Un juez dictará si practicar yoga en escuelas públicas es anticonstitucional

Lo que podría considerarse la batalla por el yoga está por concluir en una corte de San Diego, California. Y esta lucha va mucho más allá de esa peculiar travesía estática que quienes practican el yoga realizan con meditación, respiración y geométricas posiciones corporales para mejorar, según la preferencia o creencia de cada uno, su bienestar físico o su vida espiritual.

Los padres de un niño que asiste a una escuela en el Distrito Escolar de Encinitas, California, presentaron una demanda por considerar que la práctica del yoga en los centros educativos públicos viola la separación de la iglesia y el estado consagrada en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

Stephen y Jennifer Sedlock, los demandantes, consideran que el yoga va más allá de un ejercicio físico y que tiene implicaciones vinculadas con el hinduismo, el budismo y otras prácticas religiosas. Los Sedlock han recibido el apoyo de la organización National Center for Law and Policy, organismo de filiación cristiana que, según su sitio web, “se enfoca en la protección y promoción de la libertad religiosa, la santidad de la vida, el matrimonio tradicional, los derechos de los padres y otras libertades civiles”.

Pero esta pugna, que aunque podría parecer bizantina ha sido tomada muy en serio por ambas partes en litigio, comenzó hace ya meses y está por tener su desenlace legal cuando el juez John Mayer emita un veredicto, presumiblemente este 26 de junio.

El Distrito Escolar de Encinitas empezó un programa de yoga en sus escuelas con el apoyo de $500,000 otorgados por la Fundación K.P. Jois, que promueve el bienestar infantil con apoyo en técnicas de yoga. Según el propio sitio web de esa fundación, su objetivo en el trabajo en escuelas es “usar técnicas de yoga, meditación y nutrición apropiada para crear un cambio positivo en el estilo de vida”.

Así, una práctica practicada por millones que promete bienestar físico y espiritual y que, en buena medida, está ya plenamente acoplada con el modo de vida contemporáneo es vista por otros como una forma de adoctrinamiento religioso que viola la Constitución.

Según reportes en medios, el Distrito Escolar de Encinitas recibió algunas quejas de ese programa, cambió el uso de palabras en sánscrito por otras en inglés durante ejercicios de yoga (¿un adiós al famoso ‘Om’?) y dio a los padres la opción de que sus hijos no participen en ese programa. Pero los Sedlock persistieron y con el apoyo del National Center for Law and Policy presentaron su demanda para tratar de poner fin al yoga en las escuelas de Encinitas.

Para fundamentar su alegato, los demandantes presentaron entre otros elementos un testimonio de Candy Gunther Brown, doctora en Historia por la Universidad de Harvard y especialista en estudio de las religiones. Ella testificó que, a su juicio, el programa de yoga de Encinitas “promueve e impulsa la religión, incluidas el hinduismo, el budismo, el taoísmo y la metafísica occidental”.

Con todo, la directora de la escuela primaria Camino Creek del Distrito Escolar de Encinitas, Carrie Brown, testificó que ella solo ha visto en su programa de yoga ejercicios de respiración y estiramiento. De ello se desprende que no se estaría realizando adoctrinamiento religioso. Según la directora, el yoga es uno de los componentes de sus actividades de enriquecimiento que también abordan la música, la computación y el karate.

Cabe que considerar también que el National Center for Law and Policy ha, en el pasado, defendido a grupos cristianos a los que se les ha acusado de realizar proselitismo religioso en escuelas públicas, justo lo que ese grupo critica ahora en el programa de yoga de Encinitas.

En todo caso, ambas partes acordaron dejar al juez Mayer la decisión sobre el caso, en un juicio sin jurado que tendría una inminente culminación. Mientras se da ese falló, algunos quizá respirarán hondo, estirarán y cruzarán al menos los dedos y tratarán de concentrar su mente en un resultado favorable, y trascendente, para su causa.

-Jesús Del Toro es director del periódico RUMBO de Houston. @JesusDelToro