ROMA (AFP).- Un productor de quesos italiano murió el domingo por la noche, cérca Bérgamo, una localidad próxima a Milán, aplastado por piezas de queso de unos 40 kilos cada una, que cayeron al romperse la estantería sobre la que reposaban, afirmaron los bomberos.

“Tuvimos que desplazar los quesos y las estanterías manualmente. Nos llevó aproximadamente 12 horas encontrar a la víctima, el lunes por la mañana”, explicó Antonio Dusi, un responsable de los bomberos, quien subrayó lo “compleja” que fue la operación en la que participaron 21 unidades de Bérgamo, Treviglio, Romano y Dalmine.

El almacén, situado en la pequeña ciudad de Romano di Lombardia, al sur de Bérgamo, contenía 25.000 piezas de queso almacenadas en estanterías de metal . Miles de ellas cayeron y mataron al propietario de la finca, Giacomo Chiapparini, de 74 años, que trabajaba dentro del almacén.

La familia de la víctima alertó a los equipos de rescate, cuando oyeron el estruendo de la caída hacia las 21 del domingo e inmediatamente acudieron los bomberos, que iniciaron el infructuoso rescate.

La víctima se hallaba sola en el almacén, que se usaba para guardar las ruedas de queso durante el período de curación y en el que había entrado para revisar un robot que daba la vuelta y limpiaba los quesos. La caída de un primer estante, desde el techo, provocó una avalancha de la que el hombre no pudo escapar.

La historia de Chiapparini y su familia

El queso producido por esta empresa es el Grana Padano, que se parece al parmesano y es muy popular en el norte de Italia. La empresa Chiapparini Giacomo S.S. Società Agricola produce Grano Padano, según informan en su sitio oficial, desde 2006. La producción implica procesar la leche de sus propios animales y luego se comercializa el queso en un punto de venta propio. “Siempre hemos sido productores de leche. Mi padre Giacomo, el último de 7 hermanos, trabajó durante años con su padre y sus dos hermanos como socio antes de establecerse por su cuenta”, dijo la hija del propietario.

En 1977, se separó de sus hermanos y con su parte, que eran 26 cabezas de ganado, un tractor, una excavadora, medio cobertizo y algunas tierras, comenzó su aventura. Comenzó construyendo el primer establo y vendiendo la materia prima a las grandes empresas de transformación, Invernizzi, Kraft, e incluso consiguió ganar premios por la calidad de su producto. Hoy, en la empresa, que también recibió varios premios, hay varios establos, almacenes, la quesería, el almacén de maduración, la tienda, la oficina, la sala de ordeño y las viviendas de la familia.