Todo lo que alguna vez te preguntaste sobre el cambio climático

La comunidad científica insiste en la gravedad de un problema que se hace cada vez más palpable en nuestra vida cotidiana: el clima está cambiando, a nivel mundial y cada vez más rápido. Para peor, la totalidad de las consecuencias de este fenómeno son aún desconocidas. Aunque todavía están quienes creen que no es algo preocupante, no son sólo los activistas encolumnados detrás del ecologismo los que advierten de los peligros. La ciencia climatológica, con mayor frecuencia, investiga y saca nuevas conclusiones sobre este hecho inédito para la historia de la humanidad. ¿Hasta dónde puede llegar la Tierra en estas condiciones?

Martín de Ambrosio, periodista y columnista de Científicos industria argentina -el programa conducido por el matemático Adrián Paenza- acaba de lanzar Todo lo que necesitas saber sobre el cambio climático, una explicación detallada de este fenómeno que está en boca de todos. Becado con la Climate Change Media Partnership para la cumbre de cambio climático de la ONU, De Ambrosio recopiló información valiosa para no sólo informar sobre el tema, sino también aportar una mirada crítica.

“Como Europa en el siglo XV necesitamos otro continente, pero no hay más y Marte queda un poco a trasmano todavía”, reflexiona el periodista e investigador. Aquí, un ABC sobre el tema y algunas conclusiones respecto del alcance del este problema que, según el autor, “tiene numerosísimos impactos”.

- El libro está dedicado a “los seres humanos del siglo XXX, si acaso”. ¿Tenés una percepción negativa de lo que pueda pasar con la Tierra en unos mil años?

- Es un poco una ironía. Hay algunos problemas, que pueden tornarse graves desde el punto de vista de supervivencia de la especie. De todos modos, mil años es un período de tiempo muy grande, difícil de abarcar para el sentido común. Pensemos que en el 1014 todavía no había nacido el chozno de Colón, por decir algo.

- Si tuvieses que resumir qué es y por qué sucede el cambio climático, ¿cómo lo explicarías?

- Básicamente, ocurre según los científicos por el efecto invernadero. Es decir, entra radiación solar, que genera calor, y ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano principalmente, lo retienen en la atmósfera. La curva de dióxido de carbono está en un pico demasiado alto en estos momentos y no hay indicios de que baje, sino más bien lo contrario.

- ¿Qué es y por qué es tan importante la “criósfera”, a la que le dedicás una parte del libro?

- Es la parte del sistema climático está congelado. Es importante por al menos tres motivos: los glaciares son clave como reserva de agua dulce para muchas zonas del planeta (vía deshielos periódicos); por las áreas polares cuyo deshielo puede generar un aumento del nivel de los mares; y por último, y esto es menos conocido, porque zonas permanentemente congeladas de Siberia contienen altísimas cantidades de metano que pueden emitirse a la atmósfera si se diera una cierta temperatura.

- ¿En qué aspectos de nuestra vida cotidiana podemos sentir los coletazos del cambio climático?

- Los impactos son numerosísimos y pueden ser directos, a través de olas de calor, sequías o inundaciones, o indirectos a través de problemas económicos derivados. Pero también tiene efectos en la salud: por ejemplo, la emergencia de "nuevas" enfermedades, como el dengue o el chikungunya, debido a la tropicalización de algunas zonas de Argentina. Eso, si no somos habitantes de algún país insular como las Maldivas, cuyo gobierno busca una migración controlada de su población ante la posibilidad concreta de que buena parte del territorio quede bajo las aguas del Pacífico. O si tenemos inversiones inmobiliarias en Venecia o zonas anegables de Miami, por decir algo que le puede pasar a cualquiera de nosotros.

- Cada vez se percibe más que en pleno invierno aparecen días de verano, y viceversa. ¿Tiene esto una relación directa con el cambio climático, o es más bien un fenómeno que puede suceder?

- Aunque la pregunta parece tener una opción de hierro, la respuesta puede ser sí y sí. Es decir, el cambio climático no tiene que ver con eventos particulares, sino que es el resultado de modificaciones en los promedios de vastas zonas del globo en cuanto a temperatura, precipitaciones y demás datos climatológicos, de modo que un hecho en particular no lo confirma ni lo desmiente (una golondrina no hace calentamiento global). Pero lo que sí vienen diciendo desde hace más de una década los científicos es que uno de los efectos del cambio climático tiene que ver con la mayor frecuencia de los llamados eventos extremos, situaciones inusuales y catastróficas. Entonces... algo tiene que ver.

- ¿Por esto decís que la palabra “promedios” es clave a la hora explicar el cambio climático?

- Claro, los promedios se tornan centrales.

- ¿Qué es la “huella de carbono” y por qué es importante reducirla?

- Llaman así los grupos ambientalistas a las emisiones de cada una de las actividades de las personas. Una de las opciones siempre remarcadas es evitar lo que implica más emisiones. Lo más típico es ir en auto cuando se puede ir en bicicleta. Pero también en Europa hay una conciencia que abarca a todo tipo de consumos, concretamente cómo se hacen los productos que consumimos a diario.

- En tus conclusiones sobre los congresos que organiza la Organización de las Naciones Unidas señalás que hubo pocos avances en cuanto a decisiones globales. ¿Cuál es el mayor obstáculo para producir un verdadero cambio?

- En un principio el escollo fue político-económico: no se quería sacrificar toda la manera de ser de la economía global a cambio de un hipotético bienestar ecológico. La clave está en los intereses concentrados de los productores de combustibles fósiles y de las industrias que vienen asociadas. El esfuerzo por invertir en energías renovables ha sido altísimo en los últimos años pero a todas luces no ha alcanzado. Eso estuvo en la base de la renuencia por ejemplo de los Estados Unidos a refrendar el protocolo de Kyoto en su Congreso. A la vez que los, a mi entender justos, reclamos de potencias emergentes como India o China, y un poco Brasil también, de no mermar su crecimiento por exigencias "verdes".

- ¿Creés que el cambio climático es un problema intrínseco del sistema productivo actual o más bien puede separarse y hacer más “amigable” al capitalismo con la idea de frenar este fenómeno?

- Creo que el movimiento por usar otro tipo de energías, renovables, y por hacer que las principales industrias tengan modos ecológicamente sustentables de producir forma parte de un fenomenal recambio productivo que se puede dar dentro mismo del capitalismo. Aunque muchos que se sienten atacados han asimilado al ecologismo al comunismo, creo que la tendencia dominante lo plantea como una propia tendencia dentro de ese mismo modelo. De todos modos hay un problema con el capitalismo –bueno… más de uno-, pero en particular me refiero a algo que es fetiche en todos los gobiernos sean de la tendencia que fueren: el fetichismo del crecimiento. Todos quieren hacer crecer su PBI, pero ese crecimiento tiene sus límites, en cuanto a recursos, a personas: lo que siempre suele decirse es "tenemos un solo planeta", ¿hasta dónde vamos a seguir creciendo, a costa de qué? Como Europa en el siglo XV necesitamos otro continente, pero no hay más y Marte queda un poco a trasmano todavía.

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- ¿Cuál es el peor escenario posible que se puede llegar a experimentar en los próximos años? ¿En dónde se verá el impacto?

- Algunos escenarios que plantean los científicos para fin de siglo en condiciones de emisiones crecientes hipotetizan hasta un aumento de 6 grados promedio por encima de lo actual. En ese caso, el planeta se haría bastante invivible. Esperemos no llegar hasta tanto.