El hábito hace al monje: los "calzones sagrados" de los mormones
Ante ojos neófitos, una de las prácticas más exóticas del mormonismo, o Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, es el uso, por parte de los iniciados, de "ropas interiores especiales". Son prendas a las que los críticos externos (ya que los propios mormones casi no mencionan el asunto) han descripto como "secretas" o "mágicas". Algunos han llegado más lejos, y juran que estas ropas transfieren "poderes espirituales" a quienes las usan. Esta tradición ha facilitado inmensamente el trabajo a los detractores del mormonismo, sean de otras religiones o ateos militantes. Este video es un claro ejemplo de ello:
Ejemplo de cómo los anti-momones usan los "calzones mágicos" para descalificar al culto fundado por Smith.
La controversia en torno al calzón sagrado de los mormones saltó en los medios seculares estadounidenses desde que el mormón Mitt Romney se convirtió en el republicano favorito, primero, y candidato firme después, en las Primarias presidenciales que tendrán lugar este año en los EEUU. Y así como hace cinco años la candidatura de Barack Obama llevó a que algunos medios se preguntaran si los EE.UU. "estaban preparados" para un presidente negro, ahora plantean si el país del Norte "está preparado" para un presidente mormón.
La Iglesia Mormona fue fundada en 1829 en Nueva York por Joseph Smith. Su sede central se encuentra en Salt Lake City, Utah, EE.UU., país con unos 5,7 millones de fieles. Se calcula que hay poco menos que diez millones de miembros más alrededor del mundo.
El uso de ropa interior tocada por la mano de Dios no es la única creencia mormona que agita la imaginación y la polémica.
Las enseñanzas de Smith sobre la poligamia (abandonada en 1890, que hoy sólo sostienen grupos fundamentalistas), que los mormones impidieran acceder al sacerdocio a los afroamericanos (prohibición levantada en 1978, como lo prueban ostentando sitios como Mormones Negros) o el llamado bautismo vicario, conocido como "el bautismo por los muertos" también encendieron fuertes debates en su momento. Hoy en día, los más poderosos servicios dedicados a la búsqueda genealógica de ancestros son mormones. Este acto de suprema beatitud (¿es posible calificar de otro modo a la acción de bendecir a aquellos que ya no están?) se realiza en todos los templos. "Una persona que ha sido encontrado digna recibe la ordenanza del bautismo por y a favor de la persona fallecida. Ahora, esto no obliga a la persona fallecida a recibir el bautismo", escriben en una web donde explican sus "creencias públicas".
Un sitio mormón independiente, que ha desobedecido la indicación de "lavar los calzones sagrados sucios" en casa, explica que se les llama garment.
El uso de atuendos religiosos no es exclusivo de este movimiento. El kipá, la sotana, el turbante y hasta los vestidos de novia son ejemplos conocidos de indumentaria religiosa. Sin embargo, la existencia de estas prendas no ayuda a restar "dimensión del ridículo", según la percepción de ajenos al culto, a la exigencia mormona de llevar puesta de por vida cierto tipo de ropa interior. Fabricadas en algodón o nylon blanco, estas camisetas y bóxers, para los hombres, y corpiños y bombachas, para las mujeres, no sólo cubren las zonas íntimas de los pudorosos devotos sino que se le atribuyen propiedades especiales.
Los fieles reciben el garment tras una instrucción personalizada acerca de cómo utilizarlos y cuidarlos. Estas clases son parte de la ceremonia llamada "Investidura del Templo". Según los devotos, estas ropas se usan mañana, tarde y noche "a modo de recordatorio constante de las promesas que han hecho con Dios" y su uso no es permanente, sino a discreción del usuario.
¿De dónde surge el hábito? Según las Escrituras, dicen los mormones, "el Señor vistió a Adán y Eva con túnicas de pieles cuando descubrieron su desnudez" y cita ciertas túnicas que Moisés creó para Aarón ("Haz vestir a Aarón con su ropa sagrada, derrama sobre él aceite de consagrar y conságralo para que pueda oficiar como mi sacerdote." Éxodo 40).
Durante sus ordenanzas consagratorias, los fieles se comprometen a usar esta ropa "por el resto de sus vidas" y… a no hablar de ellas fuera del templo (al punto de que son excluidas de las tiendas online del culto).
El motivo es claro: el asunto se presta para la burla y de hecho eso es lo que sucede cada vez que el tema es abordado fuera de los confines de esta religión. "¿Qué tipo de autoridad tiene usted para hablar de este tema tan sagrado?", reprochó la lectora Marlene al creador del sitio Creencias mormonas.
Considerada "armadura impenetrable" o atuendo que confiere una cierta "defensa espiritual", la ropa interior de los mormones es otro ritual sorprendente en esta, nuestra sociedad de las creencias ilimitadas.
Aclaración (lamentablemente) necesaria:
Este asunto es extraordinariamente sensible para las creencias de la Iglesia Mormona. Por lo mismo, sería triste recibir la acusación de ser "un militante anti-mormón". Quien escribe es respetuoso de la diversidad religiosa y los sentimientos que mantiene hacia los mormones son los mismos que hacia cualquier otra religión. Sin embargo, respeto y tolerancia no tiene por qué inhibirnos a manifestar críticas, formular dudas o hacer preguntas en voz alta. No todas las personas de fe están dispuestas a soportar expresiones semejantes de libertad (de hecho, hija de esta intolerancia religiosa hacia la crítica es el concepto de "blasfemia"). Sería edificante comprobar que evitan confundir libre ejercicio del pensamiento crítico con ataque antirreligioso.
Alejandro Agostinelli es periodista y editor del blog Factor 302.4