El gesto altruista de Thomas Eric Duncan que trajo el ébola a EEUU

Estados Unidos afronta con una enorme preocupación el primer caso de ébola en el país. A pesar de todas las medidas de seguridad empleadas, las autoridades no han podido evitar que el temido virus cruce las fronteras africanas rumbo a Norteamérica. Ahora, el principal objetivo es evitar que la enfermedad que el liberiano Thomas Eric Duncan ha llevado a Dallas se extienda por la población local.

Fue una buena acción la que propició que este hombre contrajera el ébola.Duncan ayudó a una mujer de 19 años embarazada cuando empezó a tener dolores estomacales. Estaban en Liberia, uno de los países junto a Guinea y Sierra Leona que más han sufrido esta última pandemia de ébola, la más mortal de todas, que ya ha acabado con la vida de más de 3.000 personas.

Todos los que asistieron a la joven pensaron que se trataba de un síntoma propio del embarazo, pero la realidad era que tenía ébola y que este ya estaba haciendo estragos en su organismo. Pocas semanas después, las personas que la ayudaron estaban enfermas o muertas. Duncan también era uno de ellos. La joven embarazada, Marthalene Williams, tampoco sobrevivió.

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El 20 de septiembre viajó a Estados Unidos para ver a su familia, pero mintió en el aeropuerto, una decisión que iba a resultar clave en el devenir de los acontecimientos. Las autoridades le preguntaron si había estado en contacto con algún enfermo de ébola y él respondió que no (el virus se contagia a través del contacto directo con la saliva, el sudor y la sangre).

Sin embargo, prácticamente una semana después de llegar al país empezó a experimentar los primeros síntomas de la enfermedad (pueden tardar hasta 21 días en aparecer), por lo que fue aislado, pero ya era tarde.

Duncan había estado en contacto con varios miembros de su familia que han sido puestos en cuarentena. Su pareja, su hijo y sus dos sobrinos están encerrados en casa y no pueden salir bajo la amenaza de afrontar cargos criminales. Recibirán asistencia médica y comida, pero hasta el próximo 19 de octubre (cumpliendo así el plazo de 21 días) no podrán moverse del domicilio.

Las autoridades también están buscando intensamente a todos los pasajeros que compartieron el vuelo con el hombre, para evitar de todas las maneras posibles que se produzca la temida expansión del virus.

El caso también ha tenido repercusiones graves en Liberia, donde están planeando procesar judicialmente a Duncan por mentir deliberadamente en el cuestionario en el que se le preguntó si estuvo en contacto con alguna persona infectada.

“Esperamos que las personas actúen de forma honorable”, manifestó Binyah Kesselly, presidente de la junta de directores de la autoridad aeroportuaria de Liberia.

El escenario más temido por Estados Unidos ya se ha producido. Que el ébola no se extienda por el país es ahora un desafío ineludible con el fin de evitar una epidemia mundial que a buen seguro sería casi imposible de controlar.

Mientras tanto, en Liberia, la pequeña Mercy Kennedy de 9 años llora la muerte de su madre sin que ninguno de sus vecinos se atreva a acercarse a consolarla. La madre de Mercy había ayudado a lavar la ropa de la mujer embarazada y tocó su cuerpo cuando lo devolvieron a su casa tras fallecer.

"La pequeña Mercy vagaba con ropas estropeadas usando su vestimenta para secarse las lágrimas"- escribe Krista Larson, enviada de AP a Monrovia - "mientras el grupo de trabajadores que retiraba el cuerpo de su madre según el protocolo de seguridad escuchaba su llanto".

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Historia original: Yahoo España