Los efectos que aún provoca Chernóbil sobre los jabalíes de Alemania y su economía
Han transcurrido 28 años desde que ocurrió el desastre nuclear de Chernóbil, perteneciente en la actualidad a Ucrania, pero sus consecuencias aún se dejan sentir. Incluso en territorios alejados de la catástrofe. Así sucede en países como Italia y Alemania. Las últimas pruebas realizadas en la provincia germana de Sajonia han confirmado que todavía más de uno de cada tres jabalíes que abundan en sus bosques sufren altos niveles de radiación.
Las autoridades lo atribuyen al accidente de Chernóbil y las consecuencias afectan, en primer lugar, a la salud de los jabalíes, pero también a los alemanes, que además de privarse de comer la preciada carne del animal –con tales niveles de radiación no es apta para el consumo humano-, les supone costes económicos.
Porque el Gobierno de Alemania, desde 2012, obliga a los cazadores a medir los niveles de radiación de sus presas, y les paga por retirar del mercado las que superan el límite establecido. La cifra anual ronda el medio millón de euros. "No cubre la pérdida por no vender el jabalí, pero al menos cubre los costes de destruirlos", señala a Bild Steffen Richter, el jefe de la Asociación de Cazadores del Estado de Sajonia.
Además, el coste para las arcas públicas va en aumento. La población de jabalíes –y su caza- está creciendo y nadie prevé que el problema de radiactividad en los bosques alemanes vaya a desaparecer pronto. De hecho, con las pruebas realizadas a los animales, los niveles descubiertos entrañan, según los expertos, que los riesgos permanecerán por al menos otros 50 años más.
El estudio realizado en Sajonia estima que en el último año 297 de 752 examinados han superado el límite de seguridad de radiación. El empeño de Berlín es evitar que estos animales contaminados lleguen a las cocinas de las casas y restaurantes de Alemania. De ahí las compensaciones que otorga a las asociaciones de cazadores. El objetivo es también concienciar a la población de los riesgos que entraña la carne de jabalí que no supera todos los controles sanitarios oficiales.
El alto nivel de radiación de los jabalíes de Sajonia se debe a Chernobil. A pesar de separarlas 700 kilómetros, el viento y la lluvia expandió las partículas radiactivas por toda Europa occidental. Esto provocó la contaminación de los suelos. Y los jabalíes se alimentan fundamentalmente de hongos y setas que prácticamente están enterrados.
Los efectos de la radiación nuclear sobre los jabalíes oscurecen aún más la imagen que provocan estos animales en algunos alemanes por sus habituales invasiones de las autopistas, que obligan a cortar el tráfico, o por sus esporádicos ataques a personas, como el que le ocurrió a un hombre en silla de ruedas en Berlín hace cuatro años.
Publicado originalmente en Historias para no quebrar.