"Una bala perdida le ocasionó la muerte a una cristiana"

Daniela Wachauf enviada

MATAMOROS, Tamps., marzo 9 (EL UNIVERSAL).- Arely Pablo Servando, de 33 años, falleció el 3 de marzo en Matamoros, Tamaulipas, durante la balacera en la que fueron secuestrados cuatro estadounidenses, dos asesinados y dos más rescatados con vida el martes pasado.

Priscila Andrade, presidenta de la Asociación de Jóvenes Embajadores del Poder Pentecostés, expresa a EL UNIVERSAL que se congregaban en la misma iglesia.

Señala que Arely era muy amada por todos y trabajaba con niños en las Escuelitas Bíblicas de Verano; trabajaban juntas administrando la página de la asociación de jóvenes y en otros proyectos religiosos. Refiere que nunca se perdía de nada que fuera para Dios, porque siempre fue su mayor gozo.

"Arelita, como le decía de cariño, era mi vicepresidenta junto con muchas otras cosas más. Mi hermanita, mejor amiga y mi compañera.

"De verdad que fue una persona sin igual, una verdadera hija de Dios y... pues mi mayor consuelo es que, aunque se le extraña mucho, ella está gozando ahora en la presencia del Señor, donde no hay llanto ni tristeza ni dolor", asevera.

Subraya que Arelita siempre decía que estaba preparada para en cualquier momento encontrarse con Dios cara a cara, "y yo soy testigo de que fue así, porque amaba a Dios con todo su corazón".

Otros amigos de Arelita, quien amaba los girasoles, la recuerdan como una chica muy trabajadora, seria; le gustaban mucho las manualidades y estar con sus hermanos.

"Ella estaba soltera, trabajaba al igual que sus hermanos… era cristiana, buena compañera de trabajo. Hace unos días le dieron sepultura en el Parque Funeral San Joaquín, en el kilómetro 11.5 en la carretera a la playa", expresan sus compañeros al tiempo que muestran fotos de ella.

Destacan que de acuerdo con testigos, supuestamente descendió de una micro y la bala la alcanzó quedando tirada sobre la avenida Lauro Villar, Calle Primera; ahora toda la zona está cubierta por tierra y todavía se observan unos guantes de látex que se atribuyen a alguno de los peritos que levantó el cuerpo.

En tanto, pobladores de la zona manifestaron que el pasado 3 de marzo algunos escucharon disparos y gritos, y optaron por esconderse y no salir de sus viviendas.

Por su parte, el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, indicó que la mujer tenía un trabajo honesto en una fotocopiadora.

"Lamentamos mucho la pérdida de vidas humanas, la de la connacional, nos lastima", manifestó el mandatario tamaulipeco.

Enfatizó que el saldo correspondiente es de tres personas fallecidas, una de ellas Arely, a quien una bala perdida le causó la muerte a casi una cuadra y media de distancia del enfrentamiento entre bandas. La Fiscalía del Estado abrió una carpeta de investigación.