La ciudad que te desconecta literalmente del mundo

Green Bank (West Virginia), una pequeña ciudad en el condado de Pocahontas, podría ser el paraíso de la relajación y la pesadilla de los amantes de las redes sociales. Aquí no funcionan los celulares, ni WiFi, ni Bluetooth… ¡nada! Puedes girar todo el dial de la radio y no sintonizarás ni una sola estación. No hay transmisores electrónicos y las señales inalámbricas están absolutamente prohibidas.

La remota ciudad está justo en el centro del U.S. National Radio Quiet Zone, un terreno de 13.000 kilómetros cuadrados definido por la Comisión Federal de Comunicaciones, donde la mayoría de los tipos de radiación electromagnética (que incluyen programas de radio y televisión, redes Wi-Fi, celulares, Bluetooth y señales utilizadas por casi todos los dispositivos inalámbricos) están prohibidos.

Las reglas son tan estrictas que un policía patrulla las calles exclusivamente para detectar señales inalámbricas. Sin embargo, esta desconexión con el mundo es necesaria. Esta ciudad de apenas 143 habitantes es el hogar del Observatorio Radioastronómico Nacional de los Estados Unidos (NRAO, por sus siglas en inglés) que alberga el mayor radiotelescopio dirigible del mundo y probablemente el vínculo más poderoso entre la Tierra y el cosmos.

En Green Bank los científicos estudian todos los tipos de objetos astronómicos conocidos, desde planetas y cometas en nuestro propio sistema solar hasta quásares y galaxias situadas a billones de años luz de distancia; y una descuidada señal de radio podría evitar potenciales descubrimientos de signos de vida extraterrestre en otros planetas, por poner un ejemplo. El radiotelescopio Robert C. Byrd Green Bank —también llamado GBT— de 485 metros de altura, tiene casi la misma altura que la Gran Pirámide de Giza y pesa más de 16 millones de libras.

La comunicación de los residentes de Green Bank es bastante limitada: radios de banda corta, alguna cabina telefónica y navegaciones en la web utilizando dial-up (¡con el tedioso sonido del modem de la computadora cada vez que se conecta a la red!) Pero, paradójicamente, la prohibición de todas las señales inalámbricas lejos de provocar un desalojo masivo, ha sido la principal razón para que gente de otras ciudades se establezcan aquí, especialmente los que aseguran padecer de “hipersensibilidad electromagnética”, una enfermedad no reconocida por la comunidad científica que provoca síntomas agudos como mareos, náuseas, erupciones cutáneas, ritmo cardíaco irregular, debilidad y dolores de pecho causados supuestamente por las radiofrecuencias.

Green Bank podrá parecer una insoportable aldea para vivir, pero su Observatorio Radioastronómico atrae cada año a miles de visitantes deseosos de conocer de cerca los telescopios gigantes… y probar, al menos, cómo es un día en el espacio muerto de las comunicaciones inalámbricas.

TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: