El vacío legal que aprovechó López Obrador

Lo que ha hecho no es propiamente un delito, aunque sí es algo que muchos consideran inequitativo

El vacío legal que aprovechó López Obrador

Es un hecho que la propaganda tiene en los medios el vehículo para hacer llegar su mensaje al ciudadano. Particularmente importante para los partidos son la radio y la televisión porque a través de ellos pueden hacer llegar su mensaje a millones de hombres y mujeres a los que solicitan su voto.

Desde que los medios aparecieron en la escena política y los partidos aprendieron que aplicando las técnicas de la mercadotecnia podían obtener “buenos” resultados para sus propósitos de conquistar el poder, se convirtieron en parte central de sus estrategias para crear la imagen de sus organizaciones y candidatos.

Los propietarios de la radio y la televisión aprendieron rápidamente a cobrar cifras elevadas por la venta de sus tiempos de difusión, lo que generó un mercado al que accedían aquellos que disponían de los recursos financieros suficientes para estar en el mayor número de medios y en los mejores horarios donde están los públicos que los ven y escuchan.

Este es el marco en el que se llevaron a cabo los procesos electorales en México y que en diversas ocasiones motivo las protestas de algunos partidos de oposición, tanto de derecha como de izquierda, por la inequidad en la que se encontraban cuando el partido en el gobierno, recurrentemente el PRI, acaparaba lo mejor de la difusión de la radio y la televisión.

La situación de inequidad hizo crisis cuando el PRI fue oposición y los medios electrónicos se inclinaron a favor de quien les pagaba, para eso son negocios, lo que dejó en “desventaja” y con disgusto a los partidos que interpretaron el proceso electoral federal de 2006, como extremadamente influenciado, principalmente por la televisión, a la que se consideró como un factor de poder que podría influir en los resultados electorales, sin haber sido designado por el voto popular.

La reforma política de 2007 sirvió para agregar un capítulo al Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales con el que se buscó poner límites en el uso y abuso de los tiempos de difusión de los partidos en campaña y dar al árbitro electoral la función de administrar el acceso de los partidos a la radio y la televisión.

En la disputa por el poder los partidos y sus candidatos se valen de todas las artimañas a su alcance para burlar la ley. Los especialistas rápidamente encuentran las omisiones y aprovechan para avanzar en sus propósitos.

En la reforma política de 2007 se definió en términos genéricos las características de los contenidos de los mensajes de los partidos, señalando que no fueran ofensivos hacia personas, organizaciones o instituciones. Además indicó las características técnicas y duración de los mensajes, configurando así los Spots.

Desde hace seis meses Andrés Manuel López Obrador empezó la promoción intensiva de su imagen personal, aprovechando las omisiones de la ley, que no señala las características de los contenidos de los mensajes de los partidos en campaña, ni los que el INE le otorga a los partidos como prerrogativas, cuando no están en un proceso electoral, lo que ha permitido que su fotografía haya aparecido en la propaganda impresa de los candidatos de Morena, en las recientes elecciones federales y su voz e imagen hayan sido divulgados en millones de spots de radio y televisión, desde mayo hasta hoy día. Este hecho fue interpretado como un factor que sirvió para que avanzara el partido Morena.

Como el proceso de la sucesión presidencial está en marcha en los hechos y López Obrador ha manifestado que él será candidato de su partido Morena en 2018, algunos políticos han señalado que el uso de los tiempos de difusión que le otorga el INE a Morena le están sirviendo para su promoción personal y eso será inequitativo rumbo a las elecciones federales de 2018, cuando se elegirá al siguiente presidente de la república.

El dirigente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, promotor de la reforma electoral de 2007, informó que su partido “promoverá, junto con los otros institutos políticos, consensos hacia un nuevo ‘‘ajuste’’ en la ley política electoral, para fortalecer la equidad de cara a la contienda presidencial de 2018. Adelantó que una posibilidad es reabrir, ‘‘con límites’’, la compra de espacios en radio y televisión.”

La propuesta de Beltrones es interpretada como una estrategia para poner límites a López Obrador, por su presencia en la radio y la televisión en los ‘‘tiempos oficiales’’ a los que tiene derecho el Estado.

En caso de proceder el cambio legislativo sería una reforma con dedicatoria y ese suele ser un error que tarde o temprano de revierte. En realidad lo que sucede es que los partidos no acaban de hacer una reforma política que beneficie al país y no lo van a hacer porque las reformas que han emprendido son para su beneficio y las van acomodando a su conveniencia. Su interés no es el bienestar del país y la consolidación de la democracia. Su interés es la conquista del poder, lo demás no importa. Es un hecho que la sucesión presidencial ya empezó y también está en marcha el juego sucio que la va a caracterizar.

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