Aprendiendo a seducir
A veces nos preguntamos por qué hay mujeres que seducen más que otras. Y en varias oportunidades se escucha la frase "no soy seductora". Pero en realidad todos somos seductores desde que nacemos. Para seducir hacemos gestos, decimos cosas, y nos comportamos de diferentes maneras que pueden conquistar a algunas personas y a otras no. Pero aquí está la clave: No es posible seducir a todo el mundo; no se puede gustar a todos en todos nuestros comportamientos. Como tampoco es posible que gustemos a nuestra pareja en todas nuestras facetas, en todos nuestros actos, en todas nuestras opiniones.
Para ser seductor lo importante es reconocer las propias capacidades innatas, saber presentarlas adecuadamente y trabajar con uno mismo para desarrollar aquellos aspectos en los cuales tenemos mayores limitaciones. Pero no consiste en crear un personaje, ni de imitar modelos o estereotipos de belleza que se muestran en los medios. Se trata de buscar qué es lo mejor de cada una, y qué es lo que más valoramos de nosotras mismas, para poder construir una imagen propia que nos permita seducirnos y seducir mejor a los demás.
Pero ¿por qué a veces no nos sentimos capaces de seducir? Por miedos, vergüenza y por una baja autoestima: la imagen que nos hemos formado de nuestra propia persona, desde pequeños, refleja las opiniones que tienen los otros sobre nosotros y esto influye mucho en nuestra conducta.
Tener una buena autoestima es tener un buen auto-concepto y una buena valoración propia. Pero para esto es fundamental ser realistas, ver defectos y virtudes. Y por sobre todo, saber que nuestra vida transcurre entre éxitos y fracasos que podremos ir aceptando y asumiendo en la medida que tengamos confianza y seguridad en nosotras mismas.
Cómo llamar la atención del otro
Si bien cada persona es diferente, y no existen trucos universales a la hora de seducir, sí existen una serie de habilidades que permiten acercarse a la otra persona y captar su atención. Hablamos y seducimos con el cuerpo y con las palabras. Todo comunica; siempre lo estamos haciendo, con una palabra, un gesto, un sonido, en una conversación, etc. Todos nuestros movimientos corporales y posturas comunican. Por eso es importante adoptar posturas corporales relajadas. ¿Un consejo? Podemos imaginarnos que somos un árbol fuerte, lleno de flores y bien enraizado en la tierra. Para seducir hay que tener buena disposición, seguridad en una misma y saber utilizar el cuerpo y los cinco sentidos: La vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto. No nos olvidemos que también las palabras, fundamentales para empezar a relacionarnos con otras personas, expresan cómo estamos y cómo nos sentimos. De ahí la importancia de usar palabras positivas y atractivas, mirando a los ojos, sonriendo, y sin efectuar interrogatorios, mostrando interés en lo que la otra persona siente mientras conversan.
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