Biden vs. Trump: la carrera presidencial en EE.UU. arranca con la misma puja de 2020

El presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump son los principales precandidatos presidenciales en Estados Unidos. (AP)
El presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump son los principales precandidatos presidenciales en Estados Unidos. (AP) - Créditos: @John Locher

WASHINGTON.- La carrera a la Casa Blanca arrancará congelada. Literalmente. Envuelto en una ola polar histórica que hará trizas los termómetros, Estados Unidos comenzará a decidir esta semana, con la primera votación en el caucus de Iowa, quién llevará las riendas de la primera potencia mundial a partir del 20 de enero del año próximo, una verdadera maratón electoral en la democracia más longeva del planeta. No hay una crisis, a diferencia de la última elección presidencial, que se realizó en medio de la pandemia del coronavirus, pero el país parece tan crispado, dividido y pesimista como hace cuatro años. Y todo indica que los candidatos serán los mismos: Joe Biden y Donald Trump.

Tres encuestas recientes de Gallup pintan el ánimo en el país. La confianza en la economía está en niveles similares al comienzo de la pandemia, pese a que el empleo crece, la bolsa sube y la inflación baja luego de tocar un pico en 40 años; apenas dos de cada diez norteamericanos creen que su situación es buena. Una abrumadora mayoría cree que el país va por mal camino, y solo el 22% está satisfecho con el estado de las cosas. Y Biden, quien en los papeles debería correr con ventaja al ir por la reelección con una economía saludable, arranca la carrera con un respaldo anémico: un 39% de los norteamericanos aprueba su gestión, cerca del piso de su presidencia.

Donald Trump, en una conferencia de prensa en Nueva York. (AP/Mary Altaffer)
Donald Trump, en una conferencia de prensa en Nueva York. (AP/Mary Altaffer) - Créditos: @Mary Altaffer

Con ese telón de fondo, la elección está abierta. Y aun cuando los candidatos sean los mismos que hace cuatro años, la campaña será muy distinta.

Biden enfrenta una cuesta arriba. Lideró el gobierno que dejó atrás la pandemia, resucitó la economía –el desempleo es el más bajo en 50 años, un logro que en cualquier otro contexto le dejaría la reelección en bandeja–, y se anotó un par de logros, como su plan de infraestructura, sus iniciativas contra el cambio climático, la reducción de los costos de salud para las familias o la baja del déficit fiscal. Pero arranca la campaña con uno de los respaldos más bajos para un presidente desde la posguerra, una realidad que muchos atribuyen al azote de la inflación, y a su vejez. Biden ya es el presidente más viejo de la historia, y, de ganar, asumirá su segundo mandato con 82 años.

“La elección es clara”, dijo Biden días atrás, al cumplirse un nuevo aniversario del asalto trumpista al Congreso. “La campaña de Trump se trata sobre él, no sobre Estados Unidos ni ustedes. La campaña de Trump está obsesionada con el pasado, no con el futuro. Está dispuesto a sacrificar nuestra democracia, y a ponerse en el poder”, fustigó. “Nuestra campaña es diferente –distinguió–. Para Kamala [Harris] y para mí, nuestra campaña es sobre Estados Unidos. Es sobre ustedes”.

El presidente estadounidense, Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris (AP Foto/Patrick Semansky)
El presidente estadounidense, Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris (AP Foto/Patrick Semansky)

Pese a las encuestas que lo pintan perdedor, el equipo de Biden se muestra confiado. La campaña demócrata cree que una vez que la elección se plantee como un referéndum entre Biden y Trump, los números volverán a favorecer al presidente. El equipo bidenista intentó hasta ahora anclar la discusión en temas como el acceso al aborto, la defensa de la democracia y la economía. La Casa Blanca insiste en promover la política económica de Biden bajo el sello “Bidenomics”. Pero ese mensaje, hasta ahora, estuvo muy lejos de calar en los votantes, al parecer frustrados por el impacto que tiene la inflación, aun cuando la mayoría de los trabajadores tiene un ingreso real superior al de la presidencia de Trump.

Ya nadie habla acerca de si Biden dará un paso al costado. Esa discusión se cerró a fines del año anterior, y su candidatura está fuera de duda. Sin embargo, las inquietudes sobre su campaña y los temores de los demócratas a una derrota persisten. El diario The Washington Post reveló recientemente que Barack Obama había planteado en persona inquietudes por el mensaje y el funcionamiento de la campaña en un almuerzo en la Casa Blanca con Biden. David Axelrod, estratega de Obama, ha sido uno de los críticos más vocales del equipo del mandatario.

El presidente Joe Biden, en la Casa Blanca, en Washington. (ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP)
El presidente Joe Biden, en la Casa Blanca, en Washington. (ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP) - Créditos: @ANDREW CABALLERO-REYNOLDS

“Tenés dos viejos compitiendo para presidente. Uno de ellos está consumido por su pasado y el otro tiene un ojo puesto en tu futuro. Esa es la elección. Para mí, ese es un argumento convincente a favor de Biden”, apuntó Axelrod en una entrevista con Politico.

Salvo una debacle altamente improbable, Trump será el rival de Biden en noviembre. El magnate lidera con una enorme amplitud la interna del Partido Republicano, según las encuestas. La campaña del gobernador de Florida, Ron DeSantis, parece más cerca de implosionar que de despegar. La única persona con alguna remota posibilidad de aglutinar al establishment para intentar frenar a Trump es Nikki Haley, exembajadora ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur. El caucus de Iowa empezará a definir quién de los dos sigue en carrera.

Por primera vez en la historia de Estados Unidos, un candidato presidencial pasará parte de su campaña en los tribunales. De hecho, Trump convirtió a su saga judicial en un pilar de su campaña, aduciendo una persecución política desplegada por Biden para proscribirlo e impedirle su soñado regreso al poder. Lejos de debilitarlo, su prontuario judicial lo fortaleció. Trump supera a Biden en las encuestas sobre el voto popular, según RealClearPolitics, y se muestra con una enorme confianza en la campaña, al insistir en la “gran mentira” con su denuncia falsa de un fraude masivo en la elección de 2020, y prometer ser “un dictador” por un día si volviera a la Casa Blanca para cerrar la frontera y aumentar la producción de petróleo.

Un partidario de Donald Trump muestra un cartel del expresidente en Emmaus, Pensilavania. (Mandel NGAN / AFP)
Un partidario de Donald Trump muestra un cartel del expresidente en Emmaus, Pensilavania. (Mandel NGAN / AFP) - Créditos: @MANDEL NGAN

“Un presidente debe tener inmunidad”, dijo esta semana, al regresar a los tribunales en Washington en una de las causas por su intento de revertir su derrota en 2020 y alentar el asalto al Congreso. “No hice nada malo”, afirmó, por enésima vez.