Bandada de flamencos inspira esperanza. ¿Regresaron definitivamente estas raras aves a los Everglades?

Durante el siglo pasado, era más probable ver flamencos en la Florida en camisetas y tazas de una tienda de recuerdos que aleteando en libertad.

Pero el verano pasado, una bandada de estas raras y hermosas aves —un grupo conocido como “colonia” de flamencos— fue arrastrada a la Florida por los feroces vientos del huracán Idalia.

Ocho meses después, permanecen en las costas de la Bahía de la Florida, deleitando a los científicos e inspirando la esperanza de que este pueda ser el año en que se queden para siempre. Mayo es el comienzo de su temporada de anidación, e investigadores cruzan los dedos para que la población, numerosa y aparentemente sana, pueda empezar a dejar polluelos en suelo floridano por primera vez en un siglo.

“Soy cautelosamente optimista”, dijo Jerry Lorenz, director estatal de investigación de Audubon Florida. “Solo puedo decir que eso espero”.

Una bandada de flamencos se posa en un lodazal de la bahía de la Florida, el martes 23 de abril de 2024.
Una bandada de flamencos se posa en un lodazal de la bahía de la Florida, el martes 23 de abril de 2024.

Las majestuosas aves rosadas han sido visitantes ocasionales del Estado del Sol en las últimas décadas, normalmente en pequeños grupos. Unas pocas han encontrado hogares invernales semipermanentes en lugares como Merritt Island, la Bahía de Tampa y una marisma artificial usada para limpiar las aguas contaminadas de las granjas del Condado Palm Beach.

Pero al igual que los vacacionistas invernales que ocupan los famosos condominios de este estado, rara vez se quedan durante los meses de verano.

Lori Oberhofer, bióloga del Parque Nacional de los Everglades, considera una “buena señal” que los flamencos hayan permanecido tanto tiempo.

“La especie se está recuperando gracias a la protección en el Caribe y la persistencia de estas aves recientes aquí puede ser un indicador que los flamencos están buscando establecerse de nuevo en el sur de la Florida, incluido el Parque Nacional de los Everglades”, dijo.

Una vez que quedó claro que la población había superado un invierno especialmente húmedo y frío, Audubon pidió a los observadores de aves de todo el estado que compartieran sus avistamientos de aves de color coral en el primer censo de la población realizado en febrero. Los resultados aún no están disponibles, pero se registraron cientos de avistamientos durante una semana, incluida una bandada de unos 75 ejemplares en la Bahía de la Florida.

Jon-Paul Haydocy, biólogo de campo de Audubon Florida, pilotea su barco en la bahía de la Florida, el martes 23 de abril de 2024.
Jon-Paul Haydocy, biólogo de campo de Audubon Florida, pilotea su barco en la bahía de la Florida, el martes 23 de abril de 2024.

Jon-Paul Haydocy, biólogo de la Florida Audubon, dijo que los únicos flamencos que ha visto con regularidad en la Bahía de la Florida en los últimos años eran los icónicos adornos de césped de la Florida, pintado de blanco y usado por los investigadores de Audubon como señuelo para las poblaciones de espátulas rosadas, la otra ave rosada que habita en los Everglades.

“Recuerdo que hace unos años ver un solo flamenco era todo un acontecimiento”, dijo. “Ahora, que sea algo habitual que podamos encontrar entre 40 y 50 casi a voluntad es realmente extraordinario”.

En su lancha en la Bahía de la Florida, observando una bandada de 40 flamencos, Haydocy calificó el regreso de las aves de señal de que la restauración de los Everglades está funcionando.

“Si consiguiéramos que anidaran flamencos, sería absolutamente histórico y una prueba de que estamos haciendo las cosas bien en los Everglades de la Florida”, dijo.

Una bandada de flamencos sobrevuela la bahía de la Florida, el martes 23 de abril de 2024.
Una bandada de flamencos sobrevuela la bahía de la Florida, el martes 23 de abril de 2024.

