Quién es Jaume Masferrer y por qué Piqué le quiere fuera del Barcelona

Jaume Masferrer, directivo del Barcelona. Foto: Twitter @EstadiJohan.
Jaume Masferrer, directivo del Barcelona. Foto: Twitter @EstadiJohan.

Seas del equipo que seas, hay un mérito que nunca le podrás negar al Fútbol Club Barcelona: es un club capaz no solamente de sacar resultados deportivos (casi siempre) aceptables o incluso buenos, sino simplemente de sobrevivir como entidad a pesar de encontrarse siempre en situaciones institucionales que, siendo generosos, se pueden calificar como convulsas; siendo más realistas, el adjetivo que habría que utilizar sería más bien “caóticas”. Ni siquiera un marcador razonablemente positivo, como el logrado contra el Ferencváros en Champions el pasado martes, sirve para tranquilizar los ánimos. Rara es la semana, por no decir el día, en que la prensa no tiene alguna polémica que contar.

El último en avivar el fuego ha sido un jugador que, paradójicamente, es también protagonista habitual en los jaleos de los despachos: Gerard Piqué. El defensa central del primer equipo es también barcelonista de cuna, nieto del antiguo directivo Amador Bernabéu, y tiene la ambición confesa de llegar a ser él mismo algún día presidente, así que no se corta a la hora de dar su opinión sobre los mandamases azulgranas. La última, ayer mismo, en declaraciones para La Vanguardia.

Son muchos los temas que ha abordado el número 3, pero merece la pena destacar uno de ellos. Preguntado por su relación con el todavía presidente Josep Maria Bartomeu, contestó: “No quiero llevarme mal con nadie pero ha habido veces... El tema de las redes sociales... Le pedí explicaciones y lo que me dijo es ‘Gerard, yo no lo sabía’. Y me lo creí. Pues después ves que, en acciones futuras, la persona encargada de contratar esos servicios todavía está trabajando en el club".

Gerard Piqué, brazos en jarras durante un partido del Barça
Gerard Piqué con el Barça en Getafe. Foto: Mateo Villalba/Quality Sport Images/Getty Images.

A quien se refiere Piqué es a uno de los integrantes más controvertidos de la administración culé: Jaume Masferrer. Licenciado en Ciencias Empresariales y Marketing por la universidad privada ESADE, se dedicó al sector de la publicidad y la comunicación (o eso asegura su perfil en LinkedIn) y colaboró en sus ascensos a la presidencia tanto con Joan Laporta en 2003 como con Sandro Rosell en 2010. Bartomeu, amigo suyo, le incorporó a la directiva en septiembre 2018 con el cargo, creado especialmente para él, de “director del Área de Presidencia”.

Suspendido de empleo (pero no de sueldo) el pasado febrero, en agosto recuperó su estatus pero con un cargo nuevo: asesor del presidente. Mismo puesto que, según la prensa especializada en las interioridades del club, ya ocupó entre las elecciones de 2015 (en las que también ayudó al actual dirigente a ganar) y el momento en que se le incorporó oficialmente: Sus competencias no se han definido de forma muy clara, pero estar, está ahí, muchos creen que siendo el auténtico poder en la sombra durante los últimos años.

El motivo de que se le apartara temporalmente hace unos meses es precisamente lo que indigna a Piqué y a muchos aficionados. A Masferrer se le considera responsable directo del Barçagate, el escándalo, o más bien terremoto, que sacudió al club a principios de año. Resumiendo mucho, las informaciones apuntan a que la propia directiva desvió partidas de dinero (en varias tandas de cantidades relativamente pequeñas, y así evitar tener que pasar controles) para pagar a la empresa I3Ventures con el fin de crear campañas en redes sociales que mejoraran la imagen de los mandatarios y desprestigiaran a sus oponentes.

Renuncias de directivos y acusaciones de corrupción fueron noticias habituales en una época tan movida como la primera mitad de 2020. Además de la pandemia de coronavirus y sus consecuencias económicas, el Barça vivió un descalabro en cuanto a juego que se llevó por delante al entrenador Ernesto Valverde primero y a su sustituto Quique Setién después. Todo se saldó cerrando la temporada sin títulos por primera vez desde 2008.

Josep Maria Bartomeu, en la grada, saluda con la mano durante un partido de baloncesto
Josep Maria Bartomeu, presidente del Barcelona, viendo un partido del equipo de baloncesto. Foto: Joan Valls/Urbanandsport/NurPhoto via Getty Images.

Informaciones de medios como la cadena SER apuntaban a que algunas de las víctimas de las campañas de difamación encargadas a I3Ventures eran jugadores de la plantilla, incluyendo precisamente a Piqué y a otros como Messi. Desde el club se han negado los hechos desde el principio, alegando que no se trataba más que de operaciones de “monitorización”, aunque el gasto desproporcionadamente elevado y el hecho de que varios dirigentes se marcharan no resulta muy tranquilizador. El asunto, en cualquier caso, está en los tribunales y parece que va para largo.

En concreto, la emisora de radio acusaba a Masferrer de haber firmado hasta seis contratos por un importe total de cerca de un millón de euros, de menos de 200.000 euros cada uno, con Carlos Ibáñez, responsable de la empresa. El club encargó una auditoría que negó los hechos, aunque pocos se lo terminan de creer. De hecho, este es uno de los motivos de que haya en marcha una moción de censura contra Bartomeu, a la que, por cierto, Piqué solo se ha referido de manera tangencial: dice que es la demostración de que el Barcelona está “más vivo que nunca”, por lo meritorio que resulta juntar las más de 20.000 firmas necesarias “con la coyuntura actual”.

El caso es que Masferrer, por ahora, sigue ahí. No ha hecho las cosas bien, no tiene responsabilidades ni competencias actualmente y no le cae bien a nadie, aparentemente. Salvo, por lo visto, al propio Bartomeu. Razón suficiente para permanecer... o para que se vayan los dos, opinan muchos. ¿Qué piensa el muy influyente Piqué, quien, por cierto, acaba de renovar su contrato? “Mi relación con el presidente puede ser cordial, pero hay cosas que quedan”. Que el lector lo interprete como quiera.

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