Los secretos educativos de Singapur, el país con los niños más listos del mundo

Este conjunto de islas del sudeste asiático se ha convertido en una referencia gracias a la formación de sus estudiantes en las escuelas.

Escuela de Singapur (AP)
Escuela de Singapur (AP)

El país con los niños más listos del mundo está situado en pleno sudeste asiático y cuenta con una población que supera por poco los 5 millones. Sin embargo, ha logrado convertirse en una referencia a nivel mundial en educación, tal y como lo demuestra el informe PISA, que se publica cada 3 años y en el que se estudia el rendimiento académico de estudiantes de 15 años en materias como Lectura, Matemáticas o Ciencias..

Para muchos puede suponer una sorpresa que Singapur, el país al que nos estamos refiriendo, haya logrado unos niveles tan altos en las competencias educativas, sin embargo, lo realmente llamativo es cómo lo ha conseguido en las últimas décadas, dando la vuelta completamente a un sistema que estaba lejos de ser de los más destacados del mundo.

Para conocer un poco las causas de su éxito hay que retroceder atrás en el tiempo, concretamente a antes de la II Guerra Mundial, cuando este conjunto de islas eran un importante puerto británico desde el que se ejercía el comercio. Tras el conflicto, el mercado laboral de Singapur era muy poco cualificado, siendo la alfabetización universal una de las tareas pendientes.

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Pero en los 70 las cosas cambiaron. El secreto que llevó al país de ser una economía precaria a una próspera fue la inversión en educación. Con personal mejor formado se produjo una auténtica revolución tecnológica sustentada fundamentalmente en las aulas.

¿Cómo? Gracias a la calidad de la enseñanza porque los alumnos más brillantes en la escuela se convirtieron en profesores, garantizando que el sistema se siguiese retroalimentando una y otra vez.

Otro de los secretos del éxito también es la forma en la que se transmiten los conocimientos. Necesitaban que esos estudiantes entraran en el mercado laboral con una serie de habilidades aprendidas, por lo que potenciaron la creatividad por delante de los ejercicios de memoria. Los resultados saltan a la vista y muestran la capacitación que tienen los niños de Singapur comparado con los de otros países.

El objetivo es trabajar con ellos desde que son muy pequeños, antes incluso de que lleguen a la escuela primaria, y así potenciar y desarrollar la confianza en ellos mismos que va a provocar que además de la inteligencia incorporen una enorme fortaleza.

Una inversión en personas con una máxima que se cumple siempre: la educación es lo primero.

Javier Taeño (@javiertaeno)