No: el ISIS no es el grupo extremista más mortífero del mundo
Los datos muestran que en el año 2014 Boko Haram asesinó a 571 personas más que el autodenominado Estado Islámico.
Tras los atentados de París, el mundo entero ha puesto sus ojos sobre el Daesh (el autodenominado Estado Islámico) y uno de los principales objetivos de Occidente es la erradicación del grupo extremista, que opera fundamentalmente en Siria e Irak, aunque tiene apoyos importantes en países como Egipto o Nigeria.
Sin embargo, hay otro movimiento más mortífero que el ISIS y que no recibe tanta atención. Se trata de Boko Haram, que está asentado en el norte y este de Nigeria y actúa también en los países vecinos como Chad, Níger o Camerún.
Es al menos lo que muestra el último estudio del Instituto para la Economía y la Paz que en su Índice Global del Terrorismo 2015 enseña que Boko Haram es muchísimo más letal que el Daesh. Durante el año 2014 los primeros asesinaron a 6.644 personas, mientras que los segundos acabaron con la vida de 6.073.
Una diferencia notable teniendo en cuenta que en el caso del movimiento nigeriano la cifra puede ser incluso más alta, ya que durante meses han actuado con total impunidad en el norte y el este del país, arrasando pueblos y aldeas ante la impotencia de unas fuerzas gubernamentales que no eran capaces de garantizar la seguridad.
Sin embargo, la forma de matar de ambos grupos es bastante similar. Los dos siembran el terror allí por donde pasan y provocan que los ciudadanos terminen huyendo si no quieren ver cómo sus vidas terminan abruptamente. A los lugares que van controlando les aplican la sharia (código de conducta islámico) de la forma más radical y todo aquel que no cede termina siendo asesinado. Por tanto, escapar o unirse quedan como únicas opciones y es por eso que en países con regímenes políticos débiles, estos movimientos son capaces de seguir creciendo.
Además, la captura de rehenes es una forma que tienen ambas formaciones para financiarse o para nutrir de nuevos miembros al grupo. Ya sea a través de rescates o violando a las mujeres con el objetivo de dejarlas embarazadas y así ampliar el movimento, lo cierto es que tanto Boko Haram como Daesh pretenden seguir expandiéndose más allá de las fronteras internas que ya controlan, por lo que los niños también son muy cotizados porque pueden ser adoctrinados con mayor facilidad.
Quizás una de las principales razones por las que hay esa diferencia de víctimas es que la secta nigeriana solo es capaz de cometer atentados a un nivel más regional -donde tiene más fuerza y por lo tanto puede causar más víctimas-, mientras que el Daesh realiza ataques más allá de los lugares que controla, logrando una mayor repercusión internacional, aunque a costa de reducir el número de muertos.
Pese a los datos, no se puede olvidar que Boko Haram le juró lealtad a Daesh y su líder Abubaker Shekau prometió obedecer a Abubaker el Bagdadi, máximo responsable del ISIS y autoproclamado califa.
¿Pero por qué tienen menos repercusión las barbaridades cometidas por la secta religiosa nigeriana? Pues, tal y como se comentaba anterioremente, porque hasta el momento su capacidad para atentar se ha limitado a África, un continente completamente silenciado, frente al Daesh que ya ha sido capaz de asesinar a rehenes occidentales y atentar más allá de las fronteras de Siria o Irak –París o Beirut son los últimos ejemplos-.
Además pese a matar a más gente, el territorio controlado por unos y otros está lejos de ser similar, así como el control de los recursos naturales. ISIS tiene vastas regiones y explota los recursos, mientras que Boko Haram está mucho más asentado en zonas rurales y más deprimidas.
Detrás de estos dos movimientos, el estudio sitúa a los talibán en Afganistán y Pakistán con 3.477 muertes, a los fulani en República Centroafricana con 1.229 y a Al Shabab, presente en Somalia y autores de matanzas como la de la universidad de Garissa en Kenia, que suma 1.021 asesinatos.
Javier Taeño (@javiertaeno)