Con la bendición papal. Por qué se realizó un Vía Crucis bajo el mar en Puerto Madryn

Vía Crucis submarino en Puerto Madryn
Vía Crucis submarino en Puerto Madryn

COMODORO RIVADAVIA.- Bajo un cielo estrellado y con un clima fresco, más de 50 buzos participaron del Vía Crucis submarino, el ritual que -con características únicas en el mundo- Puerto Madryn realizó por primera vez hace 23 años. La emotiva procesión completó las últimas estaciones a 8 metros de profundidad con una cruz luminosa que acompañó las oraciones de los fieles católicos que lo siguieron desde tierra firme.

A la ceremonia, que con impronta patagónica completó en esta oportunidad su edición número XIX, se sumaron kayakistas, nadadores y los buceadores que se inscribieron a través de la Secretaría de Turismo de la Municipalidad de Madryn.

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Sobre las 19.30 ocurrió el momento más emocionante de esta experiencia religiosa: la inmersión de la cruz luminosa en el mar con una grúa que reforzó a los fieles que acompañaron las últimas estaciones. Este original recorrido sobre la Pasión de Cristo había comenzado, a las 18, en la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús. Desde allí se realizó el primer tramo del camino con las estaciones terrestres y, tras un recorrido céntrico, continuó con las últimas estaciones bajo el mar en el muelle Piedrabuena.

Desde la iglesia y junto a la comunidad local y turistas comenzó la procesión terrestre que transitó por las estaciones ubicadas en diferentes puntos de la ciudad hasta arribar a la cruz ubicada en el muelle.

“Van detrás de esta cruz los grandes hombres de la Argentina. A 40 años dejando la democracia, están aquí representados. De eso se trata: seguir trabajando en los mismos valores”, se aseguró desde la locución del Vía Crucis. Cientos de fieles acompañaron en el muelle Luis Piedrabuena la cruz de cuatro metros que se sumergió con mensajes de paz y amor en un escenario imponente y único.

Bajo el mar esperaban los buzos para continuar el ritual y terminar en una playa céntrica. En la organización del Vía Crucis submarino participaron, además de la Secretaría de Turismo, la asociación de operadores de buceo, la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, de Puerto Madryn, y experimentados buzos que lideraron la procesión en el tramo náutico. También participó en el apoyo logístico la Prefectura, la Administración Portuaria, el Ente Mixto de promoción turística, la agrupación Madryn kayak club y Sudestada, la escuela de natación en el mar.

Toda la actividad estuvo acompañada por los coros Estable Municipal y Municipal de Jóvenes que interpretaron canciones religiosas.

Pasadas las 20, la cruz volvió a la playa para revivir la última estación. “Esto es una experiencia increíble. Siempre lo seguíamos en televisión. Emociona profundamente estar acá, con este entorno”, aseguró Pablo Posadas, un turista oriundo de Mendoza. La actividad religiosa concluyó con la Marcha a las Malvinas, a cargo de un grupo de excombatientes.

“Hay acá muchas cicatrices representadas. Eso es lo que me llevo como mensaje. Es la segunda vez que venimos con mi familia. Hoy nos acompaña una noche hermosa, sin viento”, sostuvo María García Navarro, oriunda de San Luis. Durante los últimos años, el Vía Crucis submarino contó con la bendición del papa Francisco.