El avión presidencial "multipropósito" que generó polémica en Uruguay y será subastado

Tabaré lo compró, Lacalle Pou lo vende. Uruguay no tiene compañía aérea estatal ni muchos aviones militares. Sus presidentes suelen viajar en vuelos de línea o como invitados de otros gobiernos. Pero en 2018, el entonces presidente Tabaré Vázquez compró un avión "multipropósito".

La medida fue duramente criticada por el entonces líder opositor Luis Lacalle Pou, quien dijo que si llegaba a la presidencia, lo vendería.

Y llegó y cumplió. Así, el próximo 15 de julio a las 15, el gobierno de Uruguay finalmente venderá al mejor postor el avión, en un remate realizado por la Asociación Nacional de Rematadores Tasadores y Corredores Inmobiliarios (Anrtci).

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El Ministerio de Defensa Nacional y dicha asociación firmaron el 15 de abril un convenio marco para desarrollar una serie de remates de bienes que ya no se utilizan, entre ellas el denominado avión presidencial: un jet Hawker modelo HS 125-700 del año 1979 con 13.500 horas totales de vuelo. El avión, que tiene capacidad para ocho pasajeros y una autonomía de vuelo de cuatro horas y media, se exhibe en el Aeropuerto Internacional de Carrasco.

El precio inicial de la aeronave en la subasta será de 350.000 dólares.

El avión fue comprado en febrero de 2018 por Tabaré al empresario uruguayo Carlos Bustin por 1.010.000 millones de dólares y su mantenimiento en dos años demandó un desembolso de 1.600.000 dólares, de acuerdo a lo informado en su momento por la Fuerza Aérea al ministerio de Defensa.

Si bien fue adquirido como avión presidencial, fue presentado como "avión multipropósito" ya que puede ser adaptado para funcionar como vehículo aéreo de rescate y fundamentalmente para cumplir tareas de emergencia sanitaria.

En declaraciones a LA NACION, el ministro de Defensa uruguayo, Javier García, consideró que la compra realizada en la anterior administración demandó un gasto "absolutamente desproporcionado" para el Estado.

Aclaró que la aeronave, que "en su momento se presentó como un avión sanitario, solamente en un 10% de sus vuelos fue utilizado con ese objetivo", y agregó además que de todos los vuelos sanitarios realizados por la Fuerza Aérea en los últimos dos años, "solamente el 19% los realizó esta aeronave, lo que demuestra que no sirve para lo que se dijo que fue adquirida".

El dinero obtenido del remate de la aeronave, será destinado a la Fuerza Aérea Uruguaya. Por su parte, Anrtci no cobrará comisión por hacer el remate, y la comisión que pagará el comprador irá destinado al Fondo Coronavirus, que fue creado por el gobierno uruguayo para los gastos en salud y asistencia social generados por la pandemia

El remate

La gremial de rematadores dispuso que su presidente, Mario Molina, sea el que realice la subasta en representación de todos.

Para participar en la subasta, los interesados deberán registrarse previamente y "consignar 35.000 dólares en concepto de seña a la cuenta 'avión presidencial' en el Banco de la República Oriental del Uruguay", explicó Molina a LA NACIÓN.

La seña se devolverá entre las 48 y 72 horas posteriores al remate, indicó.

"Ya tenemos una vasta experiencia en remates, trabajamos con convenios con todos los ministerios e intendencias del estado porque es un procedimiento transparente y cristalino que da buenos resultados", dijo el presidente de Anrtci.

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"Considero que es una buena medida para todos los bienes del estado que se encuentran fuera de servicio deshacerse del activo fijo y reutilizar los fondos para algo de mayor urgencia", señaló Molina.

Para la subasta presencial, Molina contó que la asociación tiene un protocolo de sanidad como precaución por el coronavirus, que incluye el uso obligatorio de tapabocas, distanciamiento social de al menos un metro entre los asistentes y una alfombra sanitaria en la entrada. Además, se tomará la temperatura al ingresar y se ha recomendado que asistan la menor cantidad de personas posible.

Para el remate online, por disposición de Anrtci, Zorrilla Subastas oficiará de enlace con las plataformas web americanas Invaluable y LiveAuctioneers, desde donde será posible realizar ofertas previas y pujar en vivo en el transcurso de la subasta.

"Quiero resaltar la actitud del gobierno, que en estos momentos lo primero que hace es vender cosas que no se usan como se pensaron que se iban a usar. Es admirable que se saquen un costo fijo para dar prioridad a otras cosas que son más importantes en este momento", dijo a LA NACION Sebastián Zorrilla, dueño de Zorrilla Subastas, casa de remates online, especializada en antigüedades, alhajas y arte.

La asociación confió esa tarea a Zorrilla, que también donará su comisión al fondo para el coronavirus. "Hace muchos años que trabajamos con estas plataformas, las cuales permiten a las distintas casas de subastas posicionar sus remates en todos lados del mundo", explicó Zorrilla.