Joe Biden recibe a Zelensky, apura la asistencia a Ucrania antes de las elecciones, y refuerza su capacidad de fuego
WASHINGTON.- El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, trajo a Washington su “plan para la victoria” a la que muy probablemente fue su última reunión en la Casa Blanca con el presidente, Joe Biden. Zelensky se fue con un sustancial cheque y misiles de mediano alcance para la nueva flota ucraniana de F-16, el espaldarazo final de Biden, que decidió agotar los fondos disponibles ante la amenaza de un eventual retorno de Donald Trump a la presidencia.
Antes de que Zelensky pisara de nuevo la Casa Blanca, Biden ordenó al Departamento de Defensa que asignara todos los fondos restantes de asistencia de seguridad que se han asignado a Ucrania antes del final de su mandato. La ayuda, por un total de casi 8000 millones de dólares, incluye el primer envío de una bomba planeadora guiada con precisión llamada “Joint Standoff Weapon”, con un alcance de 130 kilómetros, vital para apuntalar los planes de Zelensky.
El presidente ucraniano llegó a la capital norteamericana con una prioridad máxima: conseguir respaldo para su “plan para la victoria” y permiso de Estados Unidos para disparar misiles de largo alcance para alcanzar objetivos militares en Rusia –algo que por ahora parece descartado–, desplegando su plan para torcer el rumbo de la guerra no solo en la Casa Blanca, sino también mientras en reuniones en el Capitolio, donde Ucrania ha sufrido la resistencia del Partido Republicano, bajo el férreo dominio de Trump, quien, de regresar al poder, ya ha dejado en claro que presionará a Zelensky a ceder y negociar la paz con el presidente ruso, Vladimir Putin.
“Estamos con Ucrania ahora y en el futuro”, dijo Biden al darle la bienvenida al presidente ucraniano, adelantando que ambos discutirían los planes de Kiev para la guerra. “Permítanme ser claro, Rusia no prevalecerá. Ucrania prevalecerá, y continuaremos a su lado en cada paso del camino”.
“Le planteé al presidente Biden un plan de victoria”, dijo Zelensky luego de las palabras de Biden, leyendo de sus notas, al igual que el presidente norteamericano. “Hoy, nos estamos preparando para discutir los detalles para fortalecer el plan, coordinar nuestras posiciones, uso y enfoque. Nuestros equipos trabajarán juntos para garantizar la implementación de nuestros pasos futuros”, afirmó.
Fue la undécima reunión entre Biden y Zelensky, y la quinta visita de Zelensky a Washington desde el comienzo de la invasión rusa en febrero de 2022, un testimonio de una relación entre dos líderes que estrecharon su vínculo forzados por las circunstancias, y la decisión de Putin de expandir las fronteras de Rusia en busca de los límites de la desaparecida Unión Soviética. Biden y Zelensky entrelazaron su destino. Pero, a diferencia de Biden, Zelensky seguirá en el poder y al frente de la defensa de Ucrania luego del 20 de enero del año próximo, cuando asuma el nuevo presidente.
A tono con los tiempos políticos que transita Estados Unidos, Zelensky cruzó al Edificio Ejecutivo Eisenhower luego de su encuentro en el Salón Oval con Biden para ver a la vicepresidenta, Kamala Harris, candidata presidencial de los demócratas. La vicepresidenta prometió mantener el apoyo si gana en noviembre. “Estaremos con Ucrania todo el tiempo que sea necesario”, le había dicho a Zelensky. Este jueves, Harris se paró detrás del atril de la vicepresidenta con Zelensky a su lado y las banderas de Estados Unidos y Ucrania de fondo –una escenografía cuidadosamente montada para ungirla de una imagen presidencial– y reiteró su respaldo a la defensa ucraniana, una postura con la cual muchos norteamericanos están en desacuerdo.
“El pueblo ucraniano está defendiendo valientemente sus hogares y su patria, su libertad y su democracia contra un dictador brutal, y el pueblo estadounidense conoce bien el significado de la libertad de la independencia y la importancia del estado de derecho”, dijo Harris.
Zelensky llegó a Estados Unidos el último fin de semana. Comenzó su viaje visitando la planta de municiones del ejército de Scranton, Pensilvania, donde se producen componentes para artillería y proyectiles de mortero para la defensa de Ucrania de las fuerzas terrestres rusas. Recorrió esa fábrica con el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, una figura demócrata de un estado pendular clave en esta elección. Zelensky también habló con representantes de empresas de defensa y energía estadounidenses y con la comunidad ucraniana. Además, Zelensky mantuvo negociaciones bilaterales con líderes de países y organizaciones internacionales al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas y se reunió con una delegación bipartidista del Congreso.
Ausente de la gira: una reunión con Trump, quien llamó a Zelensky durante un acto en Carolina del Norte “un hombre que se niega a cerrar un acuerdo” para terminar la guerra. Trump también elogió el poderío militar de Rusia.
“Vencieron a Hitler, vencieron a Napoleón. Es lo que hacen, pelean”, dijo.
Pero Zelensky cubrirá sus bases, y se reunirá con Trump en Nueva York este viernes, el propio Trump adelantó. Otro testimonio de los tiempos que corren.