El Banco de Japón mantiene los tipos ultrabajos sin preocuparse por los riesgos inflacionistas

FOTO DE ARCHIVO. Personas caminan frente al edificio del Banco de Japón en Tokio, Japón

Por Leika Kihara y Tetsushi Kajimoto

TOKIO, 16 jun (Reuters) - El Banco de Japón mantuvo el viernes su política monetaria ultralaxa a pesar de que la inflación fue mayor de lo esperado, lo que indica que seguirá siendo un caso atípico entre los bancos centrales mundiales y se centrará en apoyar la frágil recuperación económica.

El banco central también mantuvo intacta su opinión de que la inflación se ralentizará a lo largo de este año y su promesa de mantener "pacientemente" el estímulo masivo, reforzando el reciente mensaje del gobernador Kazuo Ueda de que no tendrá prisa por retirar gradualmente el estímulo.

La decisión del Banco de Japón contrasta de manera clara con la del Banco Central Europeo, que el jueves elevó los costes de los préstamos a su nivel más alto en 22 años y señaló la probabilidad de nuevas subidas. También esta semana, la Reserva Federal estadounidense señaló el miércoles que aún no había terminado su lucha contra la inflación.

"A pesar de las sorpresas al alza en los frentes del crecimiento y la inflación, creemos que el Banco de Japón mantendrá el statu quo durante aproximadamente un año más para evaluar si la economía está en camino de alcanzar una inflación del 2% dentro del mandato de cinco años del gobernador Ueda", dijo Shigeto Nagai, responsable de economía de Japón en Oxford Economics.

Tal y como se esperaba, el Banco de Japón mantuvo su objetivo de tipos de interés a corto plazo en el -0,1% y un tope del 0% en el rendimiento de los bonos a 10 años, de acuerdo con su política de control de la curva de rendimientos.

"La incertidumbre sobre la economía japonesa es muy elevada", declaró el Banco de Japón en un comunicado en el que anunciaba su decisión. El banco añadió que esperaba que la inflación subyacente al consumo se ralentizara en octubre.

Tras el anuncio, el yen cayó un 0,3% frente al dólar, hasta 140,72, y alcanzó un nuevo mínimo de 15 años, 153,925 frente al euro. El rendimiento de la deuda pública japonesa a 10 años cayó al 0,4% tras la decisión, muy lejos del límite implícito del 0,5% fijado para el vencimiento.

Los mercados se centran en la conferencia de prensa posterior a la reunión de Ueda en busca de pistas sobre la rapidez con la que el Banco de Japón podría modificar la política de control de la curva de rendimientos y su opinión sobre la nueva caída del yen, que contribuye a aumentar los costes de importación.

"El Banco de Japón no tiene prisa por modificar su política, ya que considera que los efectos secundarios de la política de control de la curva de rendimientos no son tan importantes", afirmó Izuru Kato, economista jefe de Totan Research.

"Pero puede verse obligado a actuar si el yen se debilita aún más y eleva los costes de importación, enfadando al público. El detonante de un cambio en la política de control de la curva de rendimientos podría ser una fuerte caída del yen".

La nueva caída del yen ya ha provocado una advertencia verbal del Ministro de Finanzas, Shunichi Suzuki, que el viernes dijo a los periodistas que la excesiva volatilidad de la divisa era indeseable.

La inflación subyacente del consumo alcanzó el 3,4% en abril, manteniéndose por encima del objetivo del Banco de Japón durante más de un año, lo que mantiene vivas las expectativas del mercado de que el banco elimine gradualmente el control de la curva de rendimientos en algún momento de este año.

Sin embargo, el amargo recuerdo de décadas de lucha contra la deflación también puede impedir que Ueda apriete el gatillo precipitadamente, aunque la inflación y los salarios muestren cada vez más señales de aceleración.

Una mejora de las previsiones de inflación del Banco de Japón en una revisión trimestral en julio se considera un hecho, aunque los responsables del banco central han dicho que un aumento de la inflación por sí solo no desencadenará automáticamente un cambio de política.

Ueda ha afirmado que el aumento de la inflación debe ir acompañado de un crecimiento sólido y sostenido de los salarios para que el Banco de Japón considere la posibilidad de modificar su política.

La economía japonesa se está recuperando con retraso de la pandemia y creció un 2,7% anualizado en el primer trimestre, con un sólido gasto empresarial y doméstico que moderó el golpe de las débiles exportaciones.

(Información de Leika Kihara y Tetsushi Kajimoto; información adicional de Kantaro Komiya; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)