"¡Ay Conrado!"; el llanto tras la masacre de Totolapan, Guerrero

CHILPANCINGO, Gro., octubre 5 (EL UNIVERSAL).- "¡Ay, qué dolor, Dios mío!", "¡ay, Conrado!", "Dios mío, te olvidaste de nosotros", son los gritos de una mujer en una grabación que circula en redes sociales, donde se observan decenas de cuerpos ensangrentados en el piso. Esto, por la masacre ocurrida este miércoles en el municipio de San Miguel Totolapan, Guerrero. De acuerdo con la Fiscalía General del estado, el saldo total fue de 18 muertos, de los cuales 10 han sido identificados y tres heridos.

En el video se observan los cuerpos con los rostros tapados con sus propias prendas, algunos con un sombrero, pero en ambos hay sangre; al fondo se oyen los lamentos de una mujer desesperada y adolorida por la tragedia ocurrida en el Ayuntamiento del municipio.

Ellos son los fallecidos

Los fallecidos identificados son: Conrado Mendoza Almeida, presidente Municipal de San Miguel Totolapan; Juan Mendoza Acosta, expresidente Municipal de San Miguel Totolapan y padre Conrado Mendoza; Gustavo Salazar, ciudadano estadounidense y cuñado del alcalde.

En la lista también figuran Fredi Martínez Suazo, director de Seguridad Pública de San Miguel Totolapan; Roberto Mata Marcial, consejero del presidente municipal; Génesis Araujo Marcos, administrador de la Jurisdicción Sanitaria 01 de Tlapehuala; Samuel García, elemento de seguridad personal del presidente municipal; José Antolín Calvo Caballero, elemento de seguridad personal del presidente municipal. También fueron identificados Javier Domínguez, dueño del lugar donde fueron localizados los cuerpos y Javier Domínguez hijo.

"¡Conrado!" grita la mujer en repetidas ocasiones, ella se encuentra sentada en una silla mientras varias personas tratan de consolarla. A su alrededor, la mayoría de cadáveres yacen boca arriba y según se observa en el video, a uno lo están metiendo a un ataúd.

Hay más personas que lloran. En el material videográfico no se ve de quienes provienen pero se oyen lamentos a lo lejos y cerca de la cámara que graba. El video concluye como empezó: grabando el cuerpo de una persona asesinada en el ayuntamiento, también con el rostro cubierto, ensangrentado y en el piso. Pero ahora ya no se escuchan los gritos de la mujer, solo un rechinido y el silencio que quedó.