¿Por qué no todos los afectados por el ébola sangran por todos sus orificios?

Virus del Ébola. / A. DOWSETT, HEALTH PROTECTION AGENCY/SPL/PHANIE/phanie (Le figaro)
Virus del Ébola. / A. DOWSETT, HEALTH PROTECTION AGENCY/SPL/PHANIE/phanie (Le figaro)

Si le preguntas a cualquier persona de la calle cuáles son los síntomas del ébola, probablemente acaben por mencionar al más siniestro: humanos sangrando por prácticamente todos sus orificios corporales. Sin embargo en esta ocasión, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC) apenas el 18% de los afectados por este brote padecen el llamado síndrome hemorrágico, lo cual parece desconcertar a los científicos. En LiveScience han entrevistado a Ángela Rasmussen, investigadora y profesora asistente de Microbiología en la Universidad de Washington, para hablar de esta peculiaridad del brote de 2014, sin duda el peor de la historia.

Nociones básicas para entender las noticias sobre el brote del virus Ébola

El síndrome hemorrágico suele darse en las últimas etapas de la enfermedad, es decir entre 24 y 48 horas antes de la muerte. En un brote típico de ébola, entre un 30 y un 50% de los enfermos presentan este síndrome, sin embargo en el iniciado a comienzos de 2014 en Guinea-Conakry, este síntoma terminal únicamente aparece en el 18% de los casos, lo cual llevó a pensar a raíz de los primeros casos, que el virus responsable tal vez no fuera el ébola. Hoy, con más de 7.400 personas infectadas y más de 3.400 muertos, el brote ya es considerado el peor de la historia. En España y EEUU lo saben bien a raíz del caso de Thomas E. Duncan, la enfermera Nina Pham y la auxiliar Teresa Romero.

LA CRONOLOGIA DE LA EPIDEMIA:La investigadora Ángela Rasmussen cree que esta baja incidencia del síndrome hemorrágico, unido al hecho de que el brote se iniciara lejos del área tradicionalmente asociada a la irrupción de este virus (Zaire), puede explicar la tardanza en reconocer al brote de Guinea-Conakry como de ébola. Rasmussen añade: "sin este síndrome, los síntomas de la enfermedad son muy similares a los de la malaria o el tifus".

El síndrome hemorrágico aparece como consecuencia de la infección del hígado, que se da por el excesivo crecimiento del virus. El hígado es el órgano que fabrica las proteínas que ayudan a que la sangre coagule. En condiciones normales, los factores de coagulación circulan a través del organismo deteniendo las hemorragias allí donde aparecen. Sin embargo, el virus de ébola causa inflamaciones graves que pueden llevar a que las proteínas de coagulación se sobreestimulen, formando pequeños tapones que obturan los vasos sanguíneos. Estos coágulos, pueden a su vez bloquear el flujo de sangre a órganos vitales como el hígado, cerebro o riñones, provocando serios daños en ellos. Finalmente el cuerpo agota sus factores de coagulación, y el hígado infectado es incapaz de fabricar más.

Mientras tanto, las células infectadas del sistema inmunológico quedan fuera de control, provocando una respuesta inflamatoria caótica. Esto hace que las células que recubren los vasos sanguíneos aumenten de volumen, dejando huecos entre ellas por donde escapa la sangre. Esto es lo que inicial el síndrome hemorrágico.

Rasmussen y sus colegas están estudiando los efectos del ébola en ratones. Según lo observado en sus experimentos, entre un 20 y un 25% de los ratones infectados desarrollan un caso leve de ébola, que les hace perder peso y les deja "tirados anímicamente", aunque luego suelen recuperarse y sobrevivir.

Otro grupo formado por entre el 30 el 40% de los ratones infectados, muestran síntomas severos, pero no sangran. Sus hígados muestran un color pálido, lo que indica un caso grave de hepatitis. Mueren antes de (o sin) presentar los síntomas hemorrágicos.

Y finalmente está el 40% restante, que muestran el síndrome hemorrágico completo. En el momento de la muerte su sangre es incapaz de coagular y muestran niveles muy bajos de suero fibrinógeno, una molécula importante para la coagulación.

Rasmussen añade: "los que desarrollan el síndrome hemorrágico mueren entre el día siete y el décimo, lo cual es muy similar a lo que vemos en humanos. El sangrado puede darse en cualquier parte del cuerpo. Las personas infectadas pueden tener hemorragias internas o mostrar sarpullidos petequiales, un signo de que los capilares de la piel están sangrando".

Los trabajos genéticos con ratones podrían ayudar a que los investigadores aprendieran por qué algunas personas desarrollan el síndrome hemorrágico y otras no. Rasmussen y sus colegas están examinando si existen factores genéticos que predisponen a que un individuo sangre.

Historia original: Yahoo España.