Científicos del servicio de parques y del Distrito de Gestión del Agua del Sur de la Florida realizarán estudios aéreos de las aves zancudas en los próximos meses y tienen previsto vigilar de cerca sus característicos nidos: montones de barro en forma de volcán.

A pesar de su elegante reputación, parece que a los flamencos les encanta el barro.

Una bandada que atrae las miradas de científicos, observadores de aves y pescadores ha pasado el invierno en los bancos de lodo y las praderas de algas de la Bahía de la Florida. En un soleado día de abril, se les puede ver, a cierta distancia, arrastrando los pies por el fango azul grisáceo y pasando sus curvados picos por él.

Los picos de los flamencos son como las bocas de las ballenas barbadas, diseñadas para filtrarse por el fango y recoger lo bueno: algas, krill y pequeños cangrejos y peces. Los primeros estudios sobre el contenido de los estómagos de los flamencos revelaron que estaban “llenos de barro en un 50 u 80%”, dijo Lorenz.

Pescadores lanzan sedales en la bahía de la Florida, el martes 23 de abril de 2024.
Pescadores lanzan sedales en la bahía de la Florida, el martes 23 de abril de 2024.

El barro esponjoso que da a las aves zancudas el aspecto sobrenatural de caminar sobre el agua en las aguas poco profundas de la Bahía de la Florida también protege a los flamencos del contacto humano. Es difícil acercarse lo suficiente para ver a estas tímidas aves sin encallar un barco o quedar atrapado hasta la cintura en el fango.

Sin embargo, a principios de esta semana, algunos pescadores se mostraron lo bastante protectores con los recién llegados rosados como para advertir a cualquiera que se acercara.

“No se acerquen demasiado. Estaban aquí hace 15 años, hasta que se acercaron demasiado y las espantaron. Tardaron 15 años en volver”, advertía un hombre a los reporteros el martes. “No les gusta la gente”.

No es difícil entender porqué los lugareños son tan protectores con la aparentemente floreciente bandada. Hasta hace poco, los científicos clasificaban oficialmente a los flamencos como especie no autóctona. Los rezagados encontrados en otros lugares eran presuntos fugitivos del hipódromo de Hialeah, que ha mantenido una bandada durante años.

Vista de un flamenco americano en el Zoo Miami, el miércoles 24 de abril de 2024, en Miami, Florida.
Vista de un flamenco americano en el Zoo Miami, el miércoles 24 de abril de 2024, en Miami, Florida.

Las miles de aves avistadas aquí a principios del siglo XX y pintadas por el mismísimo John James Audubon se consideraron aniquiladas por los cazadores de plumas y el subsiguiente drenaje y destrucción de los Everglades. El principal biólogo de Audubon llegó a declarar en 1939 que no había evidencia de que los flamencos hubieran anidado nunca aquí.

Luego, en 2015, el científico del Zoo Miami Frank Ridgely recibió una llamada. Había un flamenco aleteando alrededor de la Estación Aeronaval de Boca Chica, y los funcionarios querían que se fuera, pronto.

“No le gustaban estos pájaros volando alrededor de su avión de $1000,millones”, bromeó Lorenz.

Investigadores capturaron al ave, apodada Conchy, y la soltaron con un rastreador. Durante los dos años siguientes permaneció en la Bahía de la Florida, donde los científicos también avistaron otra pareja de aves anilladas, estas procedentes de la península de Yucatán.

Vista de flamencos americanos en el Zoo Miami, el miércoles 24 de abril de 2024, en Miami, Florida.
Vista de flamencos americanos en el Zoo Miami, el miércoles 24 de abril de 2024, en Miami, Florida.

Esa prueba, más un tesoro de evidencia de ADN, relatos escritos e incluso huevos de flamenco comercializados ilícitamente, dio lugar a un artículo científico publicado en 2018 que consolidó la situación de los flamencos de la Florida como nativos, no turistas.

Y si los flamencos que han fijado su residencia en la Bahía de la Florida deciden criar a la próxima generación en las llanuras de hierba recién restauradas, sería una victoria aún mayor para esos científicos, dijo Haydocy.

“Algo les debe parecer bien para que se quedaran tanto tiempo”, dijo.