Nuevas autoridades sirias anuncian un acuerdo con grupos armados para su disolución

Partidarios dan la bienvenida al líder del grupo islamista sirio Hayat Tahrir al-Sham (HTS), Ahmad Al Sharaa, que encabezó una ofensiva rebelde relámpago para arrebatar Damasco del control gubernamental, el 8 de diciembre de 2024 en Damasco. Al Sharaa, bajo el seudónimo de Abu Mohamed Al Jolani, era el jefe militar de HTS.

Las nuevas autoridades sirias, que tomaron el poder tras una fulgurante ofensiva que tumbó al presidente Bashar al Asad, anunciaron el martes un acuerdo con “todos los grupos armados” para su disolución e integración a las fuerzas armadas nacionales.

El pacto no incluye sin embargo a las poderosas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dominadas por los kurdos y respaldadas por Estados Unidos. El grupo controla amplias porciones del noreste del país.

“Una reunión de los jefes de los grupos” armados con el nuevo dirigente sirio Ahmad Al Sharaa “concluyó con un acuerdo sobre la disolución de todos los grupos y su integración bajo el mando del Ministerio de Defensa”, indicaron las nuevas autoridades en Telegram.

El anuncio se produce más de dos semanas después de que una alianza de grupos rebeldes, liderada por los islamistas Hayat Tahrir al Sham (HTS), tomara el poder en Damasco el 8 de diciembre, tras una fulgurante ofensiva.

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La llegada de los rebeldes a la capital puso fin a más de dos décadas de poder del gobernante Bashar al Asad, quien gobernó el país con puño de hierro.

Al Sharaa, que bajo el seudónimo de Abu Mohamed Al Jolani era el jefe militar de HTS, había indicado el domingo que no permitiría “en absoluto” que las “armas escapen al control del Estado”.

Durante una rueda de prensa, añadió que esta decisión se aplicaría también a las “facciones presentes en la zona de las Fuerzas Democráticas Sirias”.

¿”Discusiones” directas?

Interrogado por la AFP, el portavoz de las FDS, Farhad Chami, afirmó que “la cuestión de la adhesión de las FDS al ejército sirio debe ser discutido directamente” entre su comando y Damasco, “lejos de la dominación de las potencias regionales y de su tutela sobre la decisión siria”.

Turquía, muy próxima a las nuevas autoridades de Damasco, ve en las FDS una prolongación de su enemigo, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

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“Las FDS podrían ser el núcleo del ejército sirio y esto sería un factor de fuerza para toda Siria”, añadió Chami, asegurando que sus fuerzas “prefieren el diálogo con Damasco para resolver todas las cuestiones” pendientes.

Fotos publicadas por la agencia de noticias estatal Sana y la cuenta de Telegram de las autoridades mostraron a Al Sharaa rodeado de los jefes de varias facciones armadas. No obstante, los representantes de las fuerzas dirigidas por los kurdos en el noreste de Siria no estaban presentes.

Combates cerca de Manbij

El jefe militar de HTS, Murhaf Abu Qasra, afirmó la semana pasada que “la próxima etapa” iba a ser la disolución de las facciones armadas para incluirlas en una futura institución militar.

El representante militar también afirmó que el nuevo poder busca expandir su autoridad en las zonas del noreste de Siria controladas por una administración semiautónoma kurda.

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Las FDS encabezaron la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), derrotado en 2019 en Siria.

Pero desde finales de noviembre, los combatientes kurdos se enfrentan a una ofensiva de grupos armados sirios proturcos, que tomaron la zona estratégica de Tal Rifaat, en el norte, y de Manbij, en el noreste.

Las FDS informaron de “violentos combates” en el este de la ciudad de Manbij y reportaron 16 muertos entre sus filas, sin precisar cuándo habían muerto, según un comunicado.

Los kurdos aprovecharon el debilitamiento del poder central de Bashar al Asad tras el inicio de la guerra en 2011 para proclamar una “región autónoma” en el norte, lo que atrajo la hostilidad de la vecina Turquía.

El conflicto en Siria dejó más de medio millón de muertos y fragmentó el territorio en zonas de influencia controladas por distintos beligerantes respaldados por potencias regionales e internacionales.

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En los últimos días, varias delegaciones, principalmente occidentales y del mundo árabe, viajaron a Damasco para reunirse con los nuevos dirigentes, que buscan establecer un nuevo equilibrio diplomático.

El gobierno de Al Asad estaba estrechamente vinculado a Rusia e Irán.

El jefe de la diplomacia siria, Assaad Hassan al Shibani, advirtió a la República Islámica el martes por la noche en X contra la “propagación del caos” en Siria, pidiendo que respete la soberanía siria.

El lunes, la cancillería iraní declaró que no tenía “ningún contacto directo” con los nuevos dirigentes sirios y pidió a Siria que no se convirtiera “en una guarida del terrorismo”, aunque también instó a “preservar la soberanía e integridad” del país.