La ciudad con el cielo más negro




Por Víctor Lenore


Imaginen el escenario ideal para rodar una película de terror gótico del siglo XIX. Hablamos de la más pequeña de las cuatro islas situadas en el Canal de la Mancha. Se llama Sark (Sercq en francés) y se distingue porque allí las luces no son muy populares.

"Pasan cosas más interesantes en la oscuridad", dicen sus habitantes más vacilones. La isla mide cinco kilómetros cuadrados y tiene poco más de 500 vecinos. Está formada por dos pedazos de tierra: Gran Sark (al norte) y la Pequeña Sark (al sur). Ambas se conectan porun istmo vertiginoso. Hasta el año 1900 los niños debían cruzar arrodillados para que el viento no los arrastrara al precipicio. Más tarde, las autoridades decidieron instalar un pasamanos.

Prohibidos los coches

Los coches están prohibidos, aunque los lugareños usan carruajes, bicicletas, tractores y vehículos de motor para los discapacitados y ancianos. No hay luces de carretera, ni caminos pavimentados, pero sí farolas. Todo eso favorece la aparición del cielo más negro del mundo. La ausencia de contaminación lumínica ayuda a que las estrellas brillen en la oscuridad del cielo como en pocos rincones del planeta.

Gancho turístico
Paul Williams, director de asuntos ambientales de la isla, lo explica así a la prensa internacional: "El hecho de que Sark se haya convertido en la primera isla del mundo para reclamar el título del cielo negro es fantástico y sólo puede tener el efecto de aumentar nuestro turismo. Sark es un lugar maravilloso y este premio se dará a conocer a un público más amplio, que quiere venir en persona para ver la oscuridad de nuestra bóveda celeste". Todo un triunfo del astro-turismo, una corriente que tiene muchos seguidores en Gran Bretaña.

Otras particularidades

Aparte de este fenómeno estético-meterológico, Sark cuenta con otras particularidades. Las primeras elecciones libres se celebraron aquí en 2008. Hasta hace poco, su constitución política era un estado feudal que regía sobre las cuarenta familias que heredaron la propiedad de la isla (muchos de ellos, descendientes de los colonos originales). Aún siguen en vigor muchas leyes promulgadas por la reina de Inglaterra en 1525.

Paraíso fiscal

Solo se puede llegar en ferri desde Guernesey y algunos turistas se ven obligados a desplazarse en vehículos tirados por tractores. En la isla abundan los hombres de negocios. ¿El motivo? Sark también es un paraíso fiscal, desagüe por donde se esfuman los impuestos de muchos países. Seguramente el único aspecto de este lugar más negro que su cielo.