Las nueve fronteras antes de que el planeta enloquezca

La deforestación influye en varios de los límites planetarios (AFP | Chaideeer Mahyuddin)
La deforestación influye en varios de los límites planetarios (AFP | Chaideeer Mahyuddin)

El mundo estable que los humanos hemos disfrutado en los últimos 10.000 años podría cambiar radicalmente en las próximas décadas. Aunque los científicos más serios prefieren no anunciar el apocalipsis, algunos coinciden en que nos acercamos a una zona de gran incertidumbre. Nadie sabe con precisión cómo reaccionará el planeta cuando hayamos traspasado ciertos umbrales.

Un grupo de investigadores elaboró en 2008 una lista de nueve límites planetarios que la humanidad no debería vulnerar si desea mantener las condiciones que permitieron el desarrollo de la civilización. La mala noticia: ya hemos quebrado cuatro; la buena: los creadores de este nuevo paradigma creen que poseemos el conocimiento científico suficiente para revertir las tendencias destructoras de nuestro entorno.

Los nueve pasos antes del fin

El equipo reunido por el Instituto Ambiental de Estocolmo, la Fundación Tällberg y el Stockholm Resilience Centre, actualizó recientemente la lista de “fronteras” críticas en la evolución del planeta. La influencia acelerada de la actividad humana sobre el ambiente desde la década de 1950, nos ha empujado al borde de un abismo cuyas entrañas podrían ser fatales para nuestra especie. Estos son los límites a considerar:

1 - El cambio climático: Si bien el tema suele tratarse con una perspectiva de futuro, en este caso ya hemos cruzado el umbral. Los científicos toman en cuenta la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. El máximo recomendable, 350 partes por millón, fue rebasado hace tiempo. Hoy se estima que esa proporción alcanza 396,5.

El uso de la tierra para diversas actividades económicas altera los ciclos naturales (AFP| Cris Bouroncle)
El uso de la tierra para diversas actividades económicas altera los ciclos naturales (AFP| Cris Bouroncle)

2 - El cambio en la integridad de la biósfera: Este elemento, junto al anterior, integran lo que la comunidad científica llama “límites básicos”. La extinción de especies ha alcanzado un ritmo frenético en el último medio siglo: todos los años perdemos entre 100 y 1.000 por cada millón que aún alberga el planeta. Cada desaparición provoca perturbaciones en los ecosistemas, algunas de las cuales podrían ser irreversibles.

3 - Flujos biogeoquímicos (en particular los del fósforo y el nitrógeno): Otra de las fronteras violadas. Se estima que la industria y la agricultura utilizan en la actualidad más nitrógeno que todas las formas naturales de procesamiento de este elemento. El uso extensivo de fertilizantes a base de estos químicos desborda la capacidad de absorción de las plantas y del suelo. Una parte importante es arrastrada por las lluvias y termina en el mar, donde está generando desastres ecológicos.

4 - Cambio en el uso de la tierra: Este es el cuarto de los límites que hemos dejado atrás. Las selvas tropicales del planeta, los humedales, los pastizales y otras regiones boscosas desaparecen empujadas por la agricultura y la ganadería. El tope propuesto era de 15 por ciento de la superficie terrestre no cubierta por hielo, convertida en áreas de cultivo. La explotación de la tierra trastorna los ciclos del carbono, el nitrógeno y el fósforo, modifica el curso de las aguas y destruye los bosques, una pieza clave en el clima del planeta.

El aire contaminado provoca la muerte prematura a unas 800.000 personas al año (EFE/Rolex Dela Pena)
El aire contaminado provoca la muerte prematura a unas 800.000 personas al año (EFE/Rolex Dela Pena)

Además, los expertos vinculados al paradigma de los “Límites planetarios” han alertado sobre las consecuencias de agotar la capa de ozono; incrementar la acidificación de los océanos; aumentar la emisión de determinadas sustancias tóxicas, metales pesados y materiales radioactivos; reducir las fuentes de agua y alterar el sistema hidrológico; y recargar la atmósfera con aerosoles, producto de la condensación de gases contaminantes.

¿Otra alarma en vano?

Los promotores de este nuevo acercamiento a los problemas ambientales no pretenden contribuir al guión de una película catastrofista. El paradigma de los “Límites planetarios” apunta más bien a que políticos, empresarios y organizaciones de la sociedad civil comprendan cuáles son los riesgos de traspasar determinados extremos, porque el planeta puede dejar de funcionar como hemos conocido hasta hoy. El deshielo acelerado del Ártico en verano constituye un ejemplo claro del comportamiento inusual de un sistema cuando pierde su capacidad de adaptación a los cambios.

Este grupo de profesionales de la ecología, la geología, la química, la biología marina, la ciencia atmosférica y la economía participan en el nacimiento de un nuevo campo científico multidisciplinario, la Ciencia de los Sistemas de la Tierra. Ellos reconocen que aún quedan vastas regiones inciertas después de las nueve “fronteras”, pero más allá nos aguarda quizás un agitado viaje sin retorno posible.

TE PUEDE INTERESAR: Los países que más contribuyen al cambio climático