Australia celebra un funeral por el cardenal Pell en medio de protestas LGTBI

Sídney (Australia), 2 feb (EFE).- Una marcha por los derechos de la comunidad LGTBI encendió este jueves la ira de un grupo de fieles católicos que se congregaron a las afueras de la catedral St Mary's de Sídney por el funeral del cardenal George Pell, quien fue condenado y posteriormente absuelto en Australia por pederastia.

Con cánticos "Pell, ándate al infierno", centenares de personas se congregaron hoy en la manifestación convocada por el grupo Acción Comunitaria por los Derechos Arcoíris en el Parque Hyde, frente a la catedral, para protestar por los delitos presuntamente cometidos por Pell y sus puntos de vista conservadores.

Asimismo, sobrevivientes y familiares de víctimas de pederastia -que la víspera llenaron el perímetro de la catedral con cintas de colores para recordar a los menores abusados sexualmente- se unieron a la protesta con carteles en los que se leía "Olvídese de Pell, recuerde a los niños".

Los cánticos de los manifestantes, quienes portaban banderas con los colores del arcoíris, impidieron que los feligreses congregados en el patio de St Mary pudieran ver y escuchar en las pantallas exteriores la misa por Pell, lo que llevó a enfrentamientos verbales entre los dos grupos.

En el interior de St Mary se celebró la misa funeraria privada por Pell, previa a su sepelio, con la asistencia de cientos de fieles, entre ellos el exprimer ministro conservador John Howard y el líder de la Oposición, Peter Dutton, aunque la ceremonia también contó con notables ausencias, como el actual mandatario australiano, el laborista Anthony Albanese.

En la homilía, el arzobispo de Sídney remarcó sobre Pell que "las calumnias de sus enemigos eran infundadas y su encarcelamiento, injusto, y la historia lo recuerda como Ricardo Corazón de León, por su valentía".

También se leyó la carta del Papa Francisco, quien destacó la contribución de Pell, prefecto emérito del secretariado del Vaticano, para la Economía, a la reforma económica de la Santa Sede y el "servicio inquebrantable" a Dios, "incluso en la hora de la prueba".

Pell, una figura que divide a Australia, fue condenado en 2018 a seis años de prisión por cinco delitos de abuso sexual contra dos menores en la década de 1990, aunque en su última apelación, en abril de 2020 y después de que el religioso pasara trece meses en prisión, la sentencia fue revertida por la máxima instancia judicial del país oceánico.

Asimismo, una comisión gubernamental que estudió las denuncias de pederastia en el seno de las instituciones australianas y recibió unas 4.500 quejas contra más de 1.800 religiosos por abusos sexuales cometidos en el país entre 1985 y 2015, determinó en 2017 que Pell era "consciente" del problema en la Iglesia.

Pell nació en Ballarat, y regresó a su ciudad natal para ser sacerdote y comenzar su larga carrera que lo llevó al arzobispado de Melbourne (1996) y Sídney (2001), hasta llegar a ser prefecto de la Economía del Vaticano en 2014.

(c) Agencia EFE