El secreto de la fidelidad

Si de algo me siento orgulloso es que mientras he estado en una relación formal, nunca le puesto los cuernos a ninguna de mis novias. De hecho, cuando en algún momento me llegué a sentir atraído o enamorado de alguien más lo tomé como una señal que algo no estaba bien conmigo o con mi relación. Hubo veces que pude arreglar el problema y seguir adelante con el noviazgo, pero en otras tuve que cortar antes de inmiscuirme con alguien más. No se es infiel, si no se está en una relación.

¿Hay una receta para la fidelidad? - Thinkstockphotos
¿Hay una receta para la fidelidad? - Thinkstockphotos

Esto no significa que no me equivoque sistemáticamente y que tenga un sinfín de defectos, como el llamado “ojo alegre”, es decir, voltear a ver a cuanta mujer guapa se cruce en mi camino, sin importar que mi pareja esté al lado. Otro aspecto que puede ser negativo y malinterpretado si no se tiene el suficiente grado de confianza en la pareja, es que tengo muchas amigas. Tantas, que han servido de pretexto para escribir por los últimos once meses sobre el amor en este mismo espacio. Tener muchas amigas, el escuchar sus historias y problemas, me ha ayudado a entender sus necesidades. He de confesar que al principio no me convertí en el mejor amigo por fines altruistas. La verdad es que mi intención era más bien didáctica. Quise aprender de las mujeres para cerrar esa brecha que separa a ambos géneros y desmitificar que son indescifrables. No es que las mujeres sean difíciles de entender, sino que los hombres no solemos tomarnos la molestia de hacerlo.

Tener amigas no fue el único método que seguí para tratar de lograr mi meta. También me arrojé a una soltería de poco más de siete años, en la cual no discriminé mucho. Mi objetivo era salir con todo tipo de mujeres y no hacer mucho caso a los paradigmas y prejuicios que había creado. Por ejemplo, en mi juventud rechazaba por completo a las fanáticas de Luis Miguel y, como era de esperarse, esto redujo considerablemente la base de posibles candidatas. Siete años más tarde me topé con la mujer con la que vivo hoy, que, por cierto, tiene varias canciones de Luis Miguel en su iPod. Nos conocimos de una forma inesperada y jamás pensé que fuera a acabar con ella. No obstante, nunca había conocido a alguien con sus cualidades.

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La infidelidad puede surgir por varios motivos. Con solamente hacer una búsqueda sencilla en la red, se pueden encontrar millones de libros que tratan de explicar los orígenes, las tendencias, las causas, las consecuencias y las diferencias del adulterio. En lo personal, yo descubrí que son tres los ingredientes para ser fiel. El primero es tener fuerza de voluntad y, al igual que en una dieta, se deben vencer los deseos de quebrantarla.

El segundo es no perder la capacidad de asombro y mantener el dinamismo dentro de la relación. Durante la carrera de economía algún maestro me enseñó que la situación ideal para hacer un cambio radical en una empresa es cuando sus ventas están en su punto más alto. La explicación es que un buen cambio, en un buen momento, hace que la tendencia de éxito se mantenga al alza, mientras que si uno espera a que ésta se desacelere, entonces pierde el impulso positivo. He encontrado que este mismo precepto aplica en varios aspectos de la vida, incluyendo las relaciones. Si uno logra identificar el punto en el cual una acción se empieza a convertir en rutina —como ir a comer al mismo restaurante todos los domingos, o quedarse en casa los viernes para ver películas, y me refiero al acto en sí de ver cine en la tele— y logra darle la vuelta antes de que se vuelva tediosa, la inercia del idilio mantiene su curso.

Un giro es justo lo que hemos decidido hacer con las Crónicas del Mejor Amigo. Al igual que en una relación que ya ha adquirido un cierto nivel de confianza, el formato de este blog cambiará para hablar de los temas que estaban velados en las historias de una manera más directa y frontal, conservando el factor anecdótico de las mismas y, por supuesto, el punto de vista masculino sobre el amor y sus bemoles.

Esto me lleva al tercer punto sobre cómo lograr ser fiel y es creer en el proyecto con el que uno se comprometió, sin importar cuál sea. Cuando ambas partes comparten los mismos ideales, difícilmente los pondrán en juego por un rato de diversión.

Twitter: @AnjoNava

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