confundidas y ofendidas: ¿qué hace este sujeto aquí, qué intenciones tiene? ¿Corro peligro, por qué no fue al baño para hombres? Esas y muchas otras preguntas, junto a una inquietud y un escalofrío, posiblemente pasarían por su cabezas y su piel. Todo muy incómodo.

Y no solo para ellas, también para él, forzado a utilizar el baño de mujeres pese a que su identidad y su apariencia le dicen que ese no es su sitio. Que a él le corresponde usar el baño de hombres.

Él también se pregunta qué está haciendo allí.

Es el caso de Michael Hughes y muchas otras personas como él, que son varones transgénero pero que por presiones y prejuicios se ven forzados a acudir al baño que coincide con según su sexo biológico, y no al que en realidad les corresponde por su identidad, su actitud, su intencionalidad. Hughes no es una mujer, es un varón transgénero.

Esa contradicción ha sido puesta en evidencia por Hughes en una serie de fotografías en las que recrea escenas como la descrita inicialmente: él dentro de un baño de mujeres, patentemente fuera de sitio. Su campaña, en el marco de la iniciativa #WeJustNeedToPee (‘Nosotros solo necesitamos ir al baño’), tiene como objetivo denunciar leyes y propuestas de ley que prohíben –e incluso sancionan- a una persona transgénero ingresar al baño vinculado a su identidad.

Es decir, Hughes en esa lógica no debería ir al baño de hombres, sino al de mujeres, con todo lo chocante que eso parezca. En el mismo sentido, mujeres transgénero no podrían ingresar al baño de mujeres sino que deberían ir al de los varones (su sexo biológico) aunque eso también suscite tensos encuentros y suspicacias. ¿Una chica en minifalda en el mingitorio masculino?

Así, además de fotos como las de Hughes, mujeres transgénero han puesto las suyas, posando dentro de baños de hombres para mostrar que simplemente ese no es su sitio.

Cabe reconocer que la crítica de Hughes se basa en la percepción y la identidad. Habrá personas que no tengan problema en ver a un vaquero barbado usando el baño de mujeres, en el entendido de que -sea como sea que luzca- su sexo biológico es femenino. Y viceversa. Pero la realidad es que quienes se oponen a una actitud abierta y tolerante, de acceso a los baños de una manera neutra y que respete la identidad de cada individuo, lo hacen en muchas ocasiones impulsados por el prejuicio, por sus fobias contra la comunidad LGBTQ, por ideologías retardatarias. Ante ello, la campaña de imágenes de Hughes opera como una fuerte sacudida.

Y no es infundada. Como señala el portal Upworthy, en tiempos recientes se han presentado numerosas iniciativas de ley en varios estados para penalizar a la persona transgénero que use el baño que le corresponde según su identidad. Es decir, que castigue a Hughes por usar el baño de hombres y lo obligue, con todo su bigote y su impulso varonil, a usar el baño de mujeres.

En Texas, por ejemplo, se propuso una iniciativa que indica que quien use un baño diferente al establecido según sus cromosomas será sancionado con hasta un año de prisión y 4,000 dólares de multa. Esa propuesta llegaba al extremo de sancionar con al menos 6 meses de prisión y 10,000 dólares de multa al administrador o gerente de un sitio que permita a personas transgénero usar el baño compatible con su identidad. Y en Florida, una iniciativa similar contempló hasta un año de prisión y 1,000 dólares de multa.

Ninguna de esas iniciativas se ha aprobado pero las presiones siguen allí, si bien también hay tendencias crecientes hacia permitir el uso de baños de modo neutro, donde no sean los cromosomas sino la identidad y la decisión individual lo que defina en donde una persona hace sus necesidades.

Las imágenes de Hughes son una declaración poderosa y pertinente al respecto.