Diseñan pizza que aguanta hasta 3 años sin echarse a perder

No hice la mili, (en su lugar me tocó colaborar con el Insalud durante 13 meses) pero muchos de mis amigos si, y recuerdan con bastante amargura la comida enlatada que les daban durante las maniobras de supervivencia. Afortunados, al menos contaban con un hornillo de alcohol con el que calentar aquellas alubias de tercera. Imagínate tener que comer bazofia fría mientras te juegas la vida por tu país en un área remota en el que encender un fuego (por pequeño que sea) puede delatar tu posición. Por evitar este peligro, el ejército estadounidense comenzó en 1981 a remplazar la comida enlatada por "Alimentos Listos para Comer" (o MRE por sus siglas en inglés). Pero hay algo que no han podido nunca incorporar a la lista de MRE, pese a que los soldados se mueren por ella. ¿Qué será?

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La respuesta es pizza. Desde que se realizan consultas anuales a los soldados estadounidenses, sobre qué nuevas recetas añadir a las MREs, la pizza figura siempre en primer lugar. Pero si fuese sencillo diseñar porciones de este alimento, que duren en buenas condiciones meses, o incluso años, no os estaría hablando de esto en un blog de ciencia.

En efecto, hasta el momento y a pesar de que las MREs van envasadas al vacío, la humedad del tomate, del queso y de los ingredientes, siempre se traspasaba a la masa, creando de este modo una mezcla perfecta para que creciesen en ella el moho y las bacterias generadoras de enfermedades. En el labotarorio del Centro Natick para la Investigación, Desarrollo e Ingeniería del Soldado (dependiente de la armada estadounidense) creen haber dado por fin con la solución al problema.

Según puedo leer, el secreto está en algo más que la masa: ingredientes humectantes (como el azúcar, la sal y el sirope) que se unen al agua y evitan que se mueva hasta la masa. Además los científicos han alterado la acidez de la salsa y del queso para que las bacterias encuentren más dificultades a la hora de invadirlos. Finalmente han añadido limaduras de hierro a los plásticos que envuelven las raciones, para que absorban cualquier resto de aire que haya quedado en la bolsa.

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¿El resultado? Aparentemente una ración de pizza que puedes dejar a temperatura ambiente hasta 3 años en una estantería, y con la que pasado ese tiempo podrías alimentarte sin miedo a enfermar. La pregunta del millón es: ¿cómo sabrá esa pizza modificada?

Bien, según puedo leer en Physorg, los soldados aún no la han degustado por tratarse de un prototitpo que aún no ha sido aprobado, así que tendremos que fiarnos de los gustos (eminentemente interesados) de los científicos que han desarrollado la receta. Según ellos, la pizza está bastante buena, y a pesar de que hay que comerla fría, recuerda bastante a los típicos paninis que todos hemos hecho alguna vez al horno aprovechando el pan sobrante, echándole cosas encima.

Ahora solo falta que aquellos que de verdad la van a disfrutar (o padecer), es decir los soldados, se pronuncien al respecto de la nueva Pizza, que viene en dos sabores: pepperoni o pavo (han pensado en los musulmanes que no comen cerdo). Cuando la prueben, seguramente recuerden con nostalgia a la que dejaron atrás, en sus restaurantes favoritos allá en sus ciudades de origen. Pero menos da una piedra ¿verdad?

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Yo lo que me pregunto con miedo es: ¿se atreverá el ejército español a hacer algo parecido con la empanada gallega?

Me enteré leyendo Phys.org.