Biden estalla por el informe del fiscal especial mientras su entorno analiza el riesgo de un cortocircuito en la campaña

(CNN) -- En medio de un proceso electoral que ya había sido parcialmente definido por las preocupaciones de los votantes sobre la edad del presidente y su aptitud para el cargo, el informe del fiscal especial Robert Hur representó una victoria legal pero una mina terrestre en términos políticos para Joe Biden.

La indignación del presidente en la noche del jueves lo hizo evidente.

Los asesores de Biden saben que no hay tema que provoque más furia en su jefe que un desaire contra su familia. Así que no fue una sorpresa en la Casa Blanca cuando un indignado Biden salió el jueves para refutar enérgicamente, entre otras cosas, una afirmación contenida en el informe de Hur de que había olvidado la fecha de la muerte de su hijo.

"¿Cómo diablos se atreve a plantear eso?". Biden estaba furioso en la sala de recepción diplomática, donde los periodistas se habían reunido para una declaración presidencial.

Su ira visceral –uno de los destellos públicos más brillantes hasta la fecha de lo que sus asesores dicen que es un mal temperamento que mantiene mayormente en privado– reflejó un sentimiento que había estado hirviendo dentro de la Casa Blanca durante varios días, desde que los abogados del presidente recibieron por primera vez una copia del informe que preparó Hur tras su investigación sobre el manejo de documentos clasificados por parte de Biden.

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Detrás de escena, los asistentes de Biden estaban furiosos por un retrato que, según dijeron, era totalmente injusto y, lo que es más importante, nada cercano a la persona con la que dicen interactuar todos los días.

Los ayudantes de Biden utilizan palabras como "agudo" e "incansable" para describir a su jefe, sobre todo cuando se trata de conflictos en el extranjero o con líderes mundiales. Relatan largas reuniones en mitad de la noche, viajes relámpago alrededor del mundo y colas de una hora para ilustrar a un hombre que, según ellos, no ha perdido el ritmo.

El representante demócrata Daniel Goldman, de Nueva York, que habló por teléfono con Biden un día antes de su entrevista del 8 de octubre con Hur, dijo que el presidente era "más agudo que nadie con quien haya hablado" sobre la situación en Medio Oriente, que en ese momento se estaba desmoronando.

"Su maestría y dominio de una situación geopolítica complicada era simplemente impecable", dijo Goldman, añadiendo que no podía saber lo que ocurrió en la entrevista de Biden con Hur. "No sé lo que ocurrió allí".

Biden estalla a la vista del público

A medida que surgían los detalles del informe público, Biden se puso furioso por algunos de los pormenores incluidos en la versión final sobre sus recuerdos sobre fecha y detalles. En una reunión privada con demócratas en Virginia el jueves por la tarde, Biden maldijo al desahogar su ira.

En el encuentro, Biden preguntó cómo alguien podría creer que olvidaría el día en que murió su hijo, utilizando malas palabras para enfatizar su furia, según personas familiarizadas con sus comentarios. "¿Cómo mi**da podría olvidar eso?", dijo Biden, según una de las personas.

Las personas en la sala interpretaron la contundente respuesta como una señal de cuanta molestia había causado el informe al presidente.

La indignación de Biden quedó a la vista de todos en la noche del jueves, cuando el presidente se burló de las acusaciones sobre su memoria calificándolas de "comentarios extraños" y afirmó que Hur y su equipo "no saben de qué están hablando".

"No tiene cabida en este informe", dijo Biden antes de rechazar las preguntas de los periodistas sobre su aptitud para el cargo.

"Mi memoria está bien", insistió.

Momentos después, mientras respondía a una pregunta sobre la crisis de Gaza, Biden se refirió por error a México cuando quería decir Egipto, precisamente el tipo de desliz que aprovechan sus rivales para cuestionar su agudeza mental, y un claro indicio de que las dudas sobre la aptitud de Biden no se disiparán con una única y ardiente conferencia de prensa.

Hur, un exfuncionario del Departamento de Justicia de Trump, se negó a presentar cargos y destacó que el manejo de documentos clasificados por parte de Biden se compara favorablemente con el de Donald Trump. Sin embargo, las palabras que utilizaron los abogados de Biden al describir el documento de Hur fueron mordaces: "inapropiado", "inexacto", "incorrecto", "extraño", "infundado" e "irrelevante".

La fuente de su ira: múltiples descripciones de Biden como olvidadizo, incapaz de recordar algunas de las fechas más importantes de su vida o los contornos de un debate político de una década de duración. En una frase que parece destinada a influir en gran medida en la próxima campaña, Hur dijo que Biden se presentó en una entrevista como un "anciano bien intencionado y con mala memoria".

Los defensores de Biden se lanzaron a protegerlo, diciendo que las descripciones eran inexactas, exageradas e incluso discriminatorias por motivos de edad. Y el presidente dijo que al menos esa parte de la descripción de Hur era correcta.

"Tengo buenas intenciones. Y soy un hombre mayor", dijo. "Y sé qué diablos estoy haciendo. He sido presidente y puse a este país nuevamente en pie. No necesito su recomendación".

Aún así, si las afirmaciones de Hur sobre la memoria de Biden se hubieran producido en el vacío, separadas de lo que los estadounidenses ya veían y escuchaban, tal vez habrían parecido menos creíbles. Pero como llegaron en un momento en el que los votantes estadounidenses ya estaban teniendo en cuenta la edad y la aptitud mental del presidente –y, en las encuestas, expresaban profundas preocupaciones sobre ambas–, las palabras solo reforzaron lo que será el mayor desafío político de Biden en los próximos nueve meses.

El jueves, sin embargo, Biden desestimó sumariamente las preocupaciones sobre su edad –incluso las mostradas en las encuestas públicas– y atribuyó en cambio las preocupaciones a los medios de comunicación.

"Ese es tu juicio. Ese es tu criterio", le dijo a MJ Lee de CNN, alzando la voz.

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En público, sin embargo, Biden puede a veces parecer olvidadizo, como pasó esta semana cuando transpuso verbalmente los nombres de líderes extranjeros anteriores (y fallecidos) a los actuales. En esos episodios, Biden estaba describiendo una cumbre internacional en 2021 cuando recordó haber hablado con el canciller alemán Helmut Kohl, fallecido en 2017, y el presidente francés, Francois Mitterrand, fallecido en 1996.

También hay otras señales sobre de su edad. Ha disminuido notablemente la velocidad y su andar es rígido, lo que su médico atribuyó a lesiones anteriores. Y se aclara la garganta con tanta frecuencia (síntoma de reflujo, según el médico) que a veces tiene que dar explicaciones, como lo hizo en una recaudación de fondos esta semana cuando dijo que se había tragado una pastilla para la tos.

Solo unos 45 minutos antes de que se hiciera público el informe de Hur, la Casa Blanca estaba trabajando para restar importancia a los errores verbales, diciendo que es común que la gente hable mal.

"Muchas personas, funcionarios electos... a veces pueden hablar mal", dijo la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, citando ejemplos recientes del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y del presentador de televisión Sean Hannity. También dijo que en las reuniones a las que asistió con Biden, nunca lo había visto confundir los nombres de las personas.

Hay pocas cosas que irriten más a Biden o a los funcionarios de la Casa Blanca que el cuestionamiento público de la edad y la agudeza del presidente, lo que hace que el informe del jueves sea una fuente de frustraciones y reacciones contundentes.

Un funcionario le dijo a CNN que consideraban algunas de las críticas descritas en el extenso informe como "muy fuera de lugar" y "simplemente incorrectas". Los funcionarios de la Casa Blanca se sintieron especialmente ofendidos por las acusaciones contenidas en el informe de que Biden tenía problemas de memoria y de recuerdo durante su reunión de varias horas con Hur en octubre, incluso sobre la muerte de Beau Biden.

Este funcionario contó que al principio de la entrevista celebrada en otoño, Hur le reconoció al presidente que le preguntaría sobre algunas cosas de hace mucho tiempo atrás e incitó a Biden a recordar las cosas lo mejor que pudo, además de agradecerle por conceder la entrevista en medio de una grave crisis internacional.

"Por supuesto, es comprensible que estuviera distraído y gestionando una crisis en Israel y Medio Oriente", dijo el funcionario. "Volver ahora hacía atrás y sugerir que eso fue indicativo de algún problema mayor con la memoria está mal. Simplemente está mal".

El presidente Joe Biden pronuncia un discurso en la Casa Blanca. Kevin Lamarque/Reuters

Quizás la mayor objeción entre los funcionarios de la Casa Blanca fue una referencia en el informe que dice que Biden "no recordaba, ni siquiera al cabo de varios años, cuándo murió su hijo Beau".

"Recuerda el día en que Beau murió todos los días de su vida", dijo este funcionario. "Sugerir lo contrario es insultante".

Una estrategia en desarrollo

A medida que la campaña de Biden pasa al modo de elección general, los altos funcionarios insisten en que el mejor remedio para las preocupaciones relacionadas con la edad del presidente es que los votantes lo vean –fuera de casa y en campaña– tanto como sea posible. Ya ha habido un aumento notable en las tradicionales paradas políticas para Biden en el nuevo año: visitas a restaurantes y pequeñas empresas donde se reúne con los votantes y habla uno a uno.

Antes de la publicación del informe, la mayor preocupación entre los asesores de Biden era que los republicanos aprovecharan sus conclusiones sobre los documentos encontrados en la casa del presidente y los combinaran con los riesgos legales mucho más importantes que enfrenta Trump por su propio manejo de material clasificado. Al final resultó que, el informe diferenciaba claramente entre los dos casos, señalando "varias distinciones materiales entre el caso del Sr. Trump y el del Sr. Biden".

En cambio, fueron las cuestiones de agudeza mental las que inmediatamente llamaron la atención de los asesores y abogados de Biden que vieron el informe antes de su publicación pública.

Una estrategia de acoger las conclusiones legales y al mismo tiempo cuestionar enérgicamente los "comentarios críticos irrelevantes" había estado tomando forma en privado durante varios días. La Casa Blanca y los abogados externos de Biden habían estado colaborando con la oficina del fiscal especial sobre el informe desde al menos el lunes, cuando refutaron enérgicamente en una carta las afirmaciones sobre la memoria de Biden como "gratuitas" y "no respaldadas por los hechos".

El informe se publicó de todos modos, con las objeciones de los abogados de Biden incluidas, pero solo hacia el final del informe de casi 400 páginas.

El equipo de Biden señaló el momento de su entrevista (en los dos días posteriores a los ataques terroristas del 7 de octubre en Israel) para mostrar a un líder preocupado por los acontecimientos mundiales en lugar de un recuerdo histórico instantáneo.

"Estaba en medio del manejo de una crisis internacional", dijo Biden el jueves aproximadamente una hora después de la publicación del informe.

MJ Lee de CNN contribuyó a este informe.
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