La aventura de un escritor y un biólogo marino por el Golfo de California

Un día como hoy, 20 de abril, pero de hace 80 años, el escritor John Steinbeck, ganador del Premio Nobel, culminó un apasionante viaje por el Golfo de California. El resultado fue su libro Por el Mar de Cortés.

 

John Steinbeck (1902-1968) es uno de los escritores estadounidenses más reconocidos, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1962. Años antes de ganarlo, en 1940, emprendió una aventura desde la bahía de Monterey en California, Estados Unidos, hasta el interior del Golfo de California, México, en compañía de su amigo el biólogo marino Edward “Ed” Ricketts, en un momento cuando el mundo se encontraba convulsionado por la Segunda Guerra Mundial.

De acuerdo con el profesor Richard Astro, quien escribió la introducción del libro The log from the Sea of Cortez (Por el Mar de Cortés)1, el interés de Steinbeck en la biología surgió en 1923, cuando tomó un curso de zoología en Hopkins Marine Station. Posteriormente, tuvo la idea junto con Ricketts de realizar un viaje desde la bahía de Monterey, en California, hasta el ahora llamado acuario del mundo, el Golfo de California. El viaje tenía varios propósitos, como escribir un libro y recolectar organismos —principalmente invertebrados de la zona intermareal, uno de los intereses científicos de Ricketts—, aunque sin planes ortodoxos, dejando flexibilidad a que la misión cobrara su propia forma.

Esta relación escritor-biólogo dio origen a la obra antes mencionada, que es considerada hoy en día una inspiración para estudiantes de ciencias del mar y público interesado en temas de conservación. Así, el 11 de marzo de 1940 se embarcaron en un sardinero —el Western Flyer— y regresaron el 20 de abril del mismo año. La tripulación se conformó por Anthony Berry (dueño y capitán del barco), Tex Travis (ingeniero), Sparky Enea y Tony Coletto (marineros), y Carol Henning, primera esposa de Steinbeck.

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Lectores, ¿recuerdan esa sensación de hacer una maleta de viaje? ¿Qué debes llevar y qué no debes olvidar so pena de lamentarlo posteriormente? Ahora imaginen: ¿qué deberían llevar a una expedición científico-literaria? Steinbeck transmite al lector el estrés y la premura sentida al tener que improvisar un laboratorio dentro de un barco sardinero (microscopio, máquina de escribir, papelería, mapas, químicos para preservar los organismos recolectados, alimentos, etcétera). Una vez finalizada la logística previa al viaje, se inicia la gran aventura hacia el Golfo de California (esta es la toponimia o nombre oficial, aunque Steinbeck prefirió referirlo como Mar de Cortés por ser un nombre también de uso común y porque en su opinión se escuchaba más emocionante).

En cada capítulo, las descripciones cualitativas de Steinbeck son un poema, la envidia de cualquier biólogo, ya que la redacción de un artículo científico es generalmente concisa por la limitante en la extensión impuesta por las revistas especializadas. Su narrativa permite al lector casi visualizar los organismos recolectados durante el trayecto de seis semanas, destacando su abundancia, desde las pozas intermareales llenas de vida, hasta los enormes cardúmenes de atunes y peces espada, tortugas, ballenas, entre otros.

John Steinbeck (1902-1968) es uno de los escritores estadounidenses más reconocidos.
Foto: archivo/AFP

La riqueza descriptiva sobre los alimentos que degustaban durante el viaje fue igualmente destacable, ya que el lector puede imaginar y casi oler los pescados fritos, los espaguetis de los jueves y domingos cocinados por Sparky, así como las 2,160 cervezas “muestreadas de dos especies diferentes”, preferentemente Carta Blanca, según destacó Steinbeck en varias secciones. En Cabo San Lucas aprendieron también sobre el licor de Damiana, bebida típica de Baja California Sur a la cual se le han atribuido propiedades antidepresivas y afrodisiacas; sin embargo —dijo—, no llegaron a comprobar sus efectos, pues se las confiscaron al regresar en la aduana de San Diego.

¿Qué reflexiones tendrías, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial y a bordo de una embarcación la mayor parte del tiempo durante seis semanas? Seguramente descansar después de terminar las actividades programadas del día. Decía Steinbeck que solo en momentos de pereza se puede alcanzar realmente un estado de contemplación. Así pues, en este viaje, donde el reloj pareció detenerse para estos aventureros, no había tiempo para pensar en el miedo a la guerra y sus consecuencias, la atención plena se enfocaba en realizar las tareas de recolección de organismos, así como en observar el entorno y, quizás, realizar una mirada introspectiva.

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Entre las reflexiones más importantes de Steinbeck destaca la visión holística de la naturaleza, muy influido por supuesto por Ricketts. Mencionaba que todos somos un mismo ente y criticaba la pobre autopercepción del hombre, donde como especie somos muy capaces de describir a otras, pero no a la nuestra y sus impactos. Comentaba muy tristemente el crimen ambiental realizado por la flota camaronera japonesa en el Golfo de California en ese tiempo y cuestionaba por qué el gobierno de México permitía tal saqueo al patrimonio natural del país. Asimismo, se lamentaba por el gran desperdicio de alimentos entre lances (actualmente se estima que, por cada kilogramo de camarón obtenido en la pesca, se descartan aproximadamente 10 kilogramos2).

¿Se imaginan las transformaciones del paisaje ocurridas en el Golfo de California desde el viaje de Steinbeck y Ricketts? Sin duda muchos de los sitios visitados han cambiado drásticamente. Cabo San Lucas, por ejemplo, era un pequeño poblado, donde solo destacaba una fábrica empacadora de atún y algunas casas, mientras que actualmente alcanza una población cercana a los 300,000 habitantes y es, además, uno de los resorts más importantes y frecuentados en México.

Sin lugar a dudas, el libro The log from the Sea of Cortez integra la filosofía de un escritor y los vastos conocimientos de un biólogo, pero también, la gran riqueza y biodiversidad del Golfo de California, las cuales también han sufrido cambios importantes después de 80 años.

EL VIAJE DEL WESTERN FLYER: 2004

Existe una amplia comunidad en el mundo que continúa fascinada por la aventura de Steinbeck y Ricketts. Por ejemplo, en 2004 un grupo de científicos de Stanford University recrearon el viaje de 1940 a bordo de la embarcación Gus-D, en los mismos sitios y fechas. En su reporte destacaron una menor abundancia de organismos, así como en su tamaño, datos que ahora son evidencia de cambios relevantes en la biodiversidad del Golfo de California. Las notas de Steinbeck y Ricketts denotan una gran abundancia de organismos en los sitios de recolecta, lo cual no fue similar en la expedición de 2004. Por ejemplo, los grandes cardúmenes de atunes reportados en la primavera de 1940 no fueron avistados en 2004. Asimismo, aquellos reportaron una gran abundancia de estrellas de mar y estrellas quebradizas, mientras que en 2004 fue notablemente inferior. Y ocurrió lo mismo con los pepinos de mar Holothuria lubrica descritos anteriormente por millones.

Dichas disminuciones podrían ser atribuidas al calentamiento global, de acuerdo con Sagarin y colaboradores (2008)3. Por otra parte, la gran abundancia actual del calamar gigante Dosiducus gigas no fue documentada en 1940, a pesar de que muestrearon en estaciones cercanas a Santa Rosalía, lugar donde nació esta pesquería en la década de 1970. Dichos reportes evidencian un cambio en la estructura de los ecosistemas del Golfo, forzados por las actividades humanas, así como por eventos climáticos y el calentamiento global. Por ejemplo, en el caso de la temperatura superficial del mar en el Golfo de California, se ha observado una tendencia positiva desde el viaje de Steinbeck y Ricketts a la actualidad, y que, de acuerdo con varios modelos de pronóstico, seguirá incrementándose.

Recorrido del ‘Western Flyer’ y localización de algunos sitios de muestreo, del 11 de marzo al 20 de abril de 1940.

EL WESTERN FLYER

De acuerdo con información de la Fundación Western Flyer4, el barco fue construido en 1937 para la pesca de sardina, y fue vendido en 1948 después del colapso de esta pesquería. Fue ofertado de nueva cuenta en 1952, y fue reconvertida para faenas de pesca de bacalao principalmente, desde la costa de Oregon hasta British Columbia, y posteriormente para la de cangrejo rey o centolla. Posteriormente, la historia del Western Flyer fue muy caótica, pues pasó por varias administraciones y fue vendido en una subasta en 1986. En 1990 fue traspasado en muy malas condiciones, situación que se repitió en 2011 con un empresario que pretendía colocarlo como atracción en un hotel; sin embargo, en 2012 sufrió un daño en el casco y se hundió. Fue rescatado en dos semanas, pero zozobró de nuevo en 2013 y se mantuvo sumergido por seis meses.

En 2015 fue de nueva cuenta vendido y actualmente se encuentra bajo resguardo de la Fundación Western Flyer, cuyo objetivo es restaurar la embarcación y emprender una plataforma de investigación y educación para inspirar a niños y adultos desde Monterey, California, hasta el Golfo de California, sobre la apreciación de los ecosistemas marinos, desde una perspectiva de las ciencias y las artes, así como para entender el papel de sus comunidades en el mundo.

El 20 de abril de 1940, el Western Flyer retornó a casa con su tripulación y el libro surgido de esta aventura fue publicado en 1941. Ahora, después de 80 años, el mundo no se encuentra convulsionado por una guerra mundial como en los días de Steinbeck y Ricketts en el Golfo de California, hoy es un virus el que nos coloca en una catarsis como la ocurrida en esos años. En esta cuarentena por el COVID-19, nuestra casa se convierte en un Western Flyer, lo que nos da la oportunidad de reflexionar sobre nuestro rol en el planeta, dentro de la comunidad y sobre nuestro complejo mundo interior.

Fotografía del antiguo Cabo San Lucas.
Foto: colectivopericu.net

  1. Originalmente publicado como Sea of Cortez: A leisurely Journal of travel and Research, por J. Steinbeck y Edward F. Ricketts (1941). A partir de 1951 se publica la sección narrativa como The log from the Sea of Cortez, donde el texto “About Ed Ricketts” se integró como un apéndice.

  2. López-Martínez, J., S. Hernández-Vázquez, R. Morales-Azpeitia, M. O. Nevárez-Martínez C. Cervantes-Valle y J. Padilla-Serrato. 2012. Variación de la relación camarón: fauna de acompañamiento en la pesquería de camarón industrial del Golfo de California. En: López-Martínez J. y E. Morales-Bojórquez (Eds.). Efectos de la pesca de arrastre en el Golfo de California. Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. y Fundación Produce Sonora, México, pp. 27-47.

  3. Sagarin, R., W. F. Gilly, C. H. Baxter, N. Burnett, J. Christensen. 2008. Remembering the Gulf: Changes to the marine communities of the Sea of Cortez since the Steinbeck and Ricketts expedition of 1940. Front Ecol Environ (6), doi:10.1890/070067.

  4. http://westernflyer.org/

La autora es Dra. en Ciencias del Mar y profesora-investigadora de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Autónoma de Sinaloa.