Berlusconi deja el control de la empresa familiar a sus dos hijos mayores

FOTO DE ARCHIVO. Eleonora Berlusconi, Pier Silvio Berlusconi, Barbara Berlusconi, Luigi Berlusconi y Marina Berlusconi caminan para asistir al funeral del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi en el Duomo de Milán, Italia

Por Elvira Pollina

MILÁN, 6 jul (Reuters) - Los hijos mayores de Silvio Berlusconi, Marina y Pier Silvio, compartirán conjuntamente el control mayoritario del imperio empresarial que fundó, dijo el jueves una fuente familiarizada con el asunto, después de que se desvelara el testamento del ex primer ministro.

Marina y Pier Silvio Berlusconi, que ya desempeñan funciones ejecutivas en partes de la empresa, tendrán participaciones iguales por un valor conjunto de alrededor del 53% en el grupo familiar Fininvest, dijo la fuente, confirmando una información anterior de la agencia de noticias ANSA.

Marina preside Fininvest, mientras que Pier Silvio ha estado a cargo del negocio de televisión MFE-MediaForEurope, que ha sido durante mucho tiempo la joya de la corona de la familia.

Los cinco hijos de Berlusconi afirmaron anteriormente en un comunicado que "ningún accionista ejercerá el control indirecto individual global de Fininvest SpA, anteriormente ejercido por su padre".

Barbara, Eleonora y Luigi Berlusconi, sus tres hijos de su segundo matrimonio, han estado menos implicados en el negocio familiar.

Berlusconi, quien murió el 12 de junio a los 86 años, tomó su decisión sobre la herencia en 2006, según una copia del testamento a la que tuvo acceso Reuters. Firmó el documento con las palabras: "Gracias, mucho amor para todos, su papá".

Las acciones B de MFE en la bolsa de Milán descendían tras hacerse público el testamento, perdiendo alrededor de un 0,4% a las 0844 GMT.

Las acciones habían subido por las especulaciones de que la familia podría vender su participación, pero el consejero delegado de MFE, Pier Silvio Berlusconi, dijo esta semana que nunca se había hablado de una venta y que la compañía seguiría con sus planes de crecimiento en Europa.

"Parece que hay un movimiento hacia la continuidad en la gestión de MFE, lo que reduce el atractivo especulativo de la acción", escribieron analistas de Equita en una nota.

100 MILLONES DE EUROS PARA EL SOCIO

Berlusconi dejó 100 millones de euros (109 millones de dólares) tanto a Marta Fascina, su pareja en el momento de su muerte, como a su hermano menor Paolo, según la copia del testamento.

También dejó 30 millones de años a Marcello Dell'Utri, un socio de negocios de larga data y amigo cercano, quien fue condenado por colusión con la mafia en 2014.

Berlusconi no estaba legalmente casado con Fascina, quien tiene 33 años, aunque en su lecho de muerte la llamaba su esposa.

El testamento estaba en un sobre sin sellar y fechado el 19 de enero de 2022, coincidiendo con una de las ocasiones en que Berlusconi ingresó en el hospital San Raffaele de Milán para recibir tratamiento.

En aquel momento, el cuatro veces primer ministro y líder del partido conservador Forza Italia presentaba una candidatura fallida a la presidencia de Italia.

Berlusconi, que fundó un imperio empresarial basado en el sector inmobiliario y luego en la televisión, falleció en Milán. Sufría leucemia y había contraído recientemente una infección pulmonar.

Según la legislación italiana, los hijos tienen derecho a heredar dos tercios del patrimonio de sus padres a partes iguales, mientras que el difunto es libre de disponer del tercio restante como considere oportuno.

Berlusconi también era propietario del club de fútbol Monza, de la Serie A italiana. Entre sus bienes inmuebles figura Villa San Martino, en la localidad de Arcore, cerca de Milán, donde se guardan sus cenizas en el mausoleo familiar.

Otras de sus propiedades son Villa Certosa, en la Costa Esmeralda de Cerdeña, donde fue anfitrión de líderes como el presidente ruso, Vladimir Putin, y el ex primer ministro británico, Tony Blair.

(1 dólar estadounidense = 0,9203 euros)

(Información adicional de Giulio Piovaccari; escrito por Federico Maccioni y Keith Weir; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)