Joe Biden le pide al Congreso “penas más duras” para los ejecutivos que llevan bancos a la quiebra

President Joe Biden speaks about the banking system in the Roosevelt Room of the White House, Monday, March 13, 2023 in Washington. (AP Photo/Andrew Harnik)
President Joe Biden speaks about the banking system in the Roosevelt Room of the White House, Monday, March 13, 2023 in Washington. (AP Photo/Andrew Harnik) - Créditos: @Andrew Harnik

WASHINGTON.- Mientras persiste el estrés en los mercados por la caída de bancos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió al Congreso que cambie la ley para poder imponer “penas más duras” a los altos ejecutivos bancarios que llevan a la quiebra a sus instituciones debido a su mala gestión.

“Cuando los bancos quiebran debido a la mala gestión y la asunción excesiva de riesgos, debería ser más fácil para los reguladores recuperar la compensación de los ejecutivos, imponer sanciones civiles y prohibir que los ejecutivos vuelvan a trabajar en la industria bancaria”, dijo Biden en un comunicado difundido por la Casa Blanca. “El Congreso debe actuar para imponer penas más duras a los altos ejecutivos bancarios cuya mala gestión contribuyó a la quiebra de sus instituciones”, agregó el mandatario.

Guardias de seguridad permiten a personas ingresar en la sede del Silicon Valley Bank en Santa Clara, California, el lunes 13 de marzo de 2023. (AP Foto/ Benjamin Fanjoy)
Guardias de seguridad permiten a personas ingresar en la sede del Silicon Valley Bank en Santa Clara, California, el lunes 13 de marzo de 2023. (AP Foto/ Benjamin Fanjoy)

La movida de Biden llega cuando las turbulencias financieras que se desataron por el colapso del Sillicon Valley Bank (SVB) continúan sacudiendo a los mercados. Los inversores siguen mostrando altos niveles de ansiedad al cierre de la semana pese a las esfuerzos por inyectar confianza de los funcionarios en Estados Unidos y Europa. Biden reiteró en su comunicado que el sistema norteamericano “es más resistente y estable” gracias al pronto rescate que orquestó su gobierno durante el fin de semana al SVB y al Signatura Bank, otro banco caído en desgracia.

“Tomamos medidas decisivas para estabilizar el sistema bancario sin poner en riesgo el dinero de los contribuyentes. Esa acción fue necesaria para proteger los empleos y las pequeñas empresas, y los contribuyentes no soportarán pérdidas”, indicó Biden.

Joe Biden, en la base naval Point Loma en San Diego, California. (Jim WATSON / AFP)
Joe Biden, en la base naval Point Loma en San Diego, California. (Jim WATSON / AFP) - Créditos: @JIM WATSON

Pero a pesar de las intervenciones del gobierno federal para blindar a los ahorristas del SVB y el Signature Bank, y el rescate de los principales bancos de Wall Street a un tercer banco, First Republic, los inversores volvían a mostrarse notablemente crispados este viernes, y los principales índices bursátiles de Estados Unidos cerraron el día con pérdidas. En Europa, las acciones del banco Credit Suisse cayeron casi otro 10%, aun cuando el banco central suizo anunció esta semana una línea de asistencia financiera para sostener la entidad. El oro ganó casi un 6% en la semana, una señal clara de la inquietud de los inversores, y los renovados temores a una crisis más extendida que pueda conducir a una recesión global.

Debate

El rescate a los bancos orquestado por la administración de Biden generó un debate acerca del papel del gobierno federal cuando ocurren quiebras en el sistema financiero, una discusión que viene desde la crisis financiera global que estalló en septiembre de 2008 con la caída de Lehman Brothers. Luego de esa quiebra histórica, el gobierno federal de Estados Unidos desplegó una de las mayores intervenciones de la historia y terminó rescatando a bancos de inversión, aseguradores, e incluso a la industria automotriz, que estuvo a punto de desaparecer.

De hecho, uno de los lemas que Biden utilizó hasta el cansancio en la campaña presidencial de 2012, cuando era vicepresidente de Barack Obama, fue: “General Motors está viva, y Osama ben Laden está muerto” .

Aunque los rescates diseñados para contener la crisis de 2008 –“bailouts”, en la jerga– fueron vistos ampliamente como la mejor solución para evitar un mal mayor, dejaron una marca política perdurable, y un profundo malestar en el norteamericano de a pie. Ningún ejecutivo de ninguna entidad financiera fue culpado y condenado por la crisis financiera de 2008, y pronto muchas personas comenzaron a abonar a la idea de que el gobierno había rescatado a Wall Street, y se había olvidado de “Main Street”, una referencia para hablar del ciudadano común.

Una de las medidas que busca la Casa Blanca es ampliar la capacidad los reguladores para exigir la devolución de ingresos de los ejecutivos de los bancos en quiebra, una idea que cobró fuerza ante los informes de que el director ejecutivo del SVB Silicon Valley Bank, Greg Becker, vendió más de US$ 3 millones en acciones del banco poco antes de que fuera absorbido por el gobierno federal. Hasta ahora, los poderes de los reguladores se limitan a los bancos más grandes. Otra propuesta es prohibir que los ejecutivos de bancos en quiebra puedan aceptar otros trabajos en la industria financiera.

Equilibrio político

Biden, quien hizo campaña con la promesa de crear una economía más equitativa y defender a los trabajadores y a la clase media, intenta con esta nueva ofensiva lograr un equilibrio político que le permita justificar el nuevo rescate –que su gobierno se ha preocupado enormemente por diferenciar de los bailouts– sin generar un mayor malestar en la gente, ya frustrada por la inflación más alta de los últimos 40 años, que ha golpeado sin distinciones el bolsillo de los norteamericanos.

La nueva ofensiva de la Casa Blanca también sirve para mover el eje del debate acerca de las causas de la caída de los bancos. Muchos economistas han puesto énfasis en la empinada suba de tasas de la Reserva Federal, un giro de política del banco central para controlar la inflación, que tuvo un impacto inevitable sobre los balances de las compañías. Pero más allá de ese cambio de política económica, expertos también han llevado la mirada a algunas decisiones de inversión de las entidades –como la compra de criptomonedas o bonos del Tesoro, que se deprecian cuando sube la tasa de interés– que elevaron el riesgo de sus balances.

El pedido de Biden al Congreso también intenta acallar las nacientes críticas sobre su gobierno y la Reserva Federal por lo que muchos consideran ha sido otro episodio de falta de supervisión del gobierno federal y los reguladores, tal como ocurrió en la antesala de la crisis financiera global.