Avión militar de EEUU aterriza en Haití. ¿Qué llevaba? Nadie lo dice aún

El gobierno de Biden envió el martes a la Policía Nacional de Haití los refuerzos que tanto necesitaba, desplegando un avión militar estadounidense en Puerto Príncipe semanas después de notificar al Congreso que proporcionaría armas y municiones por valor de millones de dólares para ayudar a los agentes a enfrentar a las pandillas violentas.

El avión militar, el primero en aterrizar en la principal en el país desde que la insurgencia de los grupos armados obligó a cancelar todos los vuelos nacionales e internacionales a la capital, aterrizó poco antes de las 11 a.m. Pandillas armadas siguen lanzando ataques contra partes de la capital antes de la toma de posesión de un consejo presidencial de nueve miembros que encabezará una nueva transición política en el país.

Funcionarios estadounidenses aún no han comunicado qué llevaba exactamente el avión. Cerca de 20 agentes han resultado muertos o heridos y 22 estaciones de policía han sido saqueadas o incendiadas desde que estallaron los ataques coordinados de las pandillas el 29 de febrero. Desde entonces, Puerto Príncipe sigue sitiada.

Los grupos armados han destruido e incendiado decenas de hospitales, escuelas, empresas y edificios gubernamentales, atacando infraestructura gubernamental clave con disparos automáticos y saqueos. También han lanzado una serie de ataques simultáneos en un intento de tomar el aeropuerto internacional y el Palacio Nacional, que hasta ahora permanecen bajo el control de miembros de la Policía Nacional de Haití y de las pequeñas Fuerzas Armadas de Haití.

El lunes, mientras el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunía en Nueva York para debatir la situación en Haití, circularon por redes sociales dos grabaciones de voz atribuidas al líder pandillero Jimmy “Barbecue” Chérizier. La voz instaba a quemar casas en el barrio de Lower Delmas de la capital, que está bajo el control del líder pandillero.

Durante la reunión, miembros del Consejo de Seguridad siguieron instando al rápido despliegue de una fuerza de seguridad multinacional, liderada por Kenia, para ayudar a la Policía Nacional de Haití.

Reconociendo que la Policía Nacional de Haití es la última línea de defensa, Robert Wood, representante alternativo de Estados Unidos para asuntos políticos especiales ante la ONU, elogió al departamento y a sus unidades especializadas. Woods afirmó que “han llevado a cabo con éxito operaciones contra las pandillas” y que siguen mejorando la coordinación.

Hasta ahora, ni Estados Unidos, que apoya la misión dirigida por Kenia, ni Kenia han facilitado un calendario para el despliegue de la misión. Sin embargo, varias fuentes han declarado al Miami Herald que el despliegue de algunos agentes de policía es inminente.

De los mil agentes kenianos que se supone que constituirán la columna vertebral de la fuerza, 400 han sido examinados para asegurarse de que no han cometido infracciones de derechos humanos —un requisito para el despliegue—, mientras que otros 250 jamaicanos también han sido examinados, según un portavoz del Departamento de Estado.

Los continuos ataques en Haití han causado la muerte o heridas a más de 2,500 haitianos desde principios de año, los tres meses más letales desde que Naciones Unidas comenzó a hacer un seguimiento de la violencia armada de las pandillas en 2021. Los ataques también han agravado una crisis humanitaria cada vez más funesta. Más de 5 millones de haitianos necesitan ayuda y unos 360,000 han tenido que abandonar sus hogares.

El mes pasado, en un intento de ayudar a la policía haitiana, el presidente Biden ordenó al secretario de Estado, Antony Blinken, que notificara al Congreso la intención de retirar de dependencias estadounidenses armas y munición por valor de $10 millones para enviar a Haití. La donación de armas de fuego y chalecos antibalas a la Policía Nacional de Haití marca la primera vez que Estados Unidos, que tenía una política de no armar a la policía, proporcionará armas al país. También es la primera vez que Estados Unidos ayudará a las Fuerzas Armadas de Haití.

A principios de este mes, Biden autorizó al Departamento de Estado a notificar al Congreso la intención de dirigir una disposición de hasta $60 millones para proporcionar el apoyo necesario a los países socios, entre ellos Kenia, Jamaica y Bahamas, para que su personal participe en la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití.

Hasta que se despliegue la fuerza, Haití tendrá que depender cada vez más de las unidades especializadas de la Policía Nacional de Haití que, si bien han enfrentado con éxito a pandillas en operaciones complejas y han bloqueado las tomas del aeropuerto y del banco central, también han tenido dificultades para revertir las tomas cuando se han producido.

Dirigiéndose a los miembros del Consejo de Seguridad el miércoles, María Isabel Salvador, quien dirige la Oficina Integrada de la ONU en Haití, dijo que con la ayuda de las “modestas Fuerzas Armadas de Haití” y de su oficina política, la Policía Nacional de Haití “ha desplegado inmensos esfuerzos para contener la espiral de violencia en el país mientras era blanco de las pandillas armadas”.

“No obstante, la gravedad de la crisis actual pone de relieve las lagunas de capacidad de las estructuras nacionales y la urgente necesidad de ayuda internacional, en concreto mediante el oportuno despliegue” de las fuerzas de Kenia, añadió.