¿De sal, de piedra o de hielo?

Mientras la empresa barcelonesa Galactic Suite sigue dando forma a la idea de un hotel inflable en la órbita terrestre baja y la constructora japonesa Shimizu maqueta el Space Hotel donde se experimentarán condiciones de microgravedad, la compañía Drydocks World en Dubai acaba de firmar un contrato con la firma suiza BIG InvestConsult para desarrollar el Water Discus, un hotel a 10 metros bajo el nivel del mar. ¿Cuál estará listo primero? Por el momento podrías considerar estos otros "hoteles" igualmente insólitos para una escapada (muy) diferente.

El Salar de Uyuni en Bolivia (el desierto de sal más grande visto desde el espacio) es visitado cada año por más de 60,000 turistas y muchos prefieren hospedarse en el primer hotel del mundo con paredes, pisos y techos construidos con bloques de sal. Situado a orillas de la majestuosa llanura, el Palacio de Sal está levantado sobre 4500 m2 y tiene 16 habitaciones con forma similar a la de un iglú, 8 matrimoniales y 8 dobles, con baño privado. Otra de sus atracciones es un campo de golf de 9 hoyos (solamente abierto en la temporada de mayo a noviembre) con superficie de costra salina.

Hace cuatro años Ghassab Al-Bedoul listó su casa en CouchSurfing, una popular red social que ofrece hospedaje a turistas independientes de cualquier parte del mundo, y desde entonces ha recibido a más de 1200 visitantes. La particularidad por la que tantos la eligen cuando viajan a Petra (Jordania) —esta ciudad perdida en el desierto árabe, visitada anualmente por más de un millón de turistas— es porque su casa es una cueva. Ghassab Al-Bedoul, un beduino de 42 años, nació en esta caverna que mide aproximadamente 150 m2 y con capacidad para alojar hasta 8 huéspedes (aunque en su perfil en el portal online especifica que puede ofrecer tiendas de campaña en caso de que sean grupos de más personas). El alojamiento es rústico y sin más lujos que la energía solar, pero la experiencia de vivir una aventura nómada quizás sí sea de 5 estrellas.

Único en América del Norte y con una impresionante arquitectura efímera, el Hôtel de Glace es uno de los proyectos más originales en materia de hostelería. A solo 10 minutos de la ciudad francófona de Quebec (Canadá), cada enero escultores y artistas levantan durante 5 semanas un fascinante edificio sobre una superficie de más de 3000 m2, utilizando 15 mil toneladas de nieve y 500 de hielo. En su edición 2012 el Hôtel de Glace recibió a más de 92 mil personas y celebró 28 bodas en su encantadora capilla de hielo. También ofrecen otros atractivos: esquí, trineos tirados por perros, motos de nieve, masajes y tratamientos de spa. Este es un paraíso para los adictos al frío, ya que la temperatura ambiente varía entre -3° y -5°C (27° y 23°F). Como cada año desde su apertura hace poco más de una década, el hotel cierra con el comienzo de la primavera… hasta el próximo invierno.