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El machismo es el mejor aliado del cáncer

La detección tardía del cáncer de próstata reduce las posibilidades de curarse (AFP/Jeff Pachoud)
La detección tardía del cáncer de próstata reduce las posibilidades de curarse (AFP/Jeff Pachoud)

Los prejuicios pueden llevarnos muy lejos, tan lejos como a la muerte. Uno de los más estúpidos (y perdonen la dureza) provoca cada año la enfermedad y el fallecimiento de miles de hombres en América Latina. En el acta de defunción se asegura que perecieron a causa del cáncer de colon o de próstata, pero en realidad iniciaron su suicidio tiempo atrás, cuando se negaron a someterse a determinados exámenes médicos.

El dedo en el problema

Advertencia: los próximos párrafos explicarán por qué es imprescindible someterse a una colonoscopía y un tacto rectal. Si algún lector cree que perderá un milímetro de virilidad por leer estas líneas, puede mover su hombría a otro lugar de esta página web. Ahora.

La comunidad científica insiste en la necesidad de combinar distintos métodos de diagnóstico para detectar las neoplasias en el colon, el recto y la próstata. En los dos primeros casos se trata de la colonoscopía, un procedimiento que permite a los médicos hallar tumores cancerígenos en el intestino grueso. En el último, el tacto rectal complementa la prueba del antígeno prostático específico (PSA), que no siempre revela la presencia de la enfermedad.

Al cumplir los 40 años los hombres con antecedentes de cáncer en la familia deben comenzar los chequeos médicos periódicos. Para los demás se recomienda acudir a un especialista a partir de los 50. Los riesgos de desarrollar alguno de estos padecimientos se incrementan con el envejecimiento. La detección temprana incrementa dramáticamente las posibilidades de curación.

El cáncer de colon también puede diagnosticarse a tiempo mediante una colonoscopia.
El cáncer de colon también puede diagnosticarse a tiempo mediante una colonoscopia.

Hasta aquí la breve charla médica. ¿Qué responden a esto millones de hombres latinoamericanos? Una investigación publicada en 2012 en la revista Qualitative Health Research nos ofrece algunos ejemplos de las reacciones más frecuentes. El estudio trató de comprender las repercusiones del machismo en el diagnóstico del cáncer colorrectal entre los hispanos residentes en Nuevo México, Estados Unidos.

El primer engaño del machismo: ¡los verdaderos varones son inmortales! Nada puede dañarlos y, en consecuencia, no necesitan análisis médicos. Esta afirmación se derrumba fácilmente con apenas considerar las tasas de mortalidad masculinas, que veremos dentro de un par de párrafos.

Lo peor, en cambio, es el vínculo que establecen estos “supermachos” entre la colonoscopía y la pérdida de la hombría. Una mujer mexicana explica: “Los hombres temen perder su masculinidad si se someten a esa prueba, creen que después van a caminar diferente.” Los autores de la investigación aclaran que este cambio se entiende como resultado de la penetración por el recto, causa potencial de homosexualidad.

En otras palabras: la orientación sexual de muchos hombres en América Latina depende de cómo usan el recto. Si por un procedimiento científico permiten la entrada de un dedo o de un equipo, de inmediato se enamoran de personas del mismo sexo. Así, en un minuto. En el ranking de las tonterías continentales, esta ocupa sin dudas el primer lugar.

Los académicos encontraron reacciones diversas en la población hispana, con un marcado machismo entre los mexicanos. Pero las noticias sobre el tabú de las pruebas rectales trascienden las fronteras del país norteamericano. De Asunción a La Habana, los hombres suelen burlarse de algún amigo que “perdió la virginidad por detrás” o cualquier otra versión de chiste homofóbico.

El cáncer de próstata es la primera causa de muerte por tumores entre los mexicanos de la tercera edad (AFP/David Mcnew)
El cáncer de próstata es la primera causa de muerte por tumores entre los mexicanos de la tercera edad (AFP/David Mcnew)

La ignorancia mata

Ciertamente el miedo a recibir un diagnóstico positivo y la falta de recursos para costear un tratamiento también influyen en la decisión de no examinarse a tiempo. Sin embargo, en innumerables casos el machismo justifica la detección tardía y fatal de los tumores.

El cáncer es la segunda causa de muerte en las Américas. En al menos 18 países de la región el cáncer de próstata clasifica como el más letal en la población masculina, seguido por los de pulmón, estómago y el colorrectal. Solo en México se diagnostican cerca de 15.000 casos de cáncer de próstata cada año, mientras los fallecidos por esa causa rondan los 6.000 en ese mismo período. El 75 por ciento de los enfermos llegaron a la consulta demasiado tarde.

¿Qué demuestra más hombría? ¿Rechazar un hecho científico y morir precozmente, privando a la familia de nuestra presencia? ¿O apartar los tabúes, aceptar un examen y vivir para acompañar a quienes amamos?