El suicidio de otra chica violada por varias personas alimenta la polémica en India

La joven de 17 años sobrevivió a la -por ahora supuesta- violación, pero no quiso hacerlo. Esta semana, casi un mes después del crimen, ingirió veneno y puso fin a su vida. Dejaba a sus espaldas, aparte de una familia en shock, una denuncia ignorada por la policía del distrito de Patiala (Punjab, India) y una nota explicando que se quitaba la vida tras comprobar que los agentes no hacían nada por ella.

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La de esta adolescente es la última historia en la alambicada polémica que está viviendo India últimamente con las violaciones a jóvenes y la inacción policial ante ellas; un tema que lleva días causando multitudinarias manifestaciones por todo el país y provocando que varias víctimas se atrevan a contar sus escalofriantes casos, esbozando un espeluznante retrato de la realidad de las mujeres en India.

Acaso por la presión social que está recibiendo la policía estos días, dos de los agentes involucrados en el caso de la chica anónima -que aseguraba en su nota haber sido violada por dos hombres y una mujer en el festival hindú de Diwali el 13 de noviembre- han sido despedidos.

Según Paramijt Singh Gill, inspector general de policía en Patiala, se están investigando las acusaciones de la familia de la chica según las cuales recibieron presiones para retirar la denuncia.

No por recibir una especial atención mediática es este caso el único ni representa un atisbo de redención en el país. India está en estado de shock desde el pasado 16 de diciembre, cuando una mujer de 23 años fue violada en un autobús de Nueva Delhi por varias personas. Le robaron sus pertenencias (a ella y a su acompañante masculino) antes de arrojarla a un andén de la carretera.

La mujer sigue en cuidados intensivos e India está, desde entonces, sumida en un alzamiento social contra este tipo casos, con manifestaciones multitudinarias a la orden del día y un seguimiento diario del grave estado de salud de la víctima. Según Kevin Loh, ejecutivo jefe del hospital donde permanece ingresada, ha sufrido un paro cardíaco, tiene los pulmones y el abdomen infectados y una lesión cerebral.

Esta víctima, a la que el público ha llamado Damini (en parte porque significa "rayo de esperanza" y por una película de Bollywood de 1993 v cuya protagonista lucha por la víctima de una violación), se ha convertido en el icono de una oleada de protestas que empezaron el sábado y que fueron recibidas por la policía con cañones de agua.

Se diría que India acusa el repunte de violaciones que ha experimentado en las últimas décadas: de 2.487 en 1971 a 24.206 en 2011. Solo en Nueva Delhi hubo en 2012 más de 600 casos.

El primer ministro Manmohan Singh ya ha anunciado que piensa publicar los nombres de los violadores confirmados para que sean humillados públicamente. También ha asegurado que piensa resolver el caso del autobús en Nueva Delhi lo antes posible pero todavía no ha explicado qué medidas piensa tomar para cerciorar la seguridad de las mujeres, que representan más de la mitad de la población de India. Se estima que lo hará en los próximos tres meses.

Mientras, dos hombres y una mujer han sido detenidos siguiendo la descripción dejada por la chica que ingirió veneno esta semana en Patiala.

Fuente: Yahoo! España
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