¿Un gato loco?

Muchos siglos antes de que los gatos se convirtieran en una de las mayores atracciones de Internet, ya los humanos habían inventado los espejos. Según los hallazgos arqueológicos, las primeras superficies pulidas que fomentaron nuestra vanidad datan de 6000 años antes del nacimiento de Cristo y fueron encontradas en la actual Turquía. En América las civilizaciones precolombinas se especializaron en el uso de la piedra volcánica de obsidiana unos dos milenios antes de nuestra era.

Pero los gatos no conocen la historia de la civilización humana, así que ignoran el valor de los espejos en nuestra vida cotidiana. Para un minino se trata simplemente de otro gato, probablemente un rival que deseará su comida u otras comodidades hogareñas. Y cuando lo observa, entonces estalla la pelea, como en este gracioso video del "Gato blanco loco", publicado en Youtube.

De acuerdo con los resultados de la polémica Prueba del Espejo, desarrollada por el psicólogo estadounidense Gordon Gallup en 1970, ni perros ni gatos son capaces de reconocerse en un espejo, una habilidad sin embargo presente en algunas especies de primates, delfines, elefantes, orcas y en las urracas. El test, cuya validez ha sido cuestionada posteriormente, aspira a demostrar la autoconciencia de los animales.

Algunos comentaristas han criticado el video por considerarlo una expresión de crueldad contra los animales. La muchacha que graba la escena no parece albergar grandes remordimientos mientras se ríe de la súbita "locura" de su gato. Otros internautas han manifestado más interés en los atractivos de la joven que en la agitación gatuna. Y es que para gustos se han hecho colores y los espejos… no son saludables para Micifuz.