Australia dice que Twitter es la plataforma que más odio acoge y exige explicaciones

FILE PHOTO: Twitter corporate headquarters building in San Francisco, California

Por Byron Kaye

Sídney, 22 jun (Reuters) - Un regulador cibernético australiano anunció el jueves que ha exigido a Twitter que explique su gestión del odio en internet, ya que se ha convertido en la plataforma con más quejas en el país desde que su nuevo propietario, Elon Musk, levantó las prohibiciones impuestas a 62.000 cuentas.

La demanda se basa en una campaña del Comisionado de Seguridad Electrónica para que el sitio web sea más responsable después de que Musk, una de las personas más ricas del mundo, lo comprara por 44.000 millones de dólares en octubre con la promesa de restaurar su compromiso con la libertad de expresión.

El organismo regulador ya ha pedido a Twitter que detalle su gestión del material de abuso infantil en línea que, según él, se ha detectado en el sitio web desde la adquisición por Musk y la consiguiente pérdida de puestos de trabajo, incluidas las funciones de moderación de contenidos.

La comisaria Julie Inman Grant dijo que ha enviado una notificación legal a Twitter exigiendo una explicación después de que un tercio de todas las quejas que recibió sobre odio en Internet se referían a Twitter, a pesar de que la plataforma tiene muchos menos usuarios que TikTok o las redes sociales de Meta Facebook e Instagram.

"Twitter parece haber dejado caer la pelota en la lucha contra el odio", dijo Inman Grant en un comunicado, en el que señaló que la plataforma había reinstalado desde la toma de posesión de Musk 62.000 cuentas vetadas , incluyendo cuentas de alto perfil de las personas que apoyan la retórica nazi.

"Necesitamos que estas plataformas rindan cuentas y actúen para proteger a sus usuarios, y no puede haber rendición de cuentas sin transparencia, y eso es lo que se pretende conseguir con avisos legales como éste", afirmó.

Twitter debe responder al Comisionado de eSafety en un plazo de 28 días o se enfrentará a una multa de casi 700.000 dólares australianos (473.480 dólares estadounidenses) al día. La empresa declinó hacer comentarios cuando Reuters se puso en contacto con ella.

(1 dólar = 1,4784 dólares australianos)

(Reporte de Byron Kaye; Editado en español por Aida Peláez-Fernández)