Australian Open: se abre el juego, entre el humo y el dominio de un Big 3 criticado por sus colegas

Puede cambiar el decenio, el mundo puede comenzar a pisar otra década, pero algunas cosas continúan vigentes desde hace varios años. Australia, una vez más, vuelve a dar el raquetazo inicial en la lucha grande del tenis, con los mismos candidatos que han trazado su huella de manera casi hegemónica. A pesar de la tragedia ambiental que sacude al gigante oceánico, el primer Grand Slam de la temporada no modificó su determinación de seguir adelante. Tampoco se detuvo ante las protestas aisladas de los jugadores que, en los días previos, sufrieron molestias por el humo que oscureció el cielo de Melbourne. El martes, durante la qualy, la eslovena Dalila Jakupovic debió retirarse por un fuerte ataque de tos, y el australiano Bernard Tomic pidió asistencia médica por problemas para respirar. Las quejas llegaron incluso al Big 3: Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic fueron criticados por colegas que los acusaron de no defender con más vehemencia los derechos del resto.

Tras dos jornadas de condiciones insalubres, las lluvias del viernes ayudaron a mejorar un poco el aire. Los organizadores presentaron un sistema que mide la polución, similar al índice de calor que se utiliza desde hace años para determinar cuándo las temperaturas elevadas impiden seguir el juego en condiciones normales; así se establecerá cuándo se suspenderán partidos si se alcanza un nivel de riesgo determinado. El show debe seguir.

En este contexto empieza el primer gran certamen de 2020. Nadal desembarca como el número 1, pero el gran favorito es Djokovic, su escolta. Siete veces campeón en Melbourne, Nole viene de darle el título de la flamante Copa ATP a Serbia con actuaciones que consolidaron su favoritismo, incluido un sólido triunfo en uno de los singles de la final. sobre Nadal. El zurdo de Manacor perdió sus últimos nueve partidos en canchas duras ante el número 2 del ranking. El año pasado, en la final del Open australiano, Nole sólo cedió ocho games frente a Rafa (6-3, 6-2 y 6-3).

¿Quién puede ponerle el cascabel a Djokovic? El serbio no es invencible, pero ha convertido Melbourne en su Grand Slam ideal, del mismo modo que Nadal es el emperador de Roland Garros y Federer convirtió Wimbledon en su jardín. Nadal llegó a los 19 títulos mayores y amenaza con alcanzar los 20 de Federer, pero tiene un duro cuadro por delante. ¿Puede el suizo redondear otra epopeya? A los 38 años, Federer va por su séptima corona en Australia, 16 temporadas después de su primer festejo en el suelo oceánico. El sorteo dejó del mismo lado de la llave a Nole y a Roger, que podrían cruzarse en una semifinal ideal. El suizo llega fresco, pero sin rodaje: su último partido oficial lo disputó en el Masters de Londres, en noviembre pasado. "Sé que hay un largo camino hasta el título, por lo que voy a ir partido a partido. Mis expectativas son bajas", comentó.

Tan grande es el dominio del Big 3 que, en los últimos quince años, sólo hubo un ganador en Australia fuera de los tres grandes: Stan Wawrinka, el campeón de 2014. Los últimos doce grandes, a partir de Australia 2017, también se han repartido entre los tres primeros del ranking. Detrás de las leyendas asoma un grupo de aspirantes a hacer saltar la banca. Hace ya un largo rato que la "Next Gen" busca la manera de quebrar el monopolio, pero sin hallar la receta. El circuito lleva más de cinco años sin una cara nueva en la galería de campeones de Grand Slam, después de Marin Cilic en el US Open 2014. Estuvo cerca Daniil Medvedev, hace unos meses: el ruso le planteó una gran final a Nadal en Flushing Meadows.¿Podría ser la hora de Stefanos Tsitsipas, casi un local más con la nutrida colonia griega que habita en Melbourne?

Años atrás, Australia era un torneo abierto a las sorpresas (Johansson, Korda), pero ahora cuesta imaginar un nombre diferente. Los jóvenes tantean en busca de una posibilidad, pero los comandantes del tour no quieren ceder ni la más mínima porción de gloria. Ni siquiera en una exhibición: hace un par de días, en una gala benéfica en el Rod Laver Arena, Djokovic soltó una humorada que se hizo viral por los micrófonos mientras trotaba junto a Nadal en un cambio de lado. "¿Ves? Ahí está la nueva generación. Son muy lentos", soltó el serbio mientras Alexander Zverev y Tsisipas iban caminando al otro lado.

Habrá seis argentinos. Una vez más sin Del Potro, la delegación es liderada por Diego Schwartzman y Guido Pella. A última hora se sumó Marco Trungelliti, que entró desde la qualy; el santiagueño jugará por segunda vez en el cuadro principal australiano, cuatro años después de entrar por la misma vía. Entre las mujeres, Serena Williams insiste: a tres años de su última corona grande, también en Melbourne, buscará igualar la plusmarca de 24 Grand Slams de Margaret Court. Tendrá adversarias de la nueva generación: la japonesa Naomi Osaka, tercera favorita, y Ashleigh Barty, primera del ranking y que busca ser la primera campeona australiana en 42 años desde Chris O'Neal, en 1978. Los desafíos grandes del tenis empiezan ya mismo, en medio de un clima singular, en el que la fiesta busca dejar atrás una realidad preocupante.

Argentinos en acción: debutan 5

Cinco de los seis argentinos que ingresaron al cuadro principal se presentarán en la apertura del Abierto de Australia. Desde las 21 de hoy, Guido Pella (22º favorito) se enfrentará con el australiano John Patrick Smith en el primer duelo de la cancha 8; Marco Trungelliti disputará el segundo cotejo del court 14 contra el estadounidense Tennys Sandgren; Juan Ignacio Londero chocará con el búlgaro Grigor Dimitrov (18º) en el tercer duelo en el Melbourne Arena y Leonardo Mayer tendrá como adversario al estadounidense Tommy Paul en el tercer match de la cancha 11; en el cierre, Diego Schwartzman (14º) se medirá con el sudafricano Lloyd Harris, no antes de las 2 de mañana, en el court 7. Además, Roger Federer jugará contra el californiano Steve Johnson en el tercer cotejo de la cancha central, y cerca de las 7 de nuestro país, Novak Djokovic se presentará ante el gigante alemán Jan Lennard Struff.