Alberto Víctor, un príncipe rodeado de escándalos y sospechas de crímen

Días atrás publicaba en el Cuaderno de Historias un post sobre la adicción al sexo y las juegas de Eduardo VII del Reino Unido en su etapa como príncipe heredero. Pero éste no ha sido el único miembro de esa familia Real que ha tenido una disoluta vida y que se ha encontrado envuelto en un buen número de escándalos.

[Relacionado: El carismático rey de Inglaterra obeso y adicto al sexo]

En la misma época, estando todavía ocupando el trono la reina Victoria I, su nieto, el príncipe Alberto Víctor, primogénito de Eduardo VII y segundo en la línea de sucesión, también protagonizó unos cuantos extraños episodios que sirvieron para crear alrededor de su figura una serie de leyendas urbanas y teorías conspiranoicas que lo involucraban en escarceos homosexuales, un insólito matrimonio con una plebeya con la que supuestamente tendría una hija y, lo más sorprendente de todo, de estar detrás de los crímenes que se le adjudicaban a Jack el Destripador.

Todas esas teorías se vieron envueltas en un halo de misterio sin resolver debido a la inesperada muerte del joven príncipe cuando todavía contaba con 28 años de edad.

Como todos los demás miembros de su familia, el príncipe Alberto Víctor, al que cariñosamente se le conocía como ‘Eddy’, creció rodeado de lujos, caprichos y en un entorno en el que se le trató entre algodones. Tan solo se le exigía un correcto comportamiento y una formación adecuada a su estatus debido a la posición que ocupaba en el escalafón sucesorio al trono.

Los mejores colegios, los tutores más estrictos a la vez que eficientes y un adoctrinamiento digno de un príncipe, como era el caso. Pero debido a la asfixiante presión de la moral victoriana, las conductas o actos que no estuvieran acorde con su condición simplemente se reprimían y ocultaban como si nunca hubieran pasado. De acuerdo a la rumorología de la época, y basándose en las ambigüedades de su carácter y personalidad, se creía que el príncipe era homosexual o tenía inclinaciones bisexuales.

Esto quedó respaldado al ser mencionado tras una redada llevada a cabo por la policía, el 6 de julio de 1889, en un club privado donde se ejercía la prostitución homosexual en el número 19 de la londinense calle Cleveland. Uno de los encausados, tras ser interrogado, facilitó una lista con los nombres de unos cuantos ilustres clientes que frecuentaban el local entre los que se encontraba el del joven príncipe.

La noticia corrió de boca en boca por toda la ciudad y, sin que hubiera una sola prueba que realmente lo incriminase en el asunto, se dio por hecho que Eddy era un asiduo visitante y que había mantenido relaciones esporádicas con maduros caballeros de la sociedad británica. Cabe destacar que por aquel entonces el príncipe tenía 25 años de edad.

Nunca llegó a salir su nombre, oficialmente, en ninguno de los informes que realizó la policía ni se le citó para interrogatorio alguno.

Otro de los asuntos con los que se ha relacionado, directa e indirectamente, al príncipe Alberto Víctor fue con los crímenes de ‘Jack el Destripador’ que tuvieron lugar en 1888.

Pero en su época poco se especuló sobre la posible vinculación, sino que todo cogió fuerza casi un siglo después, cuando a partir de la década de 1960 varios autores e investigadores sobre el sanguinario asesino londinense sugirieron el nombre del príncipe como uno de los posibles ‘Jacks’ (de los muchos que han surgido) e incluso se creó una teoría, mucho más difundida, en la que se señalaba a la propia monarquía británica como la instigadora de los crímenes a través de William Withey Gull, médico personal de Alberto Víctor y cuyo nombre también aparece en las largas listas de sospechosos de ser Jack el Destripador.

Una de estas teorías apunta a que el príncipe se enamoró y mantuvo relaciones con una joven plebeya llamada Annie Crookque trabajaba como dependienta en un comercio de Londres. Hay que tener en cuenta que esto se sitúa en 1888, un año antes del mencionado escándalo del prostíbulo de la calle Cleveland y, por lo tanto, todavía no se le acusaba de homosexual.

Resulta que Eddy, tras enamorarse de la joven, decidió casarse con ésta y tuvieron una hija en común. Supuestamente cinco prostitutas tuvieron conocimiento del matrimonio y descendencia del príncipe y Annie Crook, y decidieron chantajearlo. Fue entonces cuando la reina Victoria I pidió al médico William Withey Gull que se encargara de eliminar cualquier tipo de evidencia y testigos de aquel turbio asunto.

Parece ser, tal y como relatan algunos de esos expertos que apoyan esta teoría, que Gull padecía de algún trastorno mental (algunos apuntan que debido a un tumor cerebral) y se le fue el asunto de las manos, cometiendo la autentica carnicería que valieron al asesino el sobrenombre de 'Destripador'.

Tal y como indicaba al inicio del post, todo lo relacionado con la vida privada del príncipe Alberto Víctor quedó sin resolver y en un extraño halo de misterio debido a su prematura muerte el 12 de enero de 1892 a causa de una neumonía.

TE PUEDE INTERESAR: CRONICAS SIN CONTAR

Historia original: Yahoo España