Las golpizas no se quitan con Photoshop

Nikos Romanos, uno de los detenidos (Policía de Grecia)
Nikos Romanos, uno de los detenidos (Policía de Grecia)

La policía de Grecia está en problemas. Y no porque el país europeo ande revuelto como enjambre de abejas en primavera, sino porque sus técnicos manejan la edición en Photoshop (u otro procesador de imágenes) con inigualable torpeza. La publicación de las fotos de cuatro detenidos, magullados a pesar de los retoques digitales, ha indignado a políticos y ciudadanos, que exigen explicaciones sobre la presunta golpiza.

Los cuatro jóvenes fueron detenidos el viernes pasado cuando intentaban atracar dos bancos en Velventos, una localidad norteña de la nación helénica. Según el ministro de Orden Público, Nikos Dendias, la banda amenazó a civiles con fusiles de asalto de fabricación rusa Kalashnikov y tomaron rehenes, antes de ser reducidos por la policía.

“En los enfrentamientos armados no se intercambian flores, y los acusados se resistieron al arresto”, afirmó el funcionario, quien calificó a los muchachos, todos menores de 24 años, de personas “especialmente peligrosas”.

A juzgar por la versión de las autoridades griegas, durante la refriega los agentes del orden tuvieron que emplear a fondo la violencia física, lo cual justificaría los hematomas mal disimulados por la edición en Photoshop. Dendias, en declaraciones a la televisora privada Mega, afirmó que las fotos habían sido retocadas para facilitar el reconocimiento de los inculpados. Quizás sin ese “maquillaje virtual” ni sus padres los habrían identificado.

El ministro helénico ha prometido castigar a los responsables, si se demostrase que luego de la detención ocurrieron otros abusos físicos. Un fiscal de Atenas ha ordenado ya el inicio de una investigación para descubrir si en el incidente se emplearon métodos de tortura como los utilizados en el campo de prisioneros talibanes en la base estadounidense de Guantánamo.

Dimitris Politis, supuesto miembro de un grupo terrorista (Policía de Grecia)
Dimitris Politis, supuesto miembro de un grupo terrorista (Policía de Grecia)

Los chicos arrastran una cadena de explosivos antecedentes que, a los ojos de los más férreos defensores del orden establecido, justificarían el castigo. Yannis Michailidis y Dimitris Politis pertenecen supuestamente a la organización terrorista Conspiración de las Células de Fuego, autores de atentados con bomba contra embajadas y funcionarios europeos, entre ellos la canciller federal alemana Ángela Merkel.

Sin embargo, los críticos de la actuación policial consideran este caso como un ejemplo de las violaciones a los derechos fundamentales de la ciudadanía. “Las declaraciones del señor Dendias son una evidencia elocuente de la deriva derechista del actual gobierno, que está atentando contra los derechos, libertades, en resumen, contra la democracia misma”, sostuvo el partido de izquierda radical Syriza.

“La tortura de detenidos resulta embarazosa para el estado griego. Ni el peso de un acto criminal ni el propósito de un interrogatorio pueden avalar el uso de la tortura contra los detenidos”, aseveró la declaración publicada el domingo.

Reconocida en el mundo por ser una de las cunas de la civilización occidental, Grecia ha ganado una sombría reputación en los últimos años por el caos económico que la ha hundido en la recesión. En ese contexto, la policía helénica no ha prodigado caricias a los participantes en las continuas manifestaciones. A la condena por sus actos violentos ahora sumarán el escarnio por su incompetente manejo de las imágenes